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En la que probablemente sea la última entrega de la franquicia exclusivamente para las consolas de la presente generación, NBA 2K20 llega con la jugabilidad pulida al máximo. Dos décadas de experiencia de un equipo que ya empezó con buen pie allá por 1999 solo pueden dar lugar al que sin lugar a dudas se sitúa como uno de los mejores simuladores deportivos no ya de los últimos años, sino de la historia. Sobre la cancha, el trabajo de Visual Concepts es completamente irreprochable, pero esta vigésima iteración es también la más rodeada de polémica, arrastrando una tónica de anteriores temporadas que en esta ocasión se ha agravado con ciertos asuntos poco afortunados. Muy poco afortunados. A la hora de jugar, NBA 2K20 es Kevin Durant, Stephen Curry, James Harden… Sin embargo, fuera del parquet, a veces se comporta como si fuera Matt Barnes o Ron Artest.
Todas las temporadas se cumple el tópico de escuchar a la comunidad, y se ha hecho en ciertos aspectos, todos ellos relacionados con la jugabilidad. Sin embargo, 2K Games hace ya tiempo que va por un camino muy peligroso en cuanto a sus políticas de contenido, y en esta entrega está caminando directamente sobre el alambre. Aún con todo, NBA 2K20 no es ni una cosa ni otra, sino un conjunto de aspectos inabarcable una vez más para el aficionado al baloncesto virtual, y que dará que hablar de cara a la industria de manera global. Es más: ya lo ha hecho.
The G.O.A.T.
Es cierto que cada temporada pensamos que NBA 2K ha alcanzado la excelencia, pero siempre implementan o corrigen un par de detalles aquí y allá que mejoran lo visto anteriormente. En esta ocasión son varios los aspectos que se han visto tocados, y uno de ellos es la importancia de la velocidad, tanto para bien como para mal. Nos explicamos. Esta vez los jugadores rápidos tienen una clara ventaja de velocidad, y así, tipos como Kyrie Irving o D’ Aaron Fox dominan desde su primer paso o desde el dribbling, haciendo aconsejable además partir de la posición de triple amenaza cuando reciben el balón, en lugar de ponerlo en el suelo directamente, y así aprovechar un primer paso potenciado. De esta manera, los bases -o escoltas rápidos tipo Donovan Mitchell- cobran una nueva dimensión en el ataque del equipo, algo que se extiende a lo largo y ancho de todos los modos de juego, desde My Team hasta Mi Carrera en todas sus vertientes: el Parque, Pro Am, Rec Center…
Sin embargo, por el contrario, los jugadores más lentos pagan esa lentitud más que en el juego posicional, en contraataque y transición, porque otro elemento que se ha corregido y afecta a todos los jugadores, es la resistencia, mucho menor en esta entrega, y lo cual nos lleva a varias consecuencias. La primera y más obvia es que la segunda unidad de nuestro equipo cobra mayor importancia, y al ser generalmente de un nivel menor, exige un mayor dominio por nuestra parte. La segunda y menos evidente es que conviene dosificar a nuestros jugadores, y lo más inmediato para esto es no spamear el botón de sprint continuamente, sino saber cuándo y cómo usarlo. Debemos usarlo en un contraataque o en un 1 x 1, eso está claro, pero… ¿debemos dar ese plus en un balance defensivo cuando difícilmente vamos a evitar la canasta y solo vamos a hacer que el cansancio de nuestro jugador aumente sobremanera? A esto se juega mucho con los pies y con las manos -virtualmente solo con estas-, pero tanto con el balón como con el mando, también con la cabeza. Consecuencia a su vez de esto es un descenso en el ritmo de los partidos que hace que gane en importancia el juego en estático y la elaboración de jugadas, al menos en las posesiones clave, algo que se ha visto potenciado también con mejoras en el movimiento sin balón de los jugadores, con trayectorias más lógicas y acordes a sus tendencias.
Hay que decir también que, aunque al contrario que el año pasado, los cambios en gameplay afecten más a la parte ofensiva que a la defensa, esta también ha recibido algunas novedades, pero una por encima de ellas: la mayor dificultad a la hora de robar el balón. O mejor dicho, más que dificultad, exigencia. Ahora es mucho más importante saber cuándo y cómo atacar el balón, pero para ayudarnos, el indicador alrededor de los pies del manejador se volverá discontínuo cuando se encuentre en una posición de debilidad. Pero también los protectores del aro se han visto potenciados con nuevas animaciones como por ejemplo espectaculares tapones en los que el defensor se queda con la pelota directamente en el aire, y que puede verse por ejemplo en la carta inicial de Hakeem Olajuwon que obtenemos al comenzar en My Team. Se nota la inclusión de Zion Williamson en el Team 2K.
Cuando hablamos de novedades en el gameplay tenemos que hacerlo, toque en este apartado o no, de la inclusión de la WNBA. Tal vez deberíamos tocarlo a la hora de hablar de modos de juego y contenido, pero el trabajo de Visual Concepts a la hora de implementar la mejor liga femenina de basket del mundo es otra historia. No se trata de meras skins a las mismas animaciones de sus homónimos masculinos, sino de un trabajo completo de captura de movimientos en la que han participado jugadoras del calibre de Candace Parker o Breanna Stewart, así como nuestras paisanas Amaya Valdemoro o Maite Cazorla, que debutará esta temporada en las filas de las Atlanta Dream. El baloncesto femenino es menos físico pero más táctico, y de esta manera vamos a ver menos mates, obviamente, pero nuevas entradas a canasta o tiros en suspensión, amén de situaciones tácticas sobre todo al poste. Este cobra una nueva dimensión en la WNBA, gracias al peso de jugadoras de auténtica élite en ese apartado como Elena Delle Donne o Liz Cambage -ay, la que lió la australiana a las nuestras en el Mundial-, capaces de causar verdaderos estragos en el poste bajo, cada una en su estilo: clase la primera, potencia y fuerza la segunda. Ambas son perfectamente distinguibles.
Modos de juego y contenido: pilares sólidos pero…
A la hora de disfrutar NBA 2K20 la oferta es de sobra conocida, y cualquier aficionado al baloncesto encontrará su lugar. Hay muchos jugadores de NBA2K diferentes, eso es obvio, y todos tienen razones para volver, aunque el modo Mi GM se vea ensombrecido por los dos más importantes y a los que vamos a dedicar más espacio, como es lógico. No es algo exclusivo o propio de esta franquicia, estos modos mánager se están viendo eclipsados por otros a los que los jugadores dedican mucho más tiempo, y eso pasa en FIFA, Madden, MLB The Show… en todos los juegos deportivos. Cabe decir, y tal vez seamos un poco malpensados -aunque dicen que «piensa mal y…»-, pero las editoras lo tienen muy sencillo: son los modos menos jugados y dicho sea de paso, los más difíciles de monetizar, con lo que los recursos empleados en ellos son mínimos. Eso no quiere decir que sea un modo descuidado, todo lo contrario, y es que tiene tanto contenido como un juego que sea solo mánager -excepto el enfermizo Football Manager de los británicos Sports Interactive, claro-, solo que su progreso no va al mismo ritmo que el de My Team o My Player.
Como todos sabemos, el tiempo de juego dedicado a NBA 2K se sustenta en dos modos principales. Uno de ellos es Mi Jugador, el cual a su vez se divide en muchas vertientes, pero necesariamente hay que comenzar hablando de la creación del mismo. Visual Concepts ha aprendido la lección de los dos últimos años y ha encontrado un punto medio entre la libertad absoluta para crear un jugador total de NBA 2K18 y las excesivas restricciones de NBA 2K19. Las quejas relacionadas con esto llevaron a pensar que el estudio se decantaría incluso por la desaparición de los arquetipos, pero se ha llegado a un punto en el que es el jugador el que crea su propio arquetipo, con restricciones, sí, pero mucho menores. Así, si por ejemplo queremos crear un jugador interior -así hemos hecho para este análisis- podremos desarrollar un gran protector del aro y reboteador, pero difícilmente será este un gran tirador -tipo Gobert o Capela-. Por contra, si queremos crear un distribuidor de balón y un gran talento en ataque, podemos, pero bajará sus prestaciones en defensa. Un estilo Jokic, vamos. En definitiva, podemos crear un jugador especialista en una o dos facetas, o un jugador versátil, pero no uno que domine a la perfección todos y cada uno de los aspectos del juego porque eso es simple y llanamente, ciencia ficción. Es como si a Giannis Antetokounmpo le pusiéramos el tiro en suspensión de Ray Allen: suena bien para la secuela de Space Jam, pero no para NBA 2K.
Las posibilidades se incrementan conforme pasamos a fases posteriores de la edición de nuestro jugador. Esta vez podemos elegir el Dominio entre dos, ver su potencial en cada estadística -no solo verlo, sino editarlo incluso- y seleccionar las insignias, ya que estas -cuya cantidad se ha incrementado varias decenas- se agrupan en cuatro conjuntos: Organización, Tiro, Finalización y Defensa/Rebote, y a medida que llevemos a cabo acciones relacionadas con estos cuatro aspectos del juego, subiremos experiencia en cada uno, pudiendo añadir o mejorar una insignia correspondiente al mismo. ¿Con esto que se pretende? Que si quieres mejorar la insignia Protector del Aro hasta Hall of Fame no tengas que hartarte a poner tapones, sino que sirvan otros aspectos del juego relacionados con la categoría Defensa/Rebote en este caso. En definitiva, es el editor más completo, con más herramientas y más libertad para el jugador visto hasta ahora en la franquicia, pero con las suficientes reglas como para que no sea una completa locura de jugadores de siete pies ultraversátiles.
Tras la creación toca vivir la parte narrativa de Mi Carrera, que en esta ocasión viene a titularse When the lights are brightest, y está producida nada menos que por Spring Hill, productora propiedad de Lebron James. La historia nos cuenta las vivencias de Che, un chico en su último año universitario que tras verse rodeado de una polémica tiene que partir de cero para convencer a los scouts de que merece ser elegido en un puesto alto del Draft. En esta trama vemos las interpretaciones de actores reconocidos como Idris Elba o Rosario Dawson -ambos desaprovechados- y jugadores como Kemba Walker, dos de los nuevos «Pelicans ex Lakers» -Ball e Ingram-, Kyle Kuzma o el propio James, aunque muchos de ellos metidos ligeramente con calzador. En general nos ha parecido una historia al nivel de otras ya vistas, ni mejor ni peor, y a la que le falta un poco de punch. Históricamente, estas narrativas nos cuentan los aspectos menos agradables de la vida de los jugadores de baloncesto profesionales -o que están a punto de serlo-, pero le falta ir un paso más allá, seguramente por correción y no saltarse el PEGI. Hablamos de historias que han trascendido como las de películas tales como He Got Game, de Spike Lee, o Un Domingo Cualquiera, de Oliver Stone. No podemos exigirlo, evidentemente, porque como decimos, el juego dejaría de ser aconsejable para menores, pero hay clichés y tópicos ya muy repetidos. También sabemos que hay muchos jugadores que omiten esta parte narrativa, con lo cual probablemente llegue el día en que en 2K Games se planteen su necesidad, y ese día tendremos polémica con los jugadores que lo echan de menos, aunque sean una minoría. Esto funciona así.
Una vez terminada esta parte, vamos a lo verdaderamente bueno y que representa un pozo de horas interminable, y es gozar de total libertad para desarrollar a nuestro jugador, y disputar con él una gran variedad de competiciones. Como sabemos, podemos hacerlo de manera más exigente y competitiva en el Pro Am -imprescindible hacerlo con cinco amigos o al menos con comunicación-, un poco más informal en el Rec Center, y de manera más orientada al baloncesto callejero en el Barrio, el cual nos ha decepcionado en parte por el diseño prácticamente idéntico al de NBA 2K19, aunque sufrirá cambios conforme transcurra la temporada y se organicen eventos temáticos. En cuanto a la progresión, al igual que en la temporada pasada, podemos llegar a un rating de 85 simplemente con VC -ganados o pagados con dinero real-, pero a partir de ahí, toca trabajar. Y toca hacerlo realmente bien, porque una vez superada la media de 95, podremos incluso bajarla si nuestro rendimiento en cancha no acompaña. El estudio ya avisó: será más sencillo y rápido llegar a un nivel alto, pero va a ser más duro y exigente llegar a ser verdaderamente top, y es que si echamos un vistazo al Wall of Fame del Barrio de NBA 2K20, está demasiado lleno de nombres. Visual Concepts no quiere eso.
No obstante, si durante la temporada pasada se apostó fuerte por un modo de juego ese fue Mi Equipo, lo que no quiere decir que se hiciera todo bien. Nada más lejos. Siempre bajo nuestro parecer, hubo algunas decisiones a lo largo del año que empañaron el resultado final: la potencia desmedida de muchas cartas -¿Un Shaq con 88 de triple? ¿Un Michael Jordan con 99 en todo? ¿En serio?-, la pírrica recompensa por completar los Desafíos Semanales -comenzó siendo de 3 tokens para pasar a ser 6 tras las quejas-, también en Ilimitado si no conseguías las 12 victorias, la poca cadencia de Desafíos puntuales… En resumen, los modos online eran una jungla en los últimos meses, mientras que el jugador solitario no encontraba tampoco mucho que hacer. ¿Han tomado nota en 2K Games? Al parecer sí, pero quedan muchos meses por delante, así que veremos…
Por el momento nos encontramos con una más que considerable cantidad de contenido, la mayoría ya conocido. El ya clásico modo Dominación, en el que batir a los actuales equipos de la NBA, así como conjuntos históricos, aunque con una salvedad respecto a temporadas anteriores. En esta ocasión no hay una sola dificultad, sino que podremos elegir entre tres diferentes, conllevando cada una, obviamente, una recompensa mayor en proporción. Aquí tenemos que hablar de la nueva modalidad de cartas, ya que por batir a los equipos actuales conseguiremos una de ellas: las cartas Evolución, una grandísima idea que ojalá haya llegado para quedarse, y que podremos obtener también de varias maneras.
Las cartas Evolución no tienen mucha complicación. Se trata de cartas de una rareza determinada, la cual puede subir según vayamos cumpliendo requisitos con la misma: anotar una cantidad de puntos, jugar partidos, hacer mates, anotar triples, etc… Cuando estos requisitos se cumplan la carta mejora al siguiente nivel de rareza y evidentemente, es mejor, aunque el límite de mejora no es siempre el mismo: algunas pueden llegar hasta Ópalo Galaxia o Diamante Rosa, otras solo hasta Zafiro o Rubí. ¿Por qué es tan bueno este añadido? Primero de todo, añade una manera de incitar al jugador a que pruebe con cartas diferentes y no jugar siempre con el mismo quinteto -o trío-, y por otro, condiciona la manera de jugar, ya que si estamos a punto de evolucionar a una carta, seguramente queramos que ese jugador sea protagonista, algo que dicho sea de paso, añade un punto de desafío si ese jugador no es especialmente bueno. Como decimos, un añadido que nos ha gustado especialmente.
Por otro lado, a los ya tradicionales Desafíos Semanales -esta vez con 6 tokens de recompensa desde el comienzo- que empiezan por los equipos protagonistas del verano -Clippers, Lakers, Pelicans…- se suma el Desafío Bajo los Focos, una serie de partidos en los que cumplir uno o varios requisitos y que para comenzar, tienen como protagonista a Dwayne Wade, jugador que ocupa la portada de la Edición Leyenda del juego. Estos desafíos nos han gustado por una parte, ya que las recompensas sí son generosas y son exigentes, pero tienen un pero, valga la redundancia: para poder disputar alguno de ellos es necesario contar en nuestro equipo con una carta en concreto… que solo se consigue en sobres, o comprándola en la casa de subastas. Esto no es que obligue a pasar por caja para comprar esos sobres -y ni mucho menos garantizando que salgan esas cartas-, pero… la alternativa digamos que es jugar muchísimo y gastar un buen puñado de MT en una subasta.
Un submodo que se «introdujo» -recordaba al Blacktop- el año pasado era Triple Amenaza, el cual gustó mucho a la comunidad, y no es para menos. Fue un acierto rotundo, ya que permitía jugar partidos cortos y conseguir recompensas en sesiones cortas de juego, amén de ser muy divertido y una gran opción para jugar online. Como no podía ser de otra manera, está de vuelta en NBA 2K20, con algunos cambios a priori para bien: las tiradas de balón tras la victoria en TA online tienen diferentes recompensas según subamos de nivel -el año pasado eran aleatorias-, y los premios en TA offline son bastante más jugosos, consiguiendo con cada victoria un premio que seguramente merezca la pena… o dos. concretamente es en Triple Amenaza offline donde estaba previsto implementar la máquina tragaperras para dilucidar la recompensa obtenida tras la victoria, algo que como hemos visto se ha suprimido y se ha cambiado por simplemente una caja fuerte cuyo color determinará la calidad de esa recompensa.
Mucho se ha hablado acerca de esta tragaperras -y de la ruleta, cuya presencia es prácticamente testimonial- en las últimas semanas, desde la presentación del tráiler del modo Mi Equipo. A nuestro juicio este tráiler es tremendamente desafortunado por dos aspectos: el primero, deja la sensación de que la importancia de estas mecánicas de azar es mayor de lo que realmente hemos podido comprobar, y segundo, hay una sensibilidad y conciencia especiales y crecientes -cosa que celebramos, no faltaba más- respecto al problema que suponen los juegos de azar y las apuestas, no solo con la presencia de las cajas de botín en videojuegos, sino en general-, con lo cual esta decisión no nos puede parecer más torpe. Las críticas recibidas han sido tales que nos ha retrotraído al caso de Star Wars Battlefront 2, y es en estas ocasiones cuando las compañías más aprenden de los errores. Esperemos que esta no sea una excepción, pero dicho esto, estas mecánicas no han sido implementadas en absoluto para invertir dinero real en ellas.
Sea como fuere, nos encontramos con un modo Mi Equipo que recompensa como nunca al jugador, y por qué no decirlo, le anima siempre a entrar. No solo por las recompensas de inicio de sesión, sino por los desafíos diarios semanales, mensuales y globales, o aquellos eventos especiales. Por ejemplo, en el momento de escribir estas líneas, se podía encontrar por tiempo limitado una carta Esmeralda de Channing Frye en el tablero de Triple Amenaza online… Es sin duda una buena manera de fidelizar al jugador y que este sienta que realmente merece la pena invertir tiempo en este modo.
Los micropagos, el punto de controversia
Desde hace ya algún año, NBA 2K es una franquicia en el ojo del huracán debido al tema de los micropagos, no sin razón. Como es habitual, se sigue funcionando con los VC -Virtual Currency-, los cuales se pueden conseguir jugando al modo Mi Carrera o pagando con dinero real. Hay que decir que realmente en este modo están bastante bien equilibrados, ya que prácticamente por cualquier cosa que hagamos, por nimia que sea, recibimos una cantidad de VC, los cuales sirven bien para subir los atributos de nuestro jugador -en cantidades no exageradas- o bien para elementos estéticos tales como tatuajes, ropa, etc… Podemos obtenerlos jugando partidos de nuestra carrera en la NBA -muy mal se nos tiene que dar para no conseguir más de 1.000 por partido-, en el Parque, Pro Am o Rec Center, o cumpliendo determinados desafíos diarios. Sí, tienen presencia en el modo Mi Jugador, pero no es excesivamente sangrante.
Otra cosa diferente ocurre en Mi Equipo. Como todo modo con sobres de cartas por medio -que no dejan de ser cajas de botín-, la tentación de invertir dinero real es fuerte, aunque puedan comprarse con MT, la moneda que conseguimos única y exclusivamente jugando a este modo. Sea como sea con qué divisa paguemos, los sobres son especialmente caros, no digamos ya si el sobre en cuestión te garantiza una carta de cierta rareza. Sin ir más lejos, ahora mismo podemos encontrar sobres de la colección Multidimensional: un sobre que garantice un jugador de dicha colección cuesta el equivalente en VC a 5 €, mientras que el paquete de 10 sobres de este tipo se va a casi 40 €.
¿Convierte esto Mi Equipo en un pay to win? No necesariamente, aunque hay que coger esta afirmación con pinzas… Ahora mismo no hay cartas excesivamente fuertes, con lo que por mucho dinero que invirtamos, nuestro equipo no va a mejorar mucho más que simplemente jugando, pero puede ocurrir otra cosa diferente dentro de no mucho, cuando entren en juego las cartas Ópalo Galaxia y Diamante Rosa, a no ser que se hayan equilibrado y estén menos rotas que en NBA 2K19. Esperamos que así sea. Aún así, comprar sobres no garantiza tener ninguna de estas cartas -ayuda obviamente-, y tenerlas tampoco garantiza ganar -ayuda aún más-, con lo que poner dinero no significa ganar más partidos per se. Pero insistimos, esto es lo que pasa hoy en día en el juego, poco más de una semana después de su lanzamiento. Lo que ocurra de aquí a unos meses está por ver, y estaremos atentos a seguir su evolución e informar acerca de ello.
LO MEJOR
- Los cambios en gameplay aportan más profundidad y obligan a jugar de manera más inteligente
- La flexibilidad y libertad del nuevo editor de Mi Jugador
- Las novedades de Mi Equipo: cartas Evolución y más recompensas y desafíos
- El añadido de la WNBA
LO PEOR
- Los micropagos, de nuevo omnipresentes y con precios exagerados en determinados artículos
- Algunas decisiones que empañan el contenido de Mi Equipo (Desafío Bajo los Focos)
- El diseño del Barrio, prácticamente idéntico al de NBA 2K19
- Los comentarios en castellano, ya muy reciclados de una temporada a otra
CONCLUSIÓN
NBA 2K20 es una vez más, imbatible sobre la cancha. La sensación que deja temporada tras temporada es que a cargo del desarrollo de esta franquicia están los mayores talentos del mundo en lo que respecta a videojuegos deportivos, y la profundidad de su gameplay así lo atestigua. Cuando uno piensa que ya no es posible avanzar, Mike Wang y su equipo siguen sorprendiendo y yendo un paso más allá. Los modos de juego también se han visto mejorados en todos sus aspectos, con un editor más potente y libre en Mi Jugador y más recompensas en Mi Equipo, aunque no nos haya convencido la historia del primero y algunas decisiones del segundo. Sin embargo, la polémica con las tragaperras y ruleta, aunque resuelta en parte, ha hecho un gran daño a la marca antes de su lanzamiento, mientras que los micropagos siguen muy presentes en el juego. 2K Games necesita replantearse su política a este respecto y comenzar de cero con la llegada inminente de la próxima generación, porque la comunidad está hablando, y lo está haciendo alto y claro.
8.8
Muy bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del género. Está bien cuidado a todos los niveles.