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Por
AFP
Traducido por
Rocío ALONSO LOPEZ
Publicado el
1 feb. 2021
El grupo británico de ropa online Asos compra la famosa marca low cost Topshop y otros activos del grupo Arcadia, que está en quiebra, por 330 millones de libras, pero no se hará cargo de las tiendas, lo que supone la eliminación de 2500 empleos.
Ahora, Asos tiene en sus manos las marcas Topshop, Topman, Miss Selfridge y HIIT, así como su propiedad intelectual y su inventario, según un comunicado este lunes de Deloitte, que gestiona la quiebra de Arcadia.
Sin embargo, las 70 tiendas de estas marcas no están incluidas en la operación.
Los establecimientos «van a cerrar», dijo una fuente familiarizada con el asunto a la AFP. «Cerca de 2500 personas trabajan en estas tiendas y, lamentablemente, sus trabajos se verán amenazados», señaló.
Asos confirmó la adquisición en un comunicado distinto, prometiendo continuar desarrollando las marcas.
“La adquisición de estas marcas icónicas de Reino Unido es un momento muy importante para Asos y nuestros clientes y nos ayudará a fortalecer nuestra estrategia para ofrecer una plataforma multimarca”, declaró Nick Beighton, director general de Asos.
La famosa marca low cost Topshop quiere continuar su historia. Hace unos años fue un emblema de la moda joven y de tendencia, y fue la joya del imperio Arcadia del empresario Philip Green.
Arcadia, con 13 000 empleados en total, se declaró en quiebra a finales de 2020, arrastrada como muchas empresas por la crisis sanitaria y las medidas de restricción.
La situación financiera y las ventas del grupo se deterioraron a gran velocidad debido a los cierres forzados de tiendas, pero sus problemas son mucho más antiguos, especialmente por la subinversión en actividades online.
El gabinete Deloitte ya había logrado vender la marca Evans a City Chic por 23 millones de libras a finales de diciembre.
Al mismo tiempo, se encuentra en negociaciones exclusivas con Boohoo, un competidor de Asos, para la adquisición de otras marcas de Arcadia como Burton, Dorothy Perkins y Wallis.
Asos y Boohoo, grupos de prêt-à-porter a precios bajos, se encuentran entre los raros ganadores de la pandemia, en un sector de la ropa devastado por la situación sanitaria que está empujando a más británicos a realizar sus compras online.
Por su parte, a finales de enero, Boohoo compró la marca de grandes almacenes Debenhams, que se declaró en quiebra, por 55 millones de libras.
Pese a la adquisición, las tiendas van a cerrar, lo que resultará en la pérdida de los puestos de trabajo de los cerca de 12 000 empleados del grupo.
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