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Los estatales brasileños inyectarán 75.000 millones de reales (USD15.600 millones) en la economía para hacer frente a los impactos del coronavirus, según anticipó el vocero presidencial, Otávio Rego Barros.
«Los bancos públicos actuarán con 75.000 millones de reales para el combate al coronavirus», anunció, añadiendo que una parte se usará para crédito agrícola.
El funcionario adelantó otras medidas para paliar el efecto negativo del coronavirus en la economía, como la anticipación, de agosto a abril, de la paga extra que reciben los jubilados y pensionados.
También se elaboró una lista de productos médicos y de protección para que tengan prioridad tarifaria y se reducirá la burocracia para importar este tipo de productos.
«El momento es de prudencia, estamos todos movilizados y preparados, ahora es hora de tranquilizar a nuestro pueblo», aseguró el portavoz. Estas y otras decisiones se tomaron tras la quinta reunión interministeral para tratar el coronavirus.
Asistieron representantes de los ministerios de Salud, Economía, Infraestructuras, Justicia y Seguridad Pública, Ciencia y Tecnología, Minas y Energía, entre otros.
Por su parte, el Banco Central de Brasil decidirá esta semana si mantiene su tasa básica de interés, actualmente en mínimos (4,25 %), o si apuesta por un nuevo recorte de tipos para inyectar un estímulo en su alicaída economía, tras una semana negra en el mercado por el avance del coronavirus y la guerra de precios del petróleo.
El nerviosismo generado a raíz de la crisis sanitaria por el COVID-19 y sus consecuencias en la mayor economía de Sudamérica también pesarán en la reunión del Consejo de Política Monetaria (Copom) del Banco Central, prevista para el próximo miércoles.
En dicho encuentro el emisor tendrá que decidir si mantiene su actual política de reducción gradual del costo del dinero como medida para incentivar la economía brasileña o si mantiene los intereses para frenar un posible aumento de la inflación.
Los analistas, de momento, se inclinan por una reducción de los tipos de interés de 0,25 puntos porcentuales, siguiendo el camino trazado por la Reserva Federal de Estados Unidos, que recientemente anunció por sorpresa una baja de 50 puntos básicos hasta un rango comprendido entre el 1 y el 1,25 % para atajar el coronavirus.
«Se espera una reducción del 0,25 % en función del actual escenario. Si no fuese por la crisis mundial, probablemente los intereses serían mantenidos», explicó a Efe el economista y director ejecutivo de la Asociación de Ejecutivos de Finanzas, Administración y Contabilidad, Roberto Vertamatti.
Teniendo en cuenta la actual coyuntura económica, un nuevo recorte de los intereses no «tendría ningún impacto negativo» porque «la inflación sigue muy baja», según precisó en declaraciones a Efe Nelson Marconi, profesor del centro de estudios Fundación Getúlio Vargas.