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El sector agroalimentario, que proporciona productos básicos de primera necesidad, es un sector estratégico y es el que se presenta más estable en Europa y en España, por eso es necesario cuidarlo. Es una de las conclusiones del webinar celebrado en torno al Smart Agrifood Summit por la Fundación Intec (Innovación y aplicación de la Tecnología) y centrado, en esta ocasión, en “Volver a lo rural, volver a lo esencial”.
Moderado por el presidente de Intec, Manuel Campo Vidal, y el Vicepresidente de la Fundación Europea para la Innovación, Juan Francisco Delgado y director de Smart Agrifood Summit, el encuentro contó con ponentes de alto nivel. Entre ellos, el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas; el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla; y el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quienes intervinieron en el primer panel. El segundo estuvo encabezado por la directora general de desarrollo rural, Isabel Bombal; y los presidentes de las diputaciones de Granada, José Entrena, y Palencia, María Ángeles Armisén.
El foro ha tratado en sus diversos encuentros una serie de temas entre los que, en nuestro caso, se puede destacar uno en el que directivos de las algunas empresas de logística en España contaron su fórmula para afrontar la pandemia y cuáles son los retos de futuro que están abordando y abordarán.
Participaron en este webinar Luis Doncel, el General Manager de GLS Spain, Sergio Peinado, Head of eCommerce and Digital Solution de Correos, y Daniel Martínez, Managing Director de CEFETRA, con la moderación de Juan Francisco Delgado.
La voz de la Administración
En el webinar se facilitó la primicia que el próximo Smart Agrifood Sumit se traslada de sus fechas de junio al 24 y 25 de septiembre, en Málaga, con un formato híbrido presencial y on-line. El fin de septiembre y el inicio de octubre será una época de aglomeración de eventos relativos a la logística agroalimentaria. En coincidencia con Smart Agrifood Sumit se celebrará también la Bolsa de Cereales del puerto de Baiona, AgriVrac, y los días 1 y 2 de octubre tendrá lugar en el puerto de Tarragona el tercer congreso Agrifood.
El ministro Luis Planas ratificó su apoyo a éste evento y a la “vuelta al campo”, con una valoración positiva de la nueva propuesta de la PAC que apuesta por el rejuvenecimiento rural y la digitalización. Se trata de “una transición justa” en base a la sostenibilidad social, económica y medioambiental y recordó que nuestro país exporta 57.000 millones de euros anuales de productos agroalimentarios a través de todos los medios de transporte, sobre todo, el mar y el camión.
Por su parte, Miguel Ángel Revilla y Guillermo Fernández Vara dijeron que el Covid ha traído una nueva visión sobre el campo y se ha reavivado el auge de lo rural. En este sentido, Fernández Vara señaló que las empresas ya no piden subvenciones, sino agilidad en los trámites, y anunció la nueva política de “lo que no está prohibido, está permitido” para facilitar el asentamiento de nuevas empresas en el sector agro.
Logística y Covid-19
La alimentación y la agricultura están siendo afectadas en todos los países como resultado de las medidas para contener el brote de Covid-19. Los impactos difieren entre los sistemas agrícolas y hacen que algunos países estén más expuestos que otros. La mayoría de las actividades agrícolas dependen de la estación y del clima; Siguen un patrón de tiempo, ritmo y secuencia de actividades. Un retraso en la actividad de una puede tener impactos durante todo el proceso de producción, afectando los rendimientos y la producción.
La agricultura intensiva podría ser la más afectada, particularmente donde la producción depende de un gran variedad y grandes cantidades de insumos intermedios, como semillas, piensos, fertilizantes, pesticidas, lubricantes y diésel. Pero también, los agricultores de subsistencia pueden verse afectados porque sus cadenas de suministro de insumos suelen ser más frágiles y más susceptible a las interrupciones.
La agricultura depende de las cadenas de valor de los alimentos a través de una logística eficiente durante la siembra, cosecha, procesamiento o transporte a mercados. La falta o la demora en el suministro de estos productos afecta a las personas en el sector informal de zonas urbanas que dependen de productos de las zonas rurales para su subsistencia.
El cierre de restaurantes, cafeterías y vendedores ambulantes de comida, por ejemplo, también pueden conducir a reducciones significativas en mercados de otro modo confiables para muchos agricultores, cuyos ingresos disminuirán cuando los productos no pueden llevarse a los mercados.
En este contexto, mantener un sistema de insumos que funcione en la agricultura es fundamental para un buen funcionamiento de la cadena de suministro de alimentos: de la “granja a la mesa”. Sin una adecuada coordinación estas intervenciones pueden no tener los efectos esperados, por lo que se sugirió la creación de un comité de crisis para tratar el impacto del brote de Covid-19 en el suministro de alimentos, que involucra, entre otros, ministerios de agricultura, ganadería y alimentación, transporte, economía, comercio, etc, como el creado en España. Un comité de crisis como este se convierte en un mecanismo crítico para monitorear y proponer estrategias para minimizar los impactos del coronavirus en seguridad alimentaria y nutrición a través de la producción agrícola potencial y interrupciones en el suministro de alimentos. Para garantizar que las estrategias sean implementadas de manera adecuada y completa por los operadores del mercado, es crítico que este comité de crisis involucre al sector privado, a través de un comité asesor más amplio de múltiples partes interesadas que incluye representantes de todos los actores en el cadena de suministro de alimentos.
Además las empresas deberán adoptar un plan de contingencias para afrontar la situación.
La Logística, clave para la cadena agroalimentaria
Hemos visto como el ecomerce también ha surgido con fuerza en la cadena agroalimentaria y que esta no se ha interrumpido en lo que respecta al suministro de materias primas; es más ha sufrido grandes tensiones y no ha disminuido su eficacia. La cadena logística ha sido clave.
El desafío del Covid-19 es un ejemplo que nos permite tener una visión más detallada de las operaciones y las cadenas de suministro de la cadena agroalimentaria, y a su vez, de la importancia en el desarrollo de relaciones más colaborativas y resilientes con proveedores críticos. Las relaciones entre las empresas y el grado de agilidad implícito en los modelos operativos son los que pueden ayudar a las organizaciones a fortalecer la preparación general ante cualquier interrupción. Ahora sabemos que van a existir latigazos de interrupción de la cadena con la pandemia.
El entorno actual hace necesario que las compañías analicen su exposición a la disrupción generada por la pandemia de Covid-19 y, de este modo, tomar medidas con el objetivo de disponer de una cadena de suministro resiliente ante posibles futuras amenazas e interrupciones.
En concreto, las empresas con amplia presencia internacional o vínculos directos con las áreas afectadas deben tomar medidas inmediatas y, para ello, es necesario contemplar todos los posibles factores de riesgo. Desde los proveedores a los diferentes Tier-n y distribuidores, determinando además si éstos también han realizado una evaluación similar que pueda exponer a la compañía de forma indirecta.
Y, por descontado, en la gestión de riesgos de la cadena de suministro extendida, las áreas afectadas como la gestión y fidelización de la demanda y proveedores, el transporte y la logística o la gestión de inventarios.
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