Crédito: fuente
Parece que no se ha convertido en uno de los juegos multijugador más populares en Occidente, pero Identity V, de la compañía NetEase, sí que goza de una enorme popularidad en Japón. Posiblemente se trate de uno de los países donde haya llegado a acumular mayor cantidad de usuarios y al mismo tiempo se trata de un mercado en el cual se está viendo cómo la marca tiene presencia no solo en forma de juego, sino también con muchas otras propuestas.
Con curiosidad por unirnos a la corriente en la que están los jugadores japoneses (estamos en Japón y encajar es importante, siendo también una buena excusa para meternos en el juego), nos descargamos la versión de iOS para comenzar a participar en batallas de supervivientes y cazadores. La mecánica es totalmente multijugador y presenta partidas 1 vs 4, donde un jugador interpreta al «monstruo», el cazador, mientras que los otros cuatro son jugadores que tratan de sobrevivir.
Uno de los principales incentivos del juego se encuentra en la gran cantidad de personajes que se pueden elegir desde ambos bandos, aunque tendremos que ir desbloqueándolos porque al principio solo contaremos con unas pocas opciones. Además, cada día se da la posibilidad de jugar con dos supervivientes que no tenemos bloqueados elegidos por la computadora y un cazador. Esta es una buena manera de ir probando personajes para que cuando tengamos suficiente moneda digital acumulada (piezas de puzle), podamos comprar el personaje que más nos interese.
Hay distintos modos de partida, como encuentros rápidos o batallas de ranking, pero la esencia de la jugabilidad es la misma en todos los casos. Los supervivientes tienen que activar cinco máquinas de decodificación entre las que están desperdigadas por el escenario, mientras que la tarea del cazador es atraparlos a todos. Cuando los supervivientes activan todas las máquinas se desbloquean las salidas y podemos ir a una de ellas para activar el mecanismo de seguridad que nos permita abrirla y salir huyendo. También hay un dungeon al cual podemos entrar como vía de escape alternativa en el momento en el que solo queda un jugador, siendo siempre recomendable saber dónde se encuentra para que resulte más fácil.
La dificultad para los supervivientes se encuentra en lo indefensos que están ante los cazadores. Estos tienen grandes habilidades de ataque y de movimiento, y aunque cada vez que golpean con éxito tienen unos segundos de espera hasta que vuelven a caminar, es muy complicado darles esquinazo. Los supervivientes deben correr en cuanto su cuerpo se ilumine de color violeta, puesto que será la señal que les indique que el cazador está cerca. Si consiguen huir podrán continuar con su tarea de decodificación, pero si se encuentran con el hunter deberán intentar escapar derribando puertas para impedirle el camino o incluso saltando por ventanas que les permitan ganar unos segundos de tiempo.
Además, conviene destacar que los supervivientes tienen una serie de habilidades personales que pueden ir desarrollándose y mejorando a medida que vamos jugando y subiendo los puntos de nuestro héroe. Algunas son tan prácticas como poder curar a otros jugadores, mientras que también hay supervivientes con capacidad para hacerse invisibles, disparar una pistola (con un disparo) o ver a distancia a fin de saber dónde se encuentra el cazador. La búsqueda del superviviente que más encaje en nuestra forma de jugar será crucial, teniendo en cuenta que las diferencias entre estos también se aplican a otros aspectos, como su velocidad usando las máquinas para decodificar.
El juego enfatiza la colaboración entre usuarios en todo momento, desde para decodificar más rápidamente hasta con la intención de rescatarse cuando el cazador les haya capturado. El modus operandi del cazador siempre es el mismo: primer golpea a un superviviente, luego le deja inmovilizado y en ese momento le pone unos globos para llevárselo a una silla-cohete. En el camino es posible liberarse del cazador si pulsamos los botones en pantalla muy rápidamente, pero si nos coloca en la silla lo único que podremos hacer será esperar que otro jugador venga en nuestro rescate y nos libere. Por supuesto, no será sencillo, puesto que los cazadores suelen estar vigilando las sillas para impedir que nadie escape. Aún así, la libertad de movimiento y el trazado de estrategias alternativas llevan a que las partidas sean muy emocionantes. Si nadie nos libera en un tiempo determinado, la silla-cohete saldrá disparada hacia los cielos y habremos perdido la partida.
Explorar las distintas formas de controlar a los personajes, ir obteniendo piezas de puzle, desbloqueando habilidades en el árbol de cada jugador y mejorando poco a poco, se convierte en una experiencia que realmente merece la pena disfrutar. También tenemos, como no podía ser de otra manera, sistema de amigos e incluso chat en vivo en distintos idiomas para que conozcamos a otros jugadores y podamos plantear dudas con la intención de jugar mejor.
Mención especial merece el apartado técnico del juego, en especial su estilo visual, que se encuentra a medio camino entre los diseños de las películas de Tim Burton y el mundo de muñecas vivientes de Los mundos de Coraline. Todos los personajes tienen esos botones como ojos que los hacen menos humanos, pero que no impiden que tengamos miedo mientras el cazador nos está persiguiendo. En parte por lo terroríficos que son los diseños de los cazadores, pero también por el trabajo que se ha realizado en términos técnicos. La banda sonora es sobrecogedora y muy asfixiante en algunos momentos, cambiando de tempo dependiendo de lo que nos esté ocurriendo. Y los gráficos, con los escenarios como principal elemento a destacar más allá del diseño de personajes, son intrincados y sobre todo, muy oscuros.
Mientras nos movemos nos da la sensación en todo momento de no estar seguros, de no saber dónde mirar, porque el peligro podría llegar en cualquier dirección. Hay tumbas, hay casas abandonadas, puertas rotas y todo tipo de lugares de un corte similar en el cual no nos gustaría estar. Es el sitio perfecto para que un monstruo nos dé caza. Eso lo complica todo un poco más, ya que hay muchos jugadores que, por ejemplo, se verán superados por la carga de presión que ofrece el juego, sobre todo cuando ya estén siendo perseguidos y sepan que el encuentro con el cazador es inevitable.
Pero es un juego donde nunca hay que tirar la toalla. Incluso si el cazador nos persigue tenemos opciones: puertas con las que ralentizarlo e incluso golpearle para que pierda tiempo o la posible ayuda de nuestras compañeros y sus habilidades. Y si caemos ante las garras del cazador siempre nos queda la esperanza de que en la siguiente partida quizá seamos nosotros quienes nos pongamos al control del villano, algo que también os recomendamos hacer de vez en cuando incluso si sois pro-supervivientes al 100%. Así podréis entender mejor la forma en la que se comportan los cazadores, cómo son sus habilidades y qué tipos de movimiento pueden realizar en su proceso de captura.
Como decíamos en la introducción, en Japón ya se está vendiendo mucho merchandising del juego e incluso se ha realizado una Ichiban Kuji (una lotería con premio seguro) en la que podemos ganar llaveros, postales, figuras y otros regalos con imágenes de los personajes del juego.