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Además de una caída en las ventas, la crisis del coronavirus ha tenido un impacto negativo en los resultados de Salvatore Ferragamo. Después de haber mejorado en 2019 después de dos años difíciles, la marca italiana ha llegado a tener números rojos en el primer trimestre. En los primeros tres meses del año, registró una pérdida neta de 41,4 millones de euros, después de haber registrado un beneficio neto de 11 millones de euros en el primer trimestre de 2019.
Las ganancias antes de impuestos de la marca pasaron de 15 millones de euros en el primer trimestre de 2019 a una caída de 48 millones un año después. Además, anuncia una pérdida operativa (EBIT) de 36,3 millones de euros durante este período, frente a una ganancia operativa de 21,1 millones el año anterior.
En cuanto a su resultado operativo bruto (Ebitda), cayó un 82,2 %, pasando en un año de 65 millones de euros a 11,5 millones, mientras que su margen bruto ha sido de 130 millones en los tres primeros meses del año, registrando una disminución del 35,1 % y llegando a 58,7 % en facturación respecto al 63,3 % el año anterior.
El pasado abril, Salvatore Ferragamo anunció que había sufrido un descenso significativo del 30,6 % en su facturación entre enero y marzo de 2020, a 220 millones de euros (una baja del 31,4 % a tipo de cambio constante en comparación con primer trimestre de 2019).
Debido a la crisis del coronavirus, la casa tuvo que reducir sus inversiones. Así, ha confirmado sus objetivos a medio y largo plazo para continuar reposicionándose. Por otro lado, “dada la incertidumbre resultante de la rápida evolución del coronavirus y el difícil pronóstico en cuanto a la resolución de la crisis a escala mundial, la dirección no puede formular previsiones sobre el desempeño de las ventas en los diversos mercados y redes de distribución para el año en curso”, dijo en un comunicado.
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