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Las empresas fintechs en América Latina nacieron bajo la premisa de ofrecer servicios financieros con un fuerte componente tecnológico. Los primeros pasos del sector consistieron en crear productos de análisis de riesgo crediticio y un sinnúmero de soluciones específicas, con base en las deficiencias o necesidades no satisfechas del sector bancario. Tras un arduo trabajo legislativo, en 2018 fue promulgada la Ley Fintech en México, pero para entonces, el mercado ya había madurado y generaba expectativas en la región.
Con el propósito de ampliar información sobre la evolución del mercado de fintechs mexicanas, NotiPress entrevistó a Rubén Sánchez Souza, emprendedor fintech y cofundador de Visor. Alrededor de 2016, «se partió la banca en mil pedacitos«, explica el especialista. Ello condujo a las startups del sector a enfocarse en pilares como la inclusión financiera y la originación de créditos a pymes, pero esto fue madurando conforme pasaron los años. Asimismo, las compañías financieras de base tecnológica comenzaron a innovar en áreas como las transferencias bancarias y los pagos. El bajo costo y la alta escalabilidad se convirtieron en el estandarte del sector, con ello, los datos y la información tomaron el centro de atención, relata el especialista. Fue a finales de 2020 cuando la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) de México otorgó el primer permiso para operar a una empresa fintech. Durante 2021, otras fintech fueron aprobadas por la CNBV y con ello el sector se vio fortalecido por implementación de la regulación.
Historia del sector fintech mexicano
Desde el desconocimiento de la palabra fintech a convertirse en una de moda para muchos emprendedores, ocurrieron varias cosas en el mercado, explica Sánchez Souza. Inicialmente, había un conocimiento limitado, muchas hipótesis y un nuevo territorio de negocios por explorar para las startups financieras. Los primeros emprendedores fintech se inspiraron a partir del análisis de qué ‘pedacitos’ de los procesos bancarios tradicionales no eran eficientes. Esta forma de pensar condujo a una importante fragmentación de soluciones específicas para problemáticas puntuales. No obstante, debido al volumen y complejidad de gestión de tantas piezas sueltas, el sector comprendió que era necesario pensar en paquetes que incluyeran soluciones relacionadas a ciertas problemáticas.
Fue a partir de una importante segmentación de servicios altamente especializados (una oferta desagregada), que llegó la etapa de «rebundling«, la unión de muchas piezas para generar una oferta conectada en paquetes. En esta etapa llegaron conceptos como «bank as a service» (o BaaS) y los bancos digitales, cuya propuesta consiste en ofrecer productos bancarios hechos a la medida del cliente.
En la etapa más reciente, la tecnología cobra un nuevo significado para aquellas empresas que de forma nativa no eran financieras pero requieren de la tecnología financiera para optimizar sus operaciones. Un sector importante a la hora de adoptar un perfil financiero eficiente con base en la tecnología es el ‘retail‘. En este concepto, se supone que las empresas que más rápido se adapten al uso de tecnologías financieras, tendrán la oportunidad de personalizar sus servicios a las demandas de los consumidores y diferenciarse de otras empresas. Por ello, la identificación de características es crucial para integrar componentes ya existentes orientados a generar soluciones para los consumidores, detalla el emprendedor mexicano-brasileño.
Personalización de servicios en el ojo del huracán
Sánchez Souza, un veterano del análisis de riesgo crediticio y la salud empresarial desarrolló conceptos de ‘scorecard‘ para medir la fortaleza, el crecimiento y la apariencia de las empresas solicitantes de créditos. También profundizó en modelos de evaluación crediticia dinámica y como apasionado de comprender la jornada emprendedora, desarrolló conceptos que llevaron al factoraje al siguiente nivel. A partir de estas premisas y la evolución del mercado fintech, NotiPress consultó sobre cuáles son las tendencias del sector en el horizonte.
El empresario fintech no dudo en afirmar, la jornada de las empresas es la que toma relevancia y cualquier análisis de necesidades insatisfechas será pertinente para profundizar. Todos los ‘pedacitos’ de los procesos bancarios que fueron construidos bajo una visión tecnológica, deben ser accesibles a las empresas en soluciones simples de consumir. Un ejemplo sería cómo dotar a empresas medianas de un nuevo perfil financiero para mejorar su flujo de dinero. A fin de cuentas, el rompecabezas ya existe y el reto de una oferta de servicios personalizados consiste en cómo ayudar a las empresas en la proyección de una imagen que sea beneficiosa, concluye Sánchez Souza.