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El grupo minorista ha adoptado una serie de medidas que buscan mitigar los efectos negativos de sus negocios, las cuales cambiarán el comportamiento de consumo de sus clientes durante la cuarentena.
A finales del 2019 y durante el primer trimestre de 2020 se ha producido un brote generalizado del Coronavirus (COVID-19) en todo el mundo por lo que la Organización Mundial de la Salud lo declaró una pandemia global.
Al respecto, los gobiernos de todo el mundo están tomado diversas medidas dirigidas a evitar la propagación de dicho brote en la población. Las medidas están teniendo un impacto en los mercados internacionales, sistemas financieros y comercio mundial en general.
Ante este contexto, el grupo minorista chileno Ripley se ha visto obligado a suspender parcialmente las operaciones de sus tiendas departamentales y centros comerciales en los mercados de Chile y Perú.
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En el caso de Chile, la compañía acordó el cierre de todos sus centros comerciales, lo cual le llevó a tomar la decisión de cerrar todas sus tiendas desde el 19 de marzo de 2020 para resguardar la seguridad de sus colaboradores y clientes. Sin embargo, los supermercados, bancos y farmacias continúan operativas en sus malls.
Una situación similar sucede en Perú donde el gobierno decretó estado de emergencia, lo que implicó el cierre de todas sus tiendas departamentales y centros comerciales desde el 16 de marzo de 2020. No obstante, los supermercados, bancos y farmacias continúan operativas en sus malls.
Es por ello que Ripley ha adoptado una serie de medidas que buscan mitigar los efectos negativos de sus negocios, lo cuales cambiarán el comportamiento de consumo de sus clientes durante la cuarentena.
El grupo minorista está potenciando el uso de los canales digitales y otras alternativas de pago, con el fin de brindar a sus clientes el acceso más expedito posible a la gran mayoría de los servicios y operaciones financieras. Asimismo, se han reducido las recepciones de mercadería y se está haciendo uso de los inventarios ya disponibles.
En relación con sus empleados, la administración ha dispuesto una serie de iniciativas, que tienen por finalidad la protección de todos los equipos de trabajo y sus familias y a su vez la continuidad operacional de la compañía (teletrabajo, flexibilidad laboral, entre otras).
“Nuestros canales digitales en retail y banco siguen operativos y se espera que tengan un importante crecimiento mientras se mantengan las restricciones ante el Covid-19. Como compañía hemos tomado todas las medidas para resguardar la salud de nuestros colaboradores y clientes y hemos definido un estricto protocolo para la entrega de productos a través del despacho a domicilio”, indicó la compañía.
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En el caso del Banco, las sucursales se encuentran operando en horario reducido y con restricciones de acceso, de acuerdo con las instrucciones de las autoridades de Chile y Perú. “En ambos países, Banco Ripley ha anunciado facilidades y opciones de pago para sus clientes que permitan aliviar, en alguna medida, los efectos que ha causado esta pandemia”, dijo Ripley.
Adicionalmente, y con el objetivo de contribuir con la medida de aislamiento, el Banco está impulsando el uso de sus canales digitales y potenciando su capacidad para seguir operando al 100% con venta de productos y recaudación a través de la App, BancoRipley.com, y Chek, y seguir atendiendo a sus clientes.
Finalmente, el holding chileno indicó que el alcance de las medidas restrictivas que tomen los gobiernos y su extensión en el tiempo determinarán el impacto en los resultados de la compañía. “A la fecha de publicación de los estados financieros, no es posible estimar los efectos financieros y operacionales en la sociedad producto del brote de COVID-19”.
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