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Neiman Marcus Group intensifica los preparativos para buscar protección de bancarrota, después de que la pandemia de coronavirus obligase a la cadena de grandes almacenes de lujo de Estados Unidos a cerrar sus tiendas, según informaron el jueves fuentes cercanas al caso.
Neiman inició esta semana conversaciones confidenciales con los tenedores de bonos sobre el posible financiamiento que permitiría a la empresa seguir funcionando durante la bancarrota, según explican las fuentes. La compañía también habría iniciado negociaciones similares en los últimos días con sus prestamistas.
Hasta esta semana, Neiman había recibido varias consultas de los acreedores sobre los próximos movimientos, pero no había puesto en marcha negociaciones sobre una posible bancarrota, declaran algunas fuentes cercanas al caso.
A pesar de que las negociaciones avanzan, el minorista con sede en Dallas está a varias semanas de una posible bancarrota, y todavía es posible que logre evitarla.
Según estas mismas fuentes, los acreedores podrían ampliar los plazos de los próximos pagos de deuda que vencen este mes mientras prosiguen las negociaciones de reestructuración, lo que podría desembocar en una revisión de las obligaciones financieras fuera del procedimiento de quiebra.
Las fuentes pidieron no ser identificadas porque se trata de un tema confidencial. Neiman no ha querido realizar ninguna declaración. El mes pasado, la empresa dijo que estaba «evaluando todos los cursos de acción para preservar nuestra fortaleza financiera» como consecuencia de la crisis del coronavirus.
Neiman alcanzó un acuerdo el año pasado con sus acreedores para revisar la deuda y evitar la posible declaración de quiebra, obteniendo así un respiro financiero. Pero el brote de coronavirus obligó a la empresa a cerrar todas las tiendas Neiman, Bergdorf Goodman y Last Call que gestiona hasta fines de abril, y ha despedido a la mayor parte de sus 14 000 empleados.
Los cierres han generado una crisis de efectivo justo antes de que venzan los importantes pagos de intereses de parte de su deuda de más de 4000 millones de dólares, a partir del próximo 15 de abril.
Las fracciones del préstamo a Neiman Marcus cotizaban a aproximadamente a 40 centavos por dólar esta semana, muy por debajo de su valor nominal, lo que genera grandes preocupaciones entre los inversores sobre el reembolso, según datos de Refinitiv Eikon. El precio del paquete de bonos de Neiman también ha caído.
Neiman lleva arrastrando problemas desde la compra apalancada de 6000 millones de dólares realizada por parte de Ares y el fondo de pensiones públicas de Canadá CPPIB en 2013. Al igual que muchos otros minoristas, se enfrenta a la competencia incesante del gigante del comercio electrónico Amazon.com Inc. Ares no ha hecho comentarios al respecto y el CPPIB tampoco ha respondido a la solicitud de declaraciones.
Neiman pudo convencer a los acreedores para reestructurar la deuda el año pasado sin recurrir a la bancarrota, aplazando las fechas de vencimiento de sus obligaciones financieras. Pero el acuerdo se sumó a los intereses derivados de la deuda de la empresa y no abordó la difícil situación del negocio, que ha empeorado.
MyTheresa
Una declaración de quiebra de Neiman probablemente resultará polémica. Un administrador de varios tenedores de bonos de la empresa demandó a Neiman el año pasado, alegando que la empresa y sus propietarios robaron a los inversores el valor de la plataforma de comercio electrónico de lujo MyTheresa en la reestructuración de deuda anterior.
«Si la marca se declara en bancarrota… MyTheresa ocupará el lugar central», explicaba Dan Kamensky, socio director de Marble Ridge Capital LP, uno de los tenedores de bonos.
«Los propietarios de capital privado se llevaron el activo MyTheresa de la empresa sin pagar un centavo y dejando una empresa en ruinas a sus acreedores».
Neiman alega que estas acusaciones carecen de fundamento y que su gestión de MyTheresa fue la correcta.
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