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La compañía británica firmó a finales del pasado ejercicio esta operación, pero no se ha formalizado hasta este momento tras recibir la aprobación de las autoridades europeas competentes. La transacción estaba pendiente del visto bueno del EUMR (European Merger Regulation), un reglamento que establece las normas de la Unión Europea para las operaciones donde intervienen dos o más empresas, según informa Expansión.
Buenas noticias para Intu y para sus maltrechas cuentas. Esta semana ha recibido los 475 millones de euros por la venta de uno de los mayores centros comerciales en Europa: Puerto Venecia ubicado en Zaragoza. La firma inglesa ha ingresado la mitad de esa cantidad porque hasta ahora compartía la propiedad -al 50%- junto al fondo de pensiones Canadian Pension Plan de Investment Board.
La operación estaba sujeta a EUMR (European Merger Regulation), un reglamento que establece las normas de la Unión Europea (UE) relativas a las concentraciones en las que se combinen do o más empresas mediante fusión o adquisición debido a la joint venture formada entre Generali Real Estate y Union Investment. La venta de este activo ha sido asesorada por CBRE por parte del vendedor y Cushman & Wakefield por parte del comprador.
Esta operación alivia las cuentas de Intu, después de acrecentar sus números rojos y de anunciar a finales de marzo que no repartiría dividendos entre sus accionistas. La firma británica registró cerca de 3.000 millones de euros de pérdidas en el pasado ejercicio y ha anunciado que no podrá abonar dividendo a sus accionistas. Esta cifra significa que los números rojos de Intu han crecido un 72% desde 2018. El ‘e-commerce’ y la crisis del ‘retail’ en Reino Unido han provocado un descenso en la facturación de la compañía hasta el punto de estar al borde de la banca rota.
Intu comienza a languidecer en un sector -el ‘retail’- que vive una crisis por la epidemia del covid-19. El problema es que la inmobiliaria de origen británico arrastra muchos problemas antes incluso de que apareciese este problema sanitario que ha paralizado la economía mundial. En esta línea, la compañía ha anunciado los resultados del pasado ejercicio con noticias poco esperanzadoras.
Intu, propietaria en España del centro comercial Xanadú (Arroyomolinos, Madrid) registró 2.293 millones de euros en pérdidas, o lo que es lo mismo elevó un 72% los números rojos de la empresa con respecto a 2018. Esta situación ha abocado a la firma a anunciar a sus accionistas que no podrá repartir dividendos. Esta noticia se produjo tan sólo unas semanas después de que Intu diera marcha atrás a su plan para ampliar capital, que se presentaba como una solución para sanear sus maltrechas cuentas. Un ejemplo de este negativismo es el descenso en la facturación: 615 millones de euros, un 6.7% menos que en el pasado ejercicio.
De cara al ejercicio 2020, la compañía británica anticipa una caída de los ingresos comparables por alquiler, aunque confía en que el retroceso sea de menor intensidad que en 2019, cuando bajaron un 9,1%, y ha advertido de que está vigilando el potencial impacto de la epidemia de coronavirus en sus centros comerciales. «Nuestros resultados de 2019 evidencian los retos del sector, en particular los cambios estructurales que se están produciendo en el comercio minorista», señaló la compañía en un comunicado.