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Mientras las marcas de moda trabajan duro para ganar en relaciones públicas durante la crisis del coronavirus, Victoria Beckham ha atraído titulares poco favorecedores por hacer uso del plan de retención de empleo de Reino Unido para pagar la mayoría de los salarios de su personal con licencia.
El tono de los informes de prensa ha sido que una mujer con una fortuna familiar de alrededor de 335 millones de libras no debería usar el dinero de los contribuyentes. Hasta ahora, el sector de la moda en general ha sido objeto de muchos titulares bastante críticos durante la crisis, mientras que otras industrias han pasado en gran medida desapercibidas.
Unos 30 empleados de la empresa de moda Beckham han sido licenciados temporalmente con un 80 % de sus salarios, hasta un total de 2500 libras esterlinas al mes cada uno, pagadas por el Gobierno. Sin embargo, se ha informado que Victoria Beckham también está aumentando sus salarios para cubrir el 20 % restante, aunque no hay obligación legal para hacerlo.
El personal actualmente afectado por las medidas de licencia incluye a los de su tienda cerrada temporalmente en Mayfair y a los empleados de marketing y servicios al cliente. La empresa fue deficitaria en su último ejercicio económico y no ha obtenido beneficios desde su fundación en 2008.
El uso que Beckham hizo del plan de retención de empleo llevó a duras críticas en la televisión por el comentarista Piers Morgan y a una disputa en el aire entre él y la presentadora Susanna Reid. Morgan cuestionó por qué el estado debería «financiar su proyecto de vanidad que genera pérdidas» mientras que Reid dijo que el movimiento protegía los empleos.
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