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Si antes de la pandemia era común ver a deliveries afuera de los locales comerciales y por todas las calles con sus mochilas coloridas, hoy el servicio está masificado. Dentro de este universo compuesto por diversas compañías, nacionales e internacionales, existe una startup chilena llamada Justo cuyo objetivo apunta al proveedor: los restaurantes. A ellos los asesora en su transformación digital.
La aplicación fue fundada en 2018 y al día de hoy tiene presencia en Chile, Perú y México, con una valoración de mercado cercana a los US$ 100 millones. La startup acaba de conseguir US$ 2,3 millones en una ronda de financiamiento para atraer inversionistas, a los cuales, según detalló uno de sus fundadores, Nicolás López, «les interesa saber que la empresa sabe adaptarse, cambiar rápido y tomar decisiones».
Las comisiones para los negocios afiliados a Justo van del 7% al 12%, lo que representa un tercio del monto regular que pagan los restaurantes por aparecer en estas aplicaciones de delivery. Además, mientras Uber Eats, Pedidos Ya y Rappi actúan como plataformas de los locales de comida, Justo «está atrás de la tienda, sin que vean que nosotros proveemos la tecnología. El restaurant es la cara de esta venta», indicó López en Pauta Bloomberg, de Radio PAUTA.
«El negocio del delivery es ‘malo’ para todos, restaurantes y para las apps porque pierden plata. Nosotros queríamos hacer algo bueno para todos: para nosotros y el restaurant», explicó el fundador de Justo.
Los planes de crecimiento
«Recién abrimos en México y en Perú, estamos recién partiendo con pocos clientes, y todavía hay que invertir ahí. Y estamos empezando a abrir en Colombia que lo queremos abrir en diciembre», sostuvo López.
Además de los planes de expansión, en Justo quieren desarrollar nuevas plataformas, nuevas soluciones y mejorar el producto.