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El Plan Estratégico 2021-2025 de la Autoridad Portuaria de Barcelona contempla que la entidad refuerce su rol como centro de distribución para compañías vinculadas al comercio electrónico. “Uno de los grandes objetivos del plan es incrementar el suelo logístico a disposición de las empresas que trabajen el ecommerce”, ha detallado el jefe de Estrategia de Negocio del puerto, Jordi Torrent. “Buscamos reducir el impacto medioambiental de esta actividad y consolidar Barcelona como un centro de distribución en España y Europa para empresas que venden por canales electrónicos, así como por el resto, que continuarán funcionando”.
En relación a ello, el jefe de Proyectos Estratégicos e Innovación del puerto, Carles Rúa, ha explicado que “en Barcelona tenemos un factor clave para potenciar el comercio electrónico, que es la proximidad con el aeropuerto”, de forma que las empresas pueden utilizar tanto el canal de entrada marítimo como aéreo posicionándose en una única ubicación. Torrent ha recordado, asimismo, que el complejo portuario cuenta “con unas características que le diferencian de otros puertos, con una ZAL con empresas finales que gestionan este tipo de tráficos”. Por ello, ha manifestado que “contamos con una relación muy directa con sus necesidades y con la posibilidad de acompañarlas en su crecimiento e intentar reducir la huella medioambiental”.
También en el ámbito de la sostenibilidad, el jefe de Estrategia del puerto ha manifestado que “los puertos nos hemos ganado mala fama, pero hay que diferenciar entre puertos industriales y no industriales” y que “nuestro impacto en la calidad del aire es reducido comparado con otros que dispongan, por ejemplo, de refinerías”.
Por otra parte, el plan estratégico también contempla actuaciones en infraestructuras ferroviarias como nuevas terminales en el cauce del río Llobregat y los accesos al puerto. “Hemos sido muy buenos en atraer al tren los tráficos que van más allá de Catalunya y menos en el corto radio”, ha reconocido. Además de fomentar este tipo de tráficos de corta distancia, la voluntad del puerto es “incrementar los servicios internacionales ferroviarios con nuevos insturmentos de los que nos dotaremos en los próximos años”, según Torrent. Junto a las líneas de transporte marítimo de corta distancia, la entidad portuaria calcula que este 2020 se han superado los 750 millones de euros de ahorros que representan los costes externos de la actividad si la mercancía se hubiera transportado por camión.
En los próximos cinco años, la entidad desarrollará asimismo otras actuaciones como la concentración de la actividad de contenedores en la zona sur del puerto, la ampliación del muelle adosado o la ampliación de la zona del short sea shipping. “Estas infraestructuras responden a una doble necesidad: la demanda del mercado y el smart port que queremos ser”, ha detallado Carles Rúa. “Hay un cambio en el modelo de consumo que nos afecta como puertos y nuestra obligación es ser lo suficientemente ágiles como para adaptarnos a las demandas de nuestros consumidores y clientes”. De esta forma, Barcelona se convertirá “en un puerto logístico donde, además de transportar, hagamos transferencia de mercancías que ayuden a la cadena a llegar al consumidor final”.
DESARROLLO DEL HUB DE INNOVACIÓN
La autoridad portuaria también prevé aprovechar la innovación de Barcelona para “desarrollar un distrito tecnológico vinculado a la economía azul”, según ha detallado Rúa. “Tenemos el Pier 01, pero de cara al futuro esperamos desarrollar nuevos espacios para fomentar esta innovación”. En relación a ello, el plan estratégico incluye la creación de 400.000 puestos de trabajo dentro del puerto hasta 2025. “Tenemos la oportunidad de desarrollar nuevos negocios y crear algunos puestos de trabajo que serán nuevos, pero que nos abren numerosas oportunidades”, ha añadido el jefe de Proyectos Estratégicos e Innovación.