Alessandro Michele pide reformular el calendario de moda

Un día después de que Alessandro Michele, director creativo de Gucci, revelara en Instagram que la marca presentaría en el futuro solo dos shows por año, el diseñador pidió públicamente una reformulación del calendario de la moda. También indicó que Gucci estará presente durante la apertura de la temporada digital de Milán en julio. Pero el diseñador negó la posibilidad de que la casa se presentara en septiembre, durante la próxima temporada oficial de pasarela en Milán, la capital de la moda italiana.

Hablando desde su estudio en Roma, Michele se dirigió a unos 20 redactores internacionales a través del software Converse en una teleconferencia (o “reunión virtual”) el lunes 25 de mayo.

“Todos peligrábamos durante este período debido a la ocurrencia de algo totalmente inesperado. Fueron unos tiempos de mucho misterioso. Estaba confinado en Roma, en mi departamento. Y encontré el tiempo que nunca antes había tenido para concentrarme en mis sentimientos, mi trabajo, mi creatividad, nuestro futuro común y el futuro de las personas con las que trabajo en la empresa. Encontramos tiempo para estar en nuestra terraza entre muchas plantas y flores… eso me hizo darme cuenta de que quiero desestructurar el show de moda y muchos de sus elementos importantes”, explicó Michele en italiano.

Explicó que su próxima colección se llamará “Epilogue” y será presentada durante la Semana de la Moda Digital de Milán el 17 de julio.

Sin embargo, tras un discurso de 15 minutos con traducción al inglés, en directo, durante una sesión posterior de preguntas y respuestas, cuando se le preguntó si Gucci planeaba realizar un show en el calendario oficial de septiembre regido por la Camera della Moda, el órgano rector de la moda italiana, Michele objetó.

“No soy un desertor. Quiero compartir con otros mis ideas… Este otoño, esperamos construir un diálogo con el mundo. Sin embargo, no creo que hacer una colección cada dos meses siga siendo una forma plausible de trabajar”, detalló, enfatizando que realmente no había suficiente tiempo para desarrollar la colección.

“Debería haber un nuevo sistema y no quiero decir que primavera y otoño deban ser por separado… Quiero ser lo más libre posible. Me gustaría que, después de cada show, todas las prendas pudieran ir inmediatamente a las tiendas y estar más tiempo allí”, añadió, sentado en un sofá en su estudio de una villa renacentista a orillas del Tíber.

“Quiero empezar una conversación, ya que cada uno de nosotros debe diseñar para un momento novedoso. Por lo tanto, espero que este sea el comienzo de una discusión sobre una reformulación de la temporada, así como una forma diferente de hacer las cosas. Estamos en medio de la reorganización del sistema en el que trabajamos. Creo que tendremos un calendario regular para septiembre. Lo creo y lo espero”, insistió.

En respuesta a las declaraciones, el presidente de la Camera, Carlo Capasa, elogió a Michele por apoyar a la comunidad de la moda.

“Creo que el espíritu de Alessandro contribuye inmensamente a nuestra comunidad. Ha indicado que hará algo en nuestra primera temporada digital en julio, lo cual es genial. Sin embargo, este es un momento en el que nadie está seguro de lo que sucederá después. Entonces, aquí en la Camera, nuestra regla es tratar de dar y crear la mejor oportunidad para que los diseñadores se expresen”, argumentó Capasa.

Además de pedir nuevas fechas, el diseñador insistió en que varios tipos de colecciones, como pre-fall, cápsula o crucero, deberían tener nombres diferentes. De ahí el nuevo título: Epilogue (Epílogo).

“Me gustaría estipular nuevos nombres para estas colecciones que emanen de la música clásica. Eso abre una nueva ventana a nuevos horizontes”, indicó Michele, un diseñador que ha obtenido el mayor crecimiento en ingresos de cualquier marca de lujo importante en el último lustro.
 
Sin embargo, pase lo que pase, tiene claro que quiere reducir radicalmente la cantidad de desfiles que presenta anualmente.

 “Ya no haremos cinco shows, solo dos shows al año. Usando los mejores talentos para contar nuestras ideas. Todos necesitamos ser más elásticos. He hecho cinco shows, porque soy hiperproductivo. Pero un día, hacer eso me va a agotar. Tener más tiempo en casa significa que mis propias ideas son mucho más fuertes”, dijo Michele, quien agregó que durante el confinamiento había estado leyendo sobre el colapso de la civilización después del imperio romano por la llegada de los bárbaros y la larga restauración posterior que duró siglos.

De cara al futuro, predijo que los shows multidisciplinarios se convertirían en la norma, involucrando elementos de teatro, desfiles y tecnología digital.

“Realmente me gustan los desfiles. Me apasionan. Quiero implementarlos, pero también reavivarlos y reinventarlos”, concluyó.

En sus cinco años en Gucci, Michele se ha especializado en crear shows épicos y artísticos en lugares tan diversos como la Abadía de Westminster, un antiguo cementerio romano en Arles o un templo griego en Sicilia.

Cuando se le preguntó cómo espera entretener a los clientes durante todo el año tras reducir la frecuencia de los shows de Gucci, el diseñador respondió: “El mundo de la moda es algo así como Woodstock. Está abierto a una gran audiencia, seguido por personas que a menudo nunca han entrado en nuestras tiendas pero nos siguen con gran pasión… Trabajo para un grupo que permite una gran libertad para crear nuevas ideas”.

Irónicamente, Michele le quitó algo de protagonismo a su voluble teleconferencia al publicar una serie de largas publicaciones en su cuenta de Instagram el domingo por la noche, donde ya había adelantado su petición de moda sin temporadas.

En una serie de publicaciones poéticas, Michele meditó sobre “la fragilidad de nuestro destino creativo” y lamentó que el sistema de la moda “ha ido demasiado lejos”.

“Usurpamos la naturaleza, la dominamos y la dañamos. Incitamos a Prometeo y enterramos a Pan. Tanta arrogancia nos hizo perder nuestra hermandad con las mariposas, las flores, los árboles y las raíces. Toda esa escandalosa codicia nos hizo perder la armonía y el cuidado, la conexión y la pertenencia. Devastamos la santidad de la vida, descuidando el hecho de que seamos una especie. Al final del día, estábamos sin aliento”, refirió.

“El mayor riesgo para nuestro mañana es abdicar de nuestra responsabilidad por una tener discontinuidad verdadera y necesaria. Nuestra historia está plagada de crisis que no nos enseñaron nada… Siento la necesidad de renovar un vínculo, purificando lo esencial eliminando lo innecesario”, opinó.

Terminó pidiendo un momento que nos traiga una “nueva Epifanía… Un nuevo camino, lejos de los plazos que consolidó la industria y, sobre todo, lejos de la excesiva productividad que actualmente no tiene una verdadera raison d’etre (razón de ser)”.