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El grupo de moda italiano Prada espera que sus ingresos crezcan entre 2900 y 3100 millones de euros este año, tras una caída en 2020 hasta los 2420 millones motivada por la pandemia, según explicó a Reuters su CEO, Patrizio Bertelli.
Bertelli dijo que la empresa quiere seguir siendo independiente y está centrada en el crecimiento interno, aunque no descarta adquisiciones de marcas si surgiese alguna oportunidad.
En 2019, los ingresos se situaron en los 3230 millones de euros, así que el mayor grupo de lujo de Italia podría acercarse a los niveles de antes de la pandemia si se cumpliesen sus mejores previsiones.
La consultora Bain decía en noviembre que el sector del lujo tendría que esperar hasta finales de 2022 o principios de 2023 para recuperar los niveles de 2019, tras el impacto de la pandemia. .
Obviamente, los resultados de este año dependerán en gran medida de la evolución del coronavirus y de las restricciones que se tomen para hacerle frente, ha dicho Bertelli en una llamada vía Zoom desde su oficina en la sede de fabricación del grupo en la Toscana.
«La horquilla para este año oscilará entre los 2900 y 3100 millones de ingresos», explicó.
Otro aspecto clave, añadió, es saber cuándo volverá a viajar la gente.
«Para mí, ese será el gran motor de la recuperación. Es cierto que el consumo local en China va muy bien, pero también hace falta que la gente vuelva a viajar. Si los viajes se reanudan, sin duda veremos una mejora en las ventas», añadió.
Las ventas y los beneficios de Prada repuntaron a finales del año pasado, en parte gracias a los buenos resultados obtenidos en China y otros países de Asia, y esta tendencia positiva se ha mantenido en 2021.
Bertelli reiteró que no tiene intención de vender marcas más pequeñas, como los zapatos de vestir Church’s o los mocasines con púas de goma de Car Shoe, sino que podría convertirse en «comprador».
«Ahora mismo estamos centrados en nuestro propio desarrollo, creemos que tenemos un gran margen de crecimiento y no queremos disipar nuestra energía en cosas que no sean grandes oportunidades», precisó.
«Pero estamos abiertos si de verdad encontrásemos una oportunidad, no una marca pequeña o mediana, sino una grande o una mediana o pequeña pero con un gran potencial de crecimiento», insistió.
La familia Bertelli-Prada, que controla el 80 % del grupo de moda que cotiza en Hong-King, nunca ha pensado en vender ni lo hará.
«Es imposible, ni siquiera en el futuro, la independencia del grupo no está en cuestión», aseguró Bertelli, que anteriormente ya había adelantado que la empresa acabaría pasando a manos de su hijo Lorenzo.
Junto a su esposa Miuccia Prada, que asumió el cargo de directora creativa, Bertelli transformó la histórica marca de marroquinería con sede en Milán en un moderno grupo de moda a finales de la década de 1970.
En la década de 1990 se llevó a cabo un gran desarrollo internacional y en 2011 comenzó a cotizar en Hong Kong.
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