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La cadena de supermercados Dia sigue dando noticias, aunque ya son menos convulsas. De nuevo, un cambio en el liderazgo de la empresa, aunque esta vez es continuista: Stephan DuCharme (Addis Abeba, Etiopía, 1964), presidente del consejo durante el último año, incorporará funciones ejecutivas a partir del 20 de mayo. Con más de una década de experiencia en el comercio minorista junto al multimillonario ruso Mijail Fridman, DuCharme sustituirá a Karl-Heinz Holland (CEO hasta ahora), que ha dirigido la reestructuración de la marca estos meses, desde que Letterone, el vehículo de inversión de Fridman, se hiciera con el 70% del accionariado.
DuCharme dice que el suyo es “el pasaporte Dia”. Ciudadano estadounidense y alemán, tiene derecho también a credenciales de Brasil y Etiopía, país donde nació y vivió sus primeros 13 años. Guarda una relación “muy especial” con él, y cuando puede vuelve, “por la cultura, la gente, la naturaleza…”.
Por idiomas no será: habla inglés y alemán (sus dos lenguas maternas), así como francés, ruso, portugués y español. Este último lo aprendió por etapas. Durante un MBA en Insead, en Francia, conoció a algunos españoles y luego realizó cursos intensivos de uno o dos meses en Costa Rica, Guatemala y México.
Entre sus aficiones está la lectura y, en cuanto a deportes, le gusta mucho el atletismo, que practica, “bueno, practicaba”, cuando puede. Sus gustos por la música son muy variados: le encantan las óperas de Händel pero también la música latina, especialmente la salsa. Antes de acostarse, si el trabajo se lo permite, desconecta viendo una película o leyendo un rato.
Graduado con honores en Políticas y Económicas por la Universidad de California en Berkeley (EE UU), entre 1987 y 1991 fue analista financiero en el banco Salomon Brothers, en una época en la que se abrió una oficina en Berlín Este, en plena caída del Muro. DuCharme participó desde Salomon en la adaptación de la sociedad y las empresas a una economía de mercado. “Fue una experiencia muy interesante”, recuerda, ya que vivió de primera mano la unificación económica y política alemana y el primer contacto con la Europa del Este.
Después fichó por el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, entonces recién creado por 40 países, originalmente para ayudar a la transición económica de las repúblicas exsoviéticas mediante la colaboración público-privada. DuCharme fue a vicedirigir la oficina de Moscú. La idea fundamental del banco era enviar a Rusia una generación de jóvenes para que dieran una estructura financiera al sector privado. Fue el primer contacto que tuvo con el holding Alfa, fundado por Fridman y otros dos socios, que querían convertir la cadena de supermercados X5, que por aquel entonces tenía apenas una docena de tiendas, en un gigante minorista (ahora cuenta con unas 16.000).
En 1997, DuCharme fichó por Alfa como director de desarrollo corporativo, finanzas y supervisión. El grupo posee también intereses en gas y petróleo, banca de inversión y comercial, gestión de activos, seguros, telecos o tecnología y medios. El vehículo de inversión, recuerda DuCharme, “requería de una modernización y adaptación a los tiempos, una profesionalización para poder tener una visión clara sobre la evolución de los activos. Se creó prácticamente de cero una estructura con controles financieros internos y externos, y auditoría interna y externa de gobernanza y simplificación organizativa”.
Tres años después salió de la órbita Fridman, a la que no volvería hasta 2008, para irse a Londres a trabajar en el family office Sun, dedicado a la gestión de activos en zonas como India, Rusia o Ucrania. De aquella época, DuCharme destaca la joint venture con la cervecera InBev para crear Sun-Interbrew, de la que Sun salió en 2006.
Posteriormente, ejerció durante cuatro años como consultor y representante del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo en varios consejos empresariales: el de Lomisi, la mayor cervecera de Georgia, durante su venta al grupo turco Efes, y el de Iberia Refreshments, embotelladora de Pepsi en Georgia, durante su venta a la armenia Jermuk. El directivo subraya que aprendió mucho sobre la organización de los consejos de administración, y sobre gobernanza, gestión de equipos y motivación de la dirección. Le gusta, dice, “construir grupos de trabajar, motivar, buscar equipos fuertes y hacer que sean más fuertes” que él mismo, “darle a la gente objetivos, ambiciones para cumplir”.
DuCharme también fue durante dos años consejero independiente de la Compañía de Energía y Carbón de Siberia (Suek), la principal productora de carbón del país, y perteneció a algunos otros consejos de administración.
De X5 a L1, y luego a Dia
En 2008 entra como independiente en el consejo de X5, de nuevo con Fridman; en 2012 es nombrado CEO y deja el resto de los consejos en los que participa. Tras desempeñar ese papel cuatro años, pasa a ser presidente no ejecutivo y en paralelo se estrena como socio director de L1 Retail, división de comercio minorista de Letterone (vehículo de inversión de Fridman creado en 2013 en Luxemburgo, centrado en telecos, tecnología y energía).
En junio de 2017, L1 paga 2.200 millones de euros por la cadena de tiendas británica de complementos alimenticios Holland and Barrett, y un mes después entra en el capital de Dia. En unos meses se hizo por 700 millones con el 25%, participación que perdería casi todo su valor con el hundimiento de la cotización de la compañía. Entra en el consejo en abril de 2018 y lo deja en diciembre para preparar la opa voluntaria, que se consumaría por 300 millones. En mayo de 2019 es nombrado presidente, con Holland como CEO. Luego llegaría la ampliación de capital para salvar la empresa.
Tras transformar la cadena de suministro para evitar problemas de desabastecimiento y consolidar las cúpulas de las divisiones geográficas, Holland cede el paso a DuCharme, que conoce bien los entornos en proceso de reunificación.
Buena evolución
El balance del primer trimestre del año para Dia se ha beneficiado de las compras provocadas por el confinamiento (la capilaridad de la cadena le favorece en un entorno de desplazamientos cortos), pero el negocio ya mejoraba antes del Covid-19: en febrero, la cadena consiguió la primera mejora interanual en tres años de las ventas comparables en España.