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El grupo se dedicó, sobre todo, a fortalecer las entregas a domicilio con cuatro dark kitchens de esta marca, que se instalaron dentro de los restaurantes Toks.
“Tenemos planes para El Farolito, que había dejado de crecer, remodelamos la marca y empezamos con ciertos cambios. Empezamos a trabajar en el tema de las recetas, trasladamos el comisariato para las salsas y comenzamos a vender por kilos y medios kilos de pastor o carnitas, además de penetrar otros mercados”, dice Alverde.
La cadena de taquerías enfrenta a otras marcas que han ganado terreno, como El Califa o El Fogoncito, pero para el director de restaurantes de Grupo Gigante esta competencia “será interesante”. No obstante, Shake Shack quiere la corona de las cadenas de hamburguesas, en tanto se mantiene vigente el plan bajo el que la empresa adquirió la marca: abrir 30 unidades en 10 años.
“En el segmento de las hamburguesas sí nos vamos a poder considerar como líderes, no en dispersión geográfica ni por número de unidades, porque no pretendemos tener el tamaño que tenga la competencia, pero sí vamos a liderar ese nicho”, puntualiza.
El año pasado, Shake Shack tuvo una participación de 1% en las operaciones del grupo, que también contempla negocios de las tiendas de retail especializadas como Office Depot y Petco. La participación de Panda Express fue también de 1% y la de Toks, de 10%, de acuerdo con los datos del reporte anual de la compañía.
Toks cierra restaurantes
Toks cumple 50 años en el mercado y, como parte de las acciones de la empresa para enfrentar la crisis que causó el COVID-19, bajó la cortina de 18 restaurantes, para quedarse con 192 unidades. Este número de locales queda por debajo de los 198 que tenía la cadena en 2016.