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El mes pasado, Mulberry anunció sus planes para recortar una cuarta parte de su fuerza laboral en todo el mundo. La marca británica, históricamente especializada en bolsos de lujo, no ha perdido el tiempo. Ya se encuentra a un paso de cerrar sus oficinas en París y Hong Kong. Además, según nuestras fuentes, a partir de la temporada primavera-verano 2021 pondrá fin a sus colecciones de calzado y prêt-à-porter, que eran producidas bajo licencia por Onward Luxury Group.
La marca quiere volver a centrarse en Londres y en los artículos de cuero, su negocio principal. También continuará con su oferta de joyas y mantendrá su línea de gafas producidas bajo licencia, según información dada a FashionNetwork.com. De hecho, los bolsos y pequeños artículos de cuero representan casi el 70 % de sus ventas totales.
La coyuntura económica y el Brexit han afectado la marca que, ante la pandemia de coronavirus, se ha visto en serias dificultades. El 11 de junio, Mulberry emitió una advertencia de ganancias y anunció que tendría que adaptar su «gestión de operaciones y costos operativos para ajustar su tamaño y estructura a las condiciones actuales del mercado».
De hecho, su colección de prêt-à-porter ya parecía destinada a acabarse el pasado mes de marzo, cuando se anunció la partida del director creativo Johnny Coca. Su última colección, para el otoño-invierno 2020/21, está en proceso de comercialización. Coca se sumó a la marca en julio de 2015 para apoyar el reposicionamiento de la marca en el segmento de lujo asequible de calidad y a nivel internacional.
Según la revista Drapers, Mulberry también estaría próxima a cerrar uno de sus dos puntos de producción ingleses ubicados en la región de Somerset, donde se producen casi la mitad de los bolsos y pequeños artículos de cuero. El cierre afectaría a la fábrica «The Rookery», ubicada en Chilcompton, donde se fundó la casa en 1971, cerca de Bath.
Nuevamente según Drapers, solo unos 50 de los 180 empleados del sitio serían reubicados en la otra fábrica, «The Willow», ubicada en Bridgewater, una ciudad industrial en el condado de Somerset.
La estrategia trazada hace unos años por el director gerente Thierry Andretta consistía en ampliar la oferta transformando a Mulberry en una marca de estilo de vida, con el fin de desarrollar su universo y generar tráfico. La crisis y el Covid-19 acabaron con estas ambiciones.
Su volumen de facturación semestral para el periodo finalizado en noviembre ascendió a 68,9 millones de libras (80,4 millones de euros), estable en comparación con el mismo período del año anterior, mientras que el beneficio bruto disminuyó ligeramente de 42 a 41 millones de libras (47,8 millones de euros), con una pérdida antes de impuestos de 9,9 millones de libras (11,6 millones de euros).
En febrero, el inversor británico Mike Ashley compró una participación del 12,5 % en Mulberry a través de su cadena de tiendas por departamento House of Fraser, que distribuye la marca desde hace varios años.
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