Crédito: fuente
Brunello Cucinelli se diversifica en el sector de las gafas. Para dar sus primeros pasos en este segmento, la casa de lujo italiana no ha optado por una licencia clásica, sino por «una hermosa colaboración con Oliver Peoples que dura 100 años», bromeó el fundador epónimo y presidente de la empresa conocida por sus cachemiras 100 % made in Italy, en una conferencia de prensa celebrada este miércoles en Milán.
«Este acuerdo representa algo más que una licencia. No existe esta presión que caracteriza la relación en una licencia. Nuestras dos marcas están trabajando mano a mano en el proyecto. Existe una gran afinidad de gusto y estilo entre nosotros, así como una misma exigencia de calidad», subrayó Brunello Cucinelli al presentar el proyecto.
De hecho, los nombres de ambas marcas, Brunello Cucinelli y Oliver Peoples, aparecerán en las monturas. La idea es lanzar en septiembre una primera cápsula de cinco modelos de gafas de sol y gafas unisex, disponibles en diferentes tonos. Se distribuirán en las boutiques de ambos socios, así como en una serie de ópticas seleccionadas, es decir, un total de 1500 puntos de venta en todo el mundo.
«Esta colaboración va más allá del producto. Tenemos un fuerte vínculo. Desde el punto de vista estilístico y técnico, hemos trabajado en algo nuevo y especial, que nunca habíamos hecho antes. Hemos llevado el estilo más allá de los modelos clásicos», indicó el director general de Oliver Peoples, Rocco Basilico.
A excepción de un modelo mostrado por Brunello Cucinelli durante la conferencia, las gafas aún no han sido presentadas. Se acaba de precisar que se fabricarán íntegramente en Italia, aunque el fabricante de gafas tenga su sede en Los Ángeles y también produzca a veces en Japón. Las gafas estarán hechas de acetato y enriquecidas con materiales preciosos como el oro, y su precio en las tiendas comenzará en 350 euros y llegará a mucho más según el modelo.
El fabricante de gafas fundado en 1987 en Los Ángeles, que pasó a la bandera italiana en 2007 cuando el grupo californiano Oakley fue adquirido por Luxottica, se beneficia del apoyo de un gigante del eyewear y, lógicamente, ha establecido su producción principal en Italia. Desde hace varios años, Oliver Peoples ha acelerado su comercio electrónico y sus ventas al por menor. Antes sólo se distribuía a través de una red de tiendas multimarca, ahora cuenta con 45 boutiques de gestión directa y una facturación de 90 millones de euros.
Brunello Cucinelli siempre ha tenido una buena relación con Luxottica y su presidente Leonardo Del Vecchio, que dio luz verde al proyecto. «Hubo un contacto entre ambos y decidieron hacer esta colaboración», explicó Rocco Basilico.
«Siempre me han fascinado las grandes dinastías empresariales italianas», expresó Brunello Cucinelli en la conferencia para explicar su elección. A modo de recordatorio, el joven jefe de Oliver Peoples, Rocco Basilico (32 años), activo en la empresa desde 2016, no es otro que el hijo mayor de Nicoletta Zampillo, actual esposa de Leonardo Del Vecchio.
Esta diversificación en las gafas podría ser el inicio de su introducción en otras categorías, por ejemplo en la perfumería o la cosmética. Brunello Cucinelli se mostró abierto a nuevas experiencias, «siempre que estén en línea con la excelencia», al tiempo que repitió que su marca «debe seguir anclada al 85 % en la ropa de alta gama para hombre y mujer».
El empresario y creador aprovechó la conferencia para anunciar otro proyecto «muy importante» llamado «Solomeo», que lleva el nombre del pueblo medieval cercano a Perugia, en Umbría, que ha restaurado completamente para albergar sus oficinas y talleres. No se ha revelado nada sobre este proyecto súper secreto que «representa el sueño» de Brunello Cucinelli, salvo que «ha sido diseñado para durar 1000 años», y que será desvelado en octubre en Milán.