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El 2020 fue un año durísimo para los shoppings cordobeses. No sólo la pandemia pulverizó la mitad de su facturación anual, recortó aún más los ingresos de las operadoras y elevó la vacancia. También para Córdoba significó el éxodo de su mayor tienda departamental: la chilena Falabella.
Sin embargo, luego del parate total de marzo a junio pasado, los centros comerciales lograron con mucho esfuerzo y poco a poco ir recuperando público, locatarios y actividad. En diciembre, incluso, el movimiento de gente fue muy similar al escenario prepandemia y algunos rubros comerciales, como “ropa deportiva” –el de mejor desempeño– o “perfumería” lograron ventas reales mayores a las de un año atrás.
Pasado el oleaje más violento del temporal, pero a las puertas de un recrudecimiento de la pandemia y lejos aún de recuperar normalidad plena, los centros comerciales aseguran que hoy la ocupación se recuperó cerca (aunque aún por debajo) de los niveles antes de la pandemia y, en algunos, hasta declaran que hay locatarios en espera para ingresar.
En plena cuarentena, la vacancia promediaba el 10 por ciento (estaba entre el cinco y el 15 por ciento, según el shopping) y hoy volvió a ser de un dígito. Nuevocentro, incluso, insiste en que ya tiene negociaciones avanzadas para prácticamente todos los metros cuadrados que liberó Falabella.
El recambio y la retención de inquilinos en el sector se da, eso sí, al costo de resignar rentabilidad: los alquileres están en términos reales por debajo de los valores del inicio de 2020 y hay más flexibilidades. Como la chance de probar una apertura por seis meses y renovar, ante de ir al contrato tipo de 36 meses.
A nivel nacional, fuentes del sector ubicaron al cierre de 2020 en 2.800 pesos mensuales promedio el alquiler por metro cuadrado, 22 por ciento menos que un año antes. Los locales tipo están en torno a los 60 metros.
La gran preocupación de corto plazo es cómo seguirá escalando el Covid-19 y qué impacto tendrá eso en materia de restricciones y menor circulación de personas.
Los directivos de los centros comerciales intentan ser optimistas, apuestan a los aprendizajes del año pasado en materia de uso de protocolos y al poco margen que tienen los gobiernos para aplicar un freno total a la economía.
“No existe espalda para cerrar como en 2020”, coinciden. Sin embargo, en algunos complejos ya revelan que se percibe cierta merma de público en los últimos días.
Se normalizan alquileres
En 2020 los shoppings hicieron un gran esfuerzo para retener locatarios.
En los meses en que debieron cerrar, cobraron sólo expensas a sus ocupantes y luego, en gran medida, resignaron el componente fijo de los alquileres para percibir sólo el porcentaje sobre ventas, que promedia siete por ciento.
Según el Indec, las operadoras de los shoppings de toda la región Pampeana (incluye a Córdoba) en enero de 2021 facturaron, en términos reales, más de un 70 por ciento menos que en enero de 2020.
Por estos días, el sistema de cobro de alquileres tiende a normalizarse, pero en algunos casos con el componente fijo a valores similares a los de febrero de 2020 o con subas por debajo de la inflación acumulada.
“En 2020 se analizó caso por caso. Y aunque estamos normalizando la situación, este año será también de acompañamiento mutuo entre shopping y locatarios, y de decisiones semana a semana”, sintetiza Gastón Roberts, gerente general de Córdoba Shopping.
Sobre un centenar de locales, la superficie llegó a tener seis locales desocupados; ahora tiene sólo tres vacantes con uno próximo a ocuparse. Para el resto espera, “sin apuro”, la llegada de la “mejor propuesta”.
Más marcas locales
“Claramente estamos viendo un rebote en la ocupación. Hay gente que se está animando a invertir y entrar al shopping”, aseguró Luis Gigena, gerente general de YMK, operadora de Patio Olmos y de Paseo del Jockey, en coincidencia con sus pares.
Sin adelantar nombres, Gigena asegura que hay tres marcas gastronómicas con compromiso de ingreso y una de indumentaria que abriría en ambos centros comerciales. En pandemia, Lacoste abrió en el Paseo.
“Igual creo que 2021 es un año para retener marcas y locatarios, más que para pensar en grandes novedades. Las cadenas de escala han frenado su expansión y la mayoría de las marcas referentes en el sector textil, por ejemplo, ya tienen presencia en Córdoba. Aún hay mucha incertidumbre y prima la cautela”, señaló.
Este contexto favorece el ingreso de operadores cordobeses a los centros. A Nuevocentro, por ejemplo, ingresaron Güero (marca de ropa nacida en barrio Güemes) y Malabia (indumentaria femenina); Montesco arribó al Córdoba Shopping, justo antes del inicio de la pandemia. Este último recibió además a marcas internacionales como Captain Fin, Brooksfield y Thermomix, el “robot que cocina” que activó un stand.
Por estos días, Nuevocentro es el shopping con la mayor cantidad de negociaciones abiertas. La partida de Falabella liberó 8.000 metros cuadrados en su interior y dejó al centro comercial sin su principal tienda “ancla” (las que aportan por sí mismas público al lugar).
Antonio Heinz, director del Nuevo Centro, insiste en que hay interés de marcas locales y nacionales para sumarse al proyecto con que reemplazarán a la chilena: unos 30 locales de mayor amplitud, con presencia de productos para el hogar, nuevos servicios como un gimnasio y un corredor gastronómico gourmet de al menos cinco propuestas.
“Ya tenemos la mayor parte del espacio reservado”, asegura sin revelar aún nombres propios. Fuera de esa área, la vacancia en el shopping cayó de 10 locales vacíos a cuatro vacantes hoy, sobre 110.
La remodelación de Nuevocentro seguirá el criterio físico que avanza en los últimos años: “abrir” el edificio al exterior, sumar balcones y paredes vidriadas, generar espacios más luminosos y más amplios. Este gusto del consumidor por el “aire libre” se potenció aún más con la pandemia.
“Vemos que las propuestas gastronómicas al aire libre funcionan muy bien. Nuestros proyectos apuntan a eso: potenciar al afuera con más servicios gastronómicos y de entretenimiento, y acercarnos cada vez más al cliente”, coincidió sin adelantar más precisiones Diego Sabat, director de Legales y Relaciones Institucionales de Grupo Libertad.
Córdoba Shopping también sumará una propuesta gastronómica a su terraza.
Supermercados y H&M
Con Falabella partió de Córdoba la única cadena de tiendas departamentales que opera en el país. El repliegue, que se debe a un cóctel de factores como la baja rentabilidad en dólares de la operación y la imposibilidad de importar la mayor parte de la mercadería a la venta, terminó de desterrar la fantasía de que tiendas como la cadena de indumentaria H&M o la de hogar Ikea, que funcionan con igual lógica, puedan arribar al mercado local.
Suerte parecida corre la ilusión del regreso físico de Zara a Córdoba. La española es la locaria más importante en los shoppings argentinos. De ella proviene el mayor aporte en ventas dentro del portafolio de Irsa, operadora de 14 complejos en el país, incluido Córdoba Shopping.
En 2020, Zara potenció una estrategia de crecimiento, que acota la expansión física (en tiendas), para apostar a crecer en digital en numerosas plazas. Hoy a Córdoba llega profusamente, pero a través de su aceitada tienda digital.
En este escenario de escasez de anclas, cobra relevancia el atractivo de la gastronomía (la apuesta de Nuevocentro) y de los supermercados, que en algunos paseos como los de Libertad o Dinosaurio funcionan como imán de público.
“Estamos abriendo las tiendas (Vesta) al supermercado para ganar más tráfico. Y también adaptamos el mix de marcas que allí ofrecemos para satisfacer a todo ese público, que es masivo, excede en nicho que puede consumir las etiquetas de moda líderes y busca variedad de precios”, precisó Florencia Bugliotti, directora comercial de Dinosaurio.