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El 19% de los consumidores chilenos ha tenido problemas para obtener préstamos o hipotecas debido a la información recopilada sobre ellos en sus cuentas de redes sociales, según estudio.
Actualmente, la mayor parte de los servicios que utilizamos en línea para casi todos los aspectos de nuestra vida, desde las redes sociales hasta las cuentas bancarias, se basan en datos para facilitar nuestro día a día. Con información personal, incluida la actividad en las redes sociales, las organizaciones pueden ofrecer a sus clientes actuales y potenciales servicios personalizados y proporcionar una experiencia continua. Sin embargo, dicha evaluación de nuestro comportamiento también conduce a calificaciones de crédito social basadas en algoritmos automatizados que pueden afectar nuestra vida personal. El informe de Kaspersky, “Créditos sociales y seguridad: adoptando el mundo de las calificaciones”, revela las experiencias de los consumidores con tales sistemas.
Según el estudio, el 19% de los consumidores chilenos ha tenido problemas para obtener préstamos o hipotecas debido a la información recopilada sobre ellos en sus cuentas de redes sociales, siendo los mayores de 25 a 34 años los que más confían en estos servicios y los más afectados. Si bien existen regulaciones conocidas para la calificación de crédito basadas en nuestra conducta financiera, no existe un marco públicamente conocido sobre los sistemas que recopilan información personal de nuestros perfiles en línea.
El informe de Kaspersky sugiere que las personas están dispuestas a compartir datos confidenciales para asegurar mejores tarifas y descuentos, y para recibir servicios especiales. Al mismo tiempo, un número significativo de consumidores permanece atento a cómo se usan las redes sociales, mientras otros no se sienten cómodos con que organizaciones echen un vistazo a sus vidas personales. Por ejemplo, el 27% de los encuestados en Chile dijo que no compartirían su perfil para acelerar las verificaciones necesarias para abrir una tarjeta de crédito. Un porcentaje ligeramente menor de personas no se siente cómodo compartiendo este tipo de información personal para asegurar la matrícula de su hijo/a en una escuela superior (24%) o un mejor apartamento en alquiler (13%).
“En el mundo digital actual, los sistemas de calificación social pronto cobrarán más fuerza convirtiéndose no solo en una opción, sino en una parte integral de múltiples servicios. Sin embargo, la encuesta global de Kaspersky destaca que hay un número significativo de personas que no desean compartir su información privada para adquirir algún beneficio. Estas opiniones no se pueden ignorar, y a medida que los desarrolladores creen algoritmos de inteligencia artificial en las clasificaciones sociales, se deben considerar los intereses de todos, al igual que las inquietudes sobre confianza y transparencia deben ser abordadas”, comenta Marco Preuss, Director del Equipo de Investigación y Análisis Global de Kaspersky en Europa.
Mientras las empresas buscan beneficiarse de la tecnología y los datos de los consumidores de nuevas maneras, los consumidores también están considerando en qué organizaciones pueden confiar sus datos, ya que el panorama de amenazas cibernéticas continúa ampliándose y la protección de datos personales puede ser un gran desafío. El informe de Kaspersky reveló que los consumidores confían más en los operadores médicos, bancos o compañías de seguros con sus datos, mientras una cuarta parte (24%) dice no confiar en el gobierno.
Chengyi Lin, profesor afiliado de estrategia en la Escuela de Negocios INSEAD, comenta: “El objetivo principal de un sistema de calificación social es medir y mejorar la confianza, tanto en el mundo digital como en el físico. Al mismo tiempo, el sistema requerirá la confianza del público para funcionar. Dependiendo del contexto económico, social y cultural, el nivel de confianza general, como la confianza en varias entidades y en el mundo digital, varían de país a país. Por lo tanto, es probable que la decisión de diseñar e implementar un sistema de calificación social, al menos a corto plazo, quede a criterio de cada país. Más allá de las preocupaciones obvias sobre la privacidad y la seguridad de datos, la decisión debe considerar cuidadosamente qué compensaciones está dispuesta a hacer la sociedad, a quién está dispuesta a confiar para diseñar y operar el sistema, y cómo este se implementará y será gobernado”.
A la hora de compartir información personal en línea, Kaspersky aconseja a los consumidores que sigan los siguientes pasos para proteger su privacidad:
• Se consciente de la información personal que compartes en línea y de quién tiene acceso a tus cuentas personales. Puedes usar el servicio Privacy Checker de Kaspersky para explorar cómo cambiar la configuración de privacidad de tus servicios en línea para tomar el control de tus datos personales.
• Compartir tus perfiles en línea tiene sus beneficios, pero solo con los servicios adecuados. Una encuesta en línea puede darte un descuento sobre tu marca favorita, pero también puede llevar a que una compañía aprenda más sobre ti de lo que deseas. Permanece atento a tus actividades en línea.
• Utiliza una solución de seguridad confiable que ofrezca una protección integral contra una amplia gama de amenazas, como Kaspersky Security Cloud, para proteger tu privacidad en línea. Por ejemplo, la función “No rastrear” evita que se carguen elementos de monitoreo que rastrean tus acciones en sitios web y recopilan información sobre ti.
El reporte completo “Créditos sociales y seguridad: adoptando el mundo de las calificaciones”está disponible aquí.
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