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El sector de la logística en Europa representa un área muy innovadora y equilibrada. La globalización, la alta competitividad empresarial, la apertura de los mercados, la deslocalización de la producción o el auge del comercio electrónico han actuado como factores impulsores del crecimiento del sector de la logística, lo que, unido a la restricción de movimientos impuesta por la crisis derivada del Covid-19 en el año 2020, ha disparado las cifras del sector y ha adelantado su transformación en más de tres años.
Toda crisis encierra oportunidades y acelera cambios. La pandemia ha supuesto un salto para muchos sectores, entre los que resalta el de la logística. El confinamiento y la alerta sanitaria dieron un vuelco a las costumbres de los ciudadanos, generando las condiciones para que una gran parte de la población hiciera sus compras cotidianas a través de la red. Las resistencias propias de las personas que recelaban de internet como medio seguro y fiable de compraventa cayeron como consecuencia de la adaptación a las circunstancias del entorno.
Las cadenas de alimentación se vieron saturadas ante el incremento de la demanda online, lo que desencadenó un refuerzo de la logística y de la distribución mediante acuerdos con nuevos proveedores y suministradores para hacer frente al aumento de las ventas, quienes, a su vez, tuvieron que potenciar también su propia logística, generando una espiral entrelazada de crecimiento.
Según la consultora Spring Professional, el sector de la logística creció en más de siete puntos de marzo a mayo de 2020, los primeros meses del confinamiento. El alcance de este crecimiento ha tenido importantes repercusiones en el empleo, ya que el sector de la logística ha aumentado su demanda de profesionales y ha pasado de aportar casi el 12% del empleo total en España a algo más de un 18%.
Los cambios traen nuevos comienzos y retos inexistentes hasta el momento. El sector de la logística en las áreas farmacéutica, sanitaria y médica requiere de innovación para los desafíos que se abren paso. En estos campos la rapidez de entrega, la ramificación y la capacidad de llegada, las medidas de conservación e higiene, la manipulación y el almacenamiento con garantías profesionales, los parámetros de calidad en el transporte y la distribución son claves. Estas áreas están demandando profesionales con unas características técnicas muy específicas y altamente cualificados que sepan cómo tratar mercancías muy sensibles y que dominen la gestión del exhaustivo control de calidad que requieren los productos de las áreas mencionadas.
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