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Las últimas restricciones ante la tercera ola de la covid en España, centradas en limitar la actividad de comercio y restauración, han soliviantado a empresarios y trabajadores de los sectores afectados. En Catalunya, la comunidad autónoma con las medidas más estrictas desde el día 7 de enero, patronal y agentes sociales insisten en advertir que los 2.500 euros de ayudas directas previstas por negocio no dan “para salvar nada”. La pandemia ya ha arrasado con entre un 15% y un 20% de las tiendas en España, según cálculos de la Confederación Española de Comercio, que augura un 2021 plagado de insolvencias y quiebras si la situación no da un vuelco.
Las limitaciones a la hostelería y el retail son similares en la mayor parte de Europa, no así la respuesta económica que los gobiernos dan para superarlas. España vuelve a quedar rezagada en cuanto a subvenciones directas entre las grandes economías del euro, un mecanismo que lidera de forma clara Alemania.
La Cámara de Comercio de Barcelona cifra en 3.800 millones de euros las ayudas discrecionales que el Gobierno debería otorgar a las empresas catalanas para compensar el 50% de las pérdidas que las últimas restricciones, dictadas por el Govern de la Generalitat, causará en la restauración y el sector comercial. Francia, en cambio, subvenciona hasta el 60% de las mermas de ingresos de los negocios, con un presupuestos de más de 100.000 millones de euros en total, mientras que Alemania sufraga hasta el 75%, movilizando 11.000 millones de euros mensuales desde el Ejecutivo federal. El paquete de ayudas, acceso a financiación y estímulos fiscales de Alemania ronda los 750 mil millones de euros.
La Cámara de Comercio de Barcelona cifra en 3.800 millones las ayudas el Gobierno debería dar a las empresas catalanas
Además, las indemnizaciones a las pymes no deben reembolsarse, sino que el Ministerio de Hacienda alemán, en los próximos veinte años y dependiendo de los ingresos del beneficiario, las descontará de la declaración de la renta. El equivalente a los ERTE españoles durará en el país germano hasta finales de este año, mientras que en España el Gobierno y los agentes sociales están a punto de cerrar un acuerdo para prorrogarlos hasta como mínimo el 31 de mayo.
El Banco de Inversiones de Berlín repartió 890 millones a empresas en 48 horas; Catalunya, 831 en todo el 2020
Informes del Banco de España o el estudio sobre respuestas fiscales frente a la pandemia en Europa de la economista de la Universidad de Bruselas Lídia Brun coinciden en señalar que España es el único país del continente que no ha activado planes universales de subvenciones a fondo perdido para las empresas. El esfuerzo global para mitigar el impacto de la crisis no es menor en España, señala el análisis de Brun, pero sí la forma de gastar.
El margen de España para dar una respuesta fiscal a la crisis de la covid está altamente condicionado por su elevado nivel de endeudamiento público y déficit. Diversos analistas cuestionan además la efectividad a medio plazo de los ERTE dada la alta temporalidad en el empleo.
El Ejecutivo español defiende sin embargo que hostelería, turismo y comercio se han beneficiado hasta el momento de una movilización de recursos de 57.000 millones de euros. El Consejo de Ministros aprobó en diciembre el plan de choque para estos sectores por valor de 4.220 millones que contempla ayudas para pagar los costes fijos, facilidades para acceder a liquidez y rebajas fiscales y de cotizaciones a la Seguridad Social, a lo que hay que añadir 110.000 millones en financiación a través de los avales del ICO, un dinero que los negocios tendrán que devolver tanto si pueden sanear su cuentas como si no.
Las ayudas directas, la medida más demandada por pymes y grandes empresarios, corren a cargo de las comunidades autónomas. Catalunya destinó 831 millones de euros en todo el 2020 a subvenciones automáticas, mientras que el Banco de Inversiones de Berlín repartió 890 millones en solo 48 horas tras el nuevo paquete de ayudas anunciado en diciembre. Son ventajas de la política de déficit cero y de reducción de deuda aplicados por Alemania en los años anteriores, que ahora se salta por primera vez a causa de la pandemia.