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Hubo amor, comprensión y cariño mutuos. Ellos, en tanto comenzaron a planear el crecimiento de la familia. Para el año 2009 les dan la noticia que tanto esperaban, serían papás de una niña a quien llamarían Monserrat, en honor a la madre de su esposo.
Fue poco el tiempo que Gaby soportó el tener que dejar a su pequeña para seguir trabajando pues fue una madre completamente entregada y que privilegiaba el tiempo con su querida bebé. “Quería disfrutar cada momento con su hija, era lo más importante para su familia”, dijo el padre de sus hijos a VANGUARDIA.
Un día simplemente anunció: “ya no más trabajo, ahora es tiempo de disfrutar a mi hija y mi familia”.
BUSCABA TENER A JOSÉ LUIS DESDE AÑOS ATRÁS
Monserrath es una pequeña educada y amorosa, pues así veía el ejemplo en la familia González Tobías. Pero su madre, anhelaba el poder hacer más grande su familia. dándole un hermano a su hija. En el camino hubo una serie de tormentas, pues fueron años difíciles de intentos.
Había llegado el año 2019 y Gaby, en pláticas con su esposo Pedro, dijo: “si este año no me embarazo, ya no lo voy a intentar” ella cumpliría 40 años y sería considerada como población en riesgo, por el estar en estado de gestación a esta edad.
“Bromeábamos y decía, si iba ser niño, seríamos dos contra dos, porque las niñas se van con el papá y los niños con la mamá”, entonces ella lo esperaba con mucha ilusión, aparte hicimos un acuerdo que consistía en que, si era niño, se iba llamar como su papá, su papá falleció el 19 de marzo y con mayor razón esperaba ella a José Luis. Porque los bebés, al final del día son esperanza y la promesa de que la humanidad puede volver a hacerlo bien. Contra todo, desgraciadamente pasó lo que pasó”.
Pedro cuenta que ese mismo año “Dios les bendice y a los meses Gaby queda embarazada de un niño”.