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Europa comienza lentamente a alejarse de la cruda batalla contra el coronavirus. Después de registrar sus peores escenas y más difíciles momentos a mediados de marzo, países como Italia, España y Francia, ya han podido retomar cierta normalidad en la vida de sus ciudadanos. Sin embargo, mientras estos países ya aplanaron su curva de contagios, hay otros en donde la situación es cada vez más alarmante. Este es el caso de naciones como Suecia, Reino Unido, Polonia y Rusia.
La semana pasada, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), alertaba que Suecia y Polonia son los únicos países del continente que todavía no superan el peak de Covid-19. “La ola inicial de transmisión ha alcanzado su punto máximo en todos los países, excepto Polonia y Suecia”, escribió el ECDC en su última evaluación rápida de riesgos.
El caso de Suecia ha llamado la atención mundial puesto que su estrategia difiere de los planes de la mayoría de los países, al apostar por la inmunidad de rebaño. Por ello, el país ha mantenido abiertas la mayoría de las escuelas, restaurantes, bares y negocios. Pero hasta la fecha solo alrededor del 6,1% de los suecos habían desarrollado anticuerpos, muy por debajo de los niveles considerados suficientes para lograr una inmunidad de rebaño, según divulgó esta semana un estudio citado por Reuters.
Este miércoles el país sobrepasó las 5.000 muertes y ya suma 56.043 contagios, con una de las tasas de mortalidad más altas del mundo. Per cápita, la tasa de mortalidad de Suecia es más de 4,5 veces la tasa en Dinamarca y más de nueve veces la tasa en Noruega. Estos otros países nórdicos son similares a Suecia en términos de propagación de la población y sistemas sanitarios y políticos. El 10 de junio Suecia registró su cifra de contagios diarios más alta con 1.487.
Si bien muchos expertos suecos han apoyado el plan, muchos otros han instado al país a cambiar de táctica, e indican que Suecia parecía estar descartando evidencia sobre cómo funciona el virus y que no estaría dispuesto a dar los mismos pasos que casi todos los demás países de Europa.
De hecho, el propio epidemiólogo jefe de Suecia y el hombre que está detrás del enfoque más flexible del país ante la pandemia, Anders Tegnell, dijo a una radio sueca: “Creo que hay un potencial de mejora en lo que hemos hecho, con bastante claridad”. “Si volviéramos a encontrar la misma enfermedad, sabiendo exactamente lo que sabemos sobre ella hoy, creo que nos conformaríamos con hacer algo entre lo que hizo Suecia y lo que ha hecho el resto del mundo”, agregó.
Polonia, en tanto, reaccionó rápido ante la propagación del virus cerrando sus fronteras, negocios no esenciales y prohibiendo grandes reuniones. Sin embargo, los primeros días de junio registró un alza en su cifra diaria de contagios. El país registra 31.316 casos de Covid-19 y 1.334 muertos. Y es que una mina de carbón de la región de Alta Silesia, en el sur del país, fue escenario del mayor incremento de casos registrado en el país. Este rebrote le ha impedido a Polonia dejar atrás su peak de contagios.
“En lugar de disminuir la curva epidémica, tenemos una especie de meseta”, dijo a The Financial Times Maria Ganczak, especialista en epidemiología de la Universidad de Zielona Góra. “Lo sorprendente es que tenemos el mismo patrón de meseta que Suecia… Los números (de casos en Suecia) son más altos por millón de habitantes, pero el patrón es el mismo, así que, por supuesto, esto me preocupa”, añadió.
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Según la experta, la falta de capacidad de laboratorios locales en los primeros días de la pandemia, debido a que las pruebas tuvieron que enviarse a otras partes de Polonia para su análisis, también había jugado un papel importante.
Polonia comenzó a flexibilizar sus restricciones en mayo y las elecciones presidenciales programadas originalmente para el 10 de mayo tuvieron que ser pospuestas para el 28 de junio, sin embargo, los comicios podrían estar nuevamente amenazados si el aumento continúa.
Este mes Reino Unido superó las 40.000 muertes por coronavirus, y es el país con más cantidad de fallecidos de Europa. A nivel de contagios es el segundo después de Rusia, con 301.815 infectados.
La estrategia del primer ministro Boris Johnson ha resultado confusa y contradictoria, y no ha logrado disminuir las cifras relacionadas con el virus al nivel de sus vecinos. Pese a estas cifras, Johnson permitió la reapertura de ciertos comercios como el retail en Inglaterra desde esta semana, tras tres meses de bloqueo, lo que generó largas filas afuera de tiendas de ropa como Primark.
Los expertos buscan que Johnson retroceda en sus planes de reapertura. Un grupo de cerca de 100 científicos publicaron una carta abierta en el diario The Telegraph, dirigida al gobierno, en la que expresan su preocupación por una desescalada demasiado acelerada. “Todavía estamos en una situación en la que existe una transmisión sustancial en la comunidad”, dice la carta.
De hecho, Johnson tuvo que dar un pie atrás en la reapertura de los colegios. El primer ministro había anunciado que algunas clases primarias se reiniciarían el 1 de junio, pero después de que los sindicatos, consejos y directores plantearan preocupaciones de seguridad, el gobierno se vio obligado a retroceder.
”Tenemos un NHS (sistema de salud) fantástico, pruebas fantásticas y una vigilancia fantástica de la propagación de la enfermedad … Nuestro país sigue estando extremadamente bien preparado”, había señalado Johnson el 3 de marzo. Entre el 19 y 20 de marzo, el premier ordenó el cierre de lugares públicos, pero al parecer, la demora en la toma de decisiones y medidas ha afectado las capacidades del país de superar la crisis. Muchos opositores y expertos han sugerido que el premier improvisa sobre la marcha.
La situación de Rusia es distinta, puesto que el país aseguró haber superado el peak de contagios en mayo. El 11 de mayo Rusia registró el récord de nuevos casos diarios con 11.656 contagios. Sin embargo, pese a que ha disminuido la cifra diaria, los números siguen siendo altos y constantes en el tiempo. Desde el 18 de mayo a la fecha, esta cifra se ha mantenido entre los 7 mil y 9 mil casos por día.
Según los expertos, la apresurada reapertura ordenada por el Kremlin ha propiciado esta situación, además algunos creen que se aproxima una segunda ola. Rusia registra 569.063 y 7.841 muertes.
A principios de mes se permitió la reapertura de algunos servicios y comercios como los restaurantes y hoteles.
Según The New York Times, los críticos del Kremlin han acusado a las autoridades de levantar las restricciones demasiado rápido para allanar el camino para una votación a nivel nacional sobre las reformas que permitirían al Presidente Vladimir Putin postularse dos veces más para presidente después de que termine su mandato actual en 2024.
Incluso antes de comenzar con una reapertura en el país, Putin ya advertía a fines de mayo que “otra ola en la tasa de enfermedad por coronavirus es posible en Rusia, desde finales de octubre hasta noviembre”.