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Lácteos, azúcar, café, pastas frescas y secas, galletitas. Son apenas algunos de los productos de la canasta básica alimentaria que vienen aumentando de precio sin solución de continuidad. De acuerdo a las últimas listas recibidas en los supermercados y almacenes de la Región, los valores de la mercadería de consumo masivo se reajustaron en las últimas horas entre un 6% y un 20%.
Son numerosos los ejemplos de productos que a pocos días del último aumento vuelven a modificar (hacia arriba) el precio. La línea láctea de La Serenísima se reajustó en un 6 por ciento y colocó, por caso, al queso Cremón en 1.000 pesos el kilo; las galletitas de diversas marcas, entre un 6 y un 7 por ciento; las hamburguesas Paty llegaron con un 10 por ciento más; los vinos, promedio, entre un 15 y un 20 por ciento; los vinos envasados en tetra brik, un 5 por ciento; las salchichas, con un recargo del 9 por ciento; el jamón cocido 7 por ciento; la paleta, 11 por ciento; y los cafés de Nestlé, un 19 por ciento; y los de La Virginia, un 10 por ciento.
Frente a un escenario que no deja de mover los precios, se hace cada vez más frecuente que los distribuidores, al advertir los subas inminentes, ofreciendo a los minoristas juntar stock a viejos valores, como una estrategia para mantener, aunque sea unos días más, la estabilidad de la oferta.
“Estamos en un contexto muy complejo -resaltó el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore-. Y mientras que todo aumenta sin parar las ventas van decayendo, tanto en los comercios de proximidad como en los supermercados. Lo peor es que no estamos en una hiperinflación, sino en una estanflación, con pérdida constante del poder adquisitivo. En abril estuvimos en promedio, dentro de la alimentación, en más de un 6 por ciento de incremento de precios”.
La “estanflación” a la que se refirió Savore es una situación de la macroeconomía en la que la que se dan tres condiciones: una inflación elevada constante, un incremento en los precios de consumo y un crecimiento económico reducido, nulo o negativo.
En marzo último, con una inflación general del 6,7 por ciento, los alimentos encabezaron el ránking de aumento de precios, pues ese índice específico llegó a 7,2 por ciento. Ahora, con los ajustes recientes y los que algunos mayoristas anticipan que van a materializarse en los primeros días de mayo (como se dijo entre un 6 y un 20 por ciento según el rubro alimenticio), el sector de los minoristas asegura que se vive “ una escalada sin freno” y destaca que se trata de “un abuso que no se puede tolerar más”.
Se recuerda, además, que la última variación interanual medida en el rubro alimentos (marzo 2021-marzo 2022) sumó un 59,7 por ciento. El pan estuvo al tope de la lista de aumentos, con un 65 por ciento entre un año y otro; la leche, la carne y las verduras, subieron entre un 50 y un 70 por ciento en doce meses.
En la Región, uno de los aumentos que más impacta en los bolsillos de los consumidores es el de las pastas, tanto secas como caseras. Puntualizó en ese sentido el presidente del centro de almaceneros de Berisso, Ricardo Cuevas, que una de las marcas líderes locales que hasta días atrás presentó, para el costo minorista, el paquete de tallarines secos amarillos a 110 pesos, ahora renovó el número: le venta a los comerciantes 124 pesos. “Estas listas nuevas que nos llegan a cada rato prueban que nosotros no somos los formadores de precios. Con dos latas de aceite y diez paquetes de fideos no podemos ser formadores de precio”, subrayó el comerciante y dirigente.
Justamente por estos aumentos intempestivos, a lo que se le agrega desabastecimiento en los programas de precios regulados, en las últimas horas se reunió el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, con los representantes de las principales empresas productoras de alimentos. Ocurre que, según las estimaciones del gobierno nacional, en abril la inflación sería superior al 5 por ciento y son esos productos de consumo masivo los que más impactan en el índice de precios generales. Fueron parte de las conversaciones las empresas Molinos, Arcor, Unilever, Mondelez, Danone, Mastellone y Nestlé.