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Victoria’s Secret no levanta cabeza. La empresa, que iba a pasar a manos de Sycamore Partners hasta que el fondo decidió suspender el acuerdo por la pandemia del coronavirus, ha llevado su filial británica a concurso de acreedores.
Reino Unido fue el primer mercado europeo en el que desembarcó la empresa, que actualmente cuenta con 25 establecimientos en territorio británico, que emplean a más de 800 personas.
La compañía ha nombrado a Deloitte como administrador y este ha asegurado que será un proceso de reestructuración “ligero” mientras busca un potencial comprador para el negocio. Las operaciones online, en cambio, están fuera del proceso y continuarán funcionando normalmente, según Drapers.
El mes pasado, la compañía anunció que cerraría definitivamente un cuarto de su red de tiendas en Norteamérica en los próximos meses. L Brands, propietario de la cadena, mantiene su objetivo de escindirla de Bath&Body Works y operar con dos sociedades independientes cotizadas.