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Las medidas de distanciamiento social, menos o más estrictas, como el cierre de centros educativos y la limitación de actividades o cierre de establecimientos públicos o la restricción de la movilidad y el confinamiento tienen como objetivo disminuir el ritmo de crecimiento de la epidemia del coronavirus y evitar una explosión de casos graves que colapse el sistema sanitario. No son una garantía total y son difíciles de cumplir, pero tienen base científica, se ha demostrado en diversos tipos de infecciones que, a poco que se hagan bien, reducen los contagios y ahora, con el Covid-19, se ha visto en China.
Aún así, la evolución constante de la epidemia y la adopción de diferentes niveles de medidas por las autoridades llevan a cierta confusión sobre qué es cada cosa y qué se puede hacer o no. He aquí una pequeña guía aclaratoria (a partir de la situación de ayer viernes por la tarde), de la mano de Anna Llupià, epidemióloga del hospital cClínic de Barcelona y Joaquín López-Contreras, jefe clínico de enfermedades infecciosas del hospital de sant Pau.
Al aumentar los casos,habrá diagnosticados sin prueba, solo según criterios clínicos y epidemiológicos
Caso sospechoso
Es la persona que tiene síntomas de infección respiratoria (criterios clínicos), como tos, dolor de garganta, fiebre… y contacta con la atención médica, pero no se sabe si cumple criterios epidemiológicos. Tales criterios eran primero haber estado en China, Italia; luego pasó a ser cualquier sitio donde hay transmisión comunitaria, lo que incluye ahora España. Otro criterio es haber estado en contacto (cercano y un buen rato) con un caso confirmado.
Caso en investigación
La persona con síntomas que cumple algún criterio epidemiológico y clínico y se debe confirmar (o descartar) la presencia del coronavirus en su organismo.
Caso confirmado
A quien el médico le haya diagnosticado la infección. Hasta hace tres días eran las personas a quien se hacía la prueba microbiológica (PCR) y daba positivo. Ante el aumento de casos, seguramente la prueba se reservará (Madrid ya lo hace) para casos graves y de vigilancia epidemiológica y se diagnosticarán los casos a partir de criterios clínicos y epidemiológicos. Dado esto, desaparecerán muchos casos catalogados como “en investigación”. Si estamos en plena epidemia y parece un caso de coronavirus, seguramente sea coronavirus y se trata como a tal, subrayan Llupià y López-Contreras. Por ello, este especialista señala que nadie debe obsesionarse con la prueba. Se hacen muchas, asegura, aunque por tiempo y cantidad de casos y material no se pueda tomar muestras de todos. “Se hace cuando puede el resultado puede cambiar una conducta: aislar o no un enfermo grave… Entiendo que alguien que ha estado con un caso confirmado quiera saber si se ha contagiado o no, pero si no tiene ni síntomas dará negativo”, explica.
Se trata de no extender el virus, de los mínimos movimientos de población posibles
Contacto
La persona que ha tenido cercanía con un caso confirmado. Cuanto más cerca y durante más rato, mayor riesgo de haberse infectado.
Área de confinamiento
Como el área de Igualada. Es donde las autoridades establecen medidas de restricción que pueden ser menos o más estrictas: de entrada y salida o de toda actividad. ¿Pueden salir de casa las personas dentro del área? Sí, si no se ordena lo contrario. En Igualada hubo ayer quien fue a trabajar o al bar.Sin embargo, como se supone que el virus circula mucho y se trata de no extenderlo, se aconsejan los mínimos movimientos posibles. Un bar, si sigue abierto, con mucha gente, no es una opción recomendable.
El aislamiento rige igual para casos confirmados que contactos cercanos
Aislamiento en casa
Lo deciden los médicos. Suele ser durante 14 días (desde el contacto con un infectado), el periodo observado de incubación del virus.
¿Quién se aísla? Los diagnosticados con infección leve que pueden pasar la enfermedad en casa; los dados de alta tras hospitalización que se les dice que sigan aislados en casa. Y los contactos. Aún sin hacerse la prueba, con o sin síntomas.
Hasta hace dos o tres días había quien recomendaba solo aislar al contacto con síntomas; se distinguía más entre aislamiento por caso confirmado y cuarentena por caso sospechoso o contacto, o entre aislamiento y autoaislamiento. Existen matices igualmente entre confinamiento, que entraña cierta coerción y aislamiento, que no. Pero a estas alturas de epidemia ya se recomienda por igual a casos confirmados que a contactos cercanos no convivir con el resto de familia.
Se supone que irán a más los casos de aislamiento. Éste comporta ocupar una habitación separada del resto de familia. Si puede ser un baño propio, sino extremar la higiene y desinfección (con lejía y usando guantes y mascarilla si se puede) del baño y lo que toque esa persona (una mesa, utensilios de cocina, la ropa, que basta lavarla con agua caliente y detergente como normalmente ).
En aislamiento, evítese el contacto con mayores de 65 años, crónicos, niños pequeños y embarazadas
La persona deberá extremar la higiene de manos y al toser o estornudar y usar mascarilla si debe estar con otros familiares, relación que debe reducirse a los mismo (un aislado no puede compartir la cama con su pareja). No se recomienda que una persona en aislamiento esté con personas vulnerables: mayores de 65 años, menores de cinco años, enfermos crónicos y embarazadas. El aislado no debe recibir visitas ni puede salir de casa.
Siempre que hay un caso confirmado, los familiares cercanos pasan a ser considerados contactos y deben pasar a tomar las precauciones de aislamiento y vigilar si aparecen síntomas (no es necesaria vigilancia médica). Sólo si aparecen se debe llamar al 061. Teóricamente, los servicios sanitarios ya hacen seguimiento de la familia. Aunque aumenten los casos, el Centro Europeo de Control de Enfermedades ha recomendado mantener el estudio de los contactos para reducir la transmisión del virus.
En medio de un brote, con muchos casos, ¿quién podrá garantizar que no es un contacto? La verdad es que solo sería alguien que durante 14 días hubiera estado absolutamente aislado del resto de personas y siguiera sin rastro de virus, admite Llupià.
Si se suspenden las clases, no se puede quedar en pandilla ni hacer fiestas
Quedarse en casa
Consejo general, para los estudiantes que se han quedado sin clases, quien hace teletrabajo o todo quien pueda. Se pide que se restrinja la vida social y cotidiana para evitar una gran expansión del virus. En casa, estas personas sanas, basta con extremar la higiene.
¿Se puede salir a la calle? Sí, pero López-Contreras apela al sentido común y a la responsabilidad social. Ya se ve que las autoridades restringen cada día más las actividades: en Catalunya o Madrid han cerrado centros comerciales, gimnasios o bares, discotecas y restaurantes (teatros, cines y museos ya cerraron muchos ante la falta de público y cuando se ordenó limitar el aforo a un tercio). En Madrid, incluso se han clausurado ya parques infantiles. En Estados Unidos han cerrado desde Disneylandia hasta Broadway.
Se puede salir a comprar (lo necesario), a dar un paseo, ir a caminar a la playa o la montaña cercanas (no salir de fin de semana), contactando con las menos personas posibles, evitar grupos de gente. Aglomeraciones ya no las porque se han prohibido.
lupià subraya que esto deben tenerlo muy en cuenta los jóvenes y niños que, algunos, se han tomado las dos semanas sin clases como unas vacaciones. No se puede salir en pandilla ni hacer cenas de grupo ni quedar un grupo en casa de uno. Como mucho un amigo o dos y que sean siempre los mismos estas semanas.