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C&A se mantiene firme en el mercado español. Mientras la mayoría de compañías del sector ajusta su red de distribución tras el golpe del Covid-19, el gigante europeo de la gran distribución de moda saca partido de la reestructuración que llevó a cabo en 2017 y afirma que su red de mantendrá estable. La empresa, liderada en España y Portugal por Domingos Esteves, se encuentra buscando oportunidades en el mercado, pese a que el grupo prevé una caída de ventas del 40% en 2020 en el mercado.
“Tras el golpe inicial, hicimos una primera estimación anual de descenso del 40% -explica Esteves, director general en la Península Ibérica, a Modaes.es-; las primeras semanas fueron positivas y eso nos hizo pensar que quizás habíamos sobredimensionado, pero ahora parece que las cosas avanzan en esa dirección”. Las ventas y el tráfico en España evolucionan entre diez y quince puntos por debajo de la media europea.
Pese a este impacto, Esteves no prevé una redimensión de su red de distribución ni de su equipo en el país, pues la compañía ya ajustó su tamaño hace tres años. Ante la caída generalizada de sus ventas, C&A llevó a cabo en 2017 un plan de reestructuración de su negocio a escala global, que supuso el cierre de decenas de puntos de venta no rentables.
En España, dicho plan de reorganización del negocio incluyó un expediente de regulación de empleo (ERE) sobre 300 empleados, el 16% de su plantilla en el territorio. A principios de 2017, el grupo también emprendió el cierre de 23 establecimientos en el mercado español.
C&A prevé que sus ventas se encojan un 40% en España en 2020
Ahora, C&A se encuentra “buscando oportunidades que puedan surgir en el mercado”, según Esteves, que señala que “en un momento como el actual hay que ser flexible: es momento de tomar posiciones”.
El grupo, que cuenta actualmente con 83 establecimientos en España y 32 en Portugal, acaba de reabrir su tienda de Castellón tras ser renovada y a mediados de septiembre se instalará en Almería. Además, la empresa prevé empezar en breve la reforma de uno de sus establecimientos en mercado nacional, la de la calle Pelayo de Barcelona.
C&A es uno de los mayores grupos de distribución de moda de Europa, pero no facilita sus cifras económicas. En 2019, según estimaciones llevadas a cabo por Deloitte en el informe Global Powers of Retailing, el negocio de la compañía podría haberse situado en alrededor de 6.715 millones de euros.
En España, según las últimas cuentas disponibles en el Registro Mercantil, la sociedad C&A Modas finalizó el ejercicio 2019 (cerrado en febrero de dicho año) con una cifra de negocio de 328,65 millones de euros.
Evolución en la pandemia
“La primera medida que tomamos fue el teletrabajo, una semana antes de que el Gobierno lo impusiera”, recuerda el directivo, que explica que desde aquel momento “todos los países trabajamos de forma conjunta para determinar las medidas de seguridad e higiene”.
C&A echó el cierre a todos sus puntos de venta en España con el decreto del estado de alarma; después llegó el turno de los centros de distribución y, después, de oficinas. La empresa recurrió a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (Erte) para prácticamente toda su plantilla, aunque reservó un pequeño equipo que se hizo cargo de la operativa durante el confinamiento.
La compañía cuenta con 2.083 empleados entre España y Portugal, 1.637 de los cuales corresponden a España. En el mercado español, C&A emplea a 53 personas en oficinas (cinco en Portugal); 1.334, en tienda (441 en Portugal), y 250 en centro logístico.
A fecha actual, la mayoría del personal ya ha sido rescatado del Erte. “Hay unos flecos mínimos, con trabajadores que tienen afectadas aún algunas horas, pero el grueso ya ha vuelto al trabajo”, explica Esteves.
“Al inicio hubo una explosión de alegría”, según Domingos Esteves
El pasado 21 de mayo reabrieron sus puertas todas las tiendas del grupo tanto en España como en Portugal, respetando primero el límite de 400 metros cuadrados de superficie y avanzando después conforme a las fases de la desescalada.
El primer ejecutivo de C&A en la Península Ibérica asegura que las primeras semanas de apertura fueron una “locura”. “La gente tenía ganas de volver, con respeto a las medidas de seguridad e higiene, pero al inicio hubo una explosión de alegría -recuerda-; se formaron colas en las cajas como no se veían desde hace años, y eso se tradujo en venta: hubo tiendas, como Reus, que crecieron respecto al año anterior”.
Tras el subidón inicial, la actividad empezó a caer, con negativos de tráfico y ventas de más del 35%. “La caída se nota mucho ahora, y hay que tener en cuenta que estos meses son fuertes por el turismo”, confiesa el ejecutivo.
“Además de las que están en zonas turísticas, las tiendas más afectadas ahora son las de Lisboa, Zaragoza y Lleida, donde se están registrando mayores rebrotes”, señala Esteves. Las tiendas ubicadas a pie de calle, es decir, ubicadas fuera de centros comerciales, son las que más están sufriendo en la red de C&A, al estar situadas en Barcelona, Zaragoza, Palma y Lisboa. “Son tiendas que viven mucho del tráfico peatonal y del turismo, así que se nota”, afirma Esteves.
Con las tiendas cerradas, las ventas online del grupo se han disparado, teniendo en cuenta que el peso digital de la compañía en España es todavía bajo, con menos de un 10% del total. Esteves destaca que “más del 50% de los clientes han sido nuevos y eso es muy importante, más que haber batido récords de ventas”. El directivo prevé que estos clientes harán que los dos canales “convivan”.
Infantil y juvenil se mantienen como las categorías con mejores resultados, igual que en el conjunto de Europa
Las categorías que mejor funcionaron durante las primeras semanas de apertura tras el confinamiento fueron niño y bebé, con alzas de más del 150% respecto a 2019, así como pijamas y ropa para estar en casa. Actualmente, infantil y juvenil (de cero a 16 años) se mantienen como las prendas con mejores resultados, igual que está sucediendo en el conjunto de Europa.
Mujer, que representa el cincuenta por ciento del negocio de moda de la cadena, se mantiene “en la media”, mientras hombre se resiente. “En los momentos de crisis, el hombre es el primero que recorta”, dice Esteves, que añade que en la crisis actual se suma el teletrabajo, que frena las ventas de ropa formal, como camisas o trajes.
“Es temprano para hablar del nuevo comportamiento del consumidor, pero se nota que la gente busca prendas más relajadas: sales a la calle, pero no hay trabajo y los restaurantes y las discotecas están restringidos”, señala Esteves. “No sé si es un cambio que vaya a quedarse, pero sí que se aprecia esta tendencia”, agrega.
El comportamiento del consumidor está siendo, según Esteves, similar en el conjunto de Europa, aunque con diferente intensidad. Tanto en tráfico en las tiendas como en ventas, España evolución entre diez y quince puntos por debajo del resto de Europa, “por la mayor afectación del Covid-19, la falta de turismo y las medidas económicas y sociales, que han sido más duras en el país”. Suiza, Holanda, Austria y Europa del Este son algunos de los territorios en los que C&A está registrando mejores resultados, aunque Esteves precisa que son igualmente negativos respecto a 2019.
Esteves: “Trabajamos en una base de incertidumbre, pero con algo más de información, y siempre es preferible estar preparados para lo peor”
¿Baraja el grupo otro confinamiento en el segundo semestre de 2020? “Estamos preparados para todo lo que pueda ocurrir, aunque está claro que los gobiernos de España y Portugal quieren evitarlo, pero ya ven rebrotes en los dos países”, afirma Esteves.
“Todo lo que hemos vivido nos ha dado un aprendizaje muy grande -dice el ejecutivo-; es difícil prevé qué va a pasar, y más cuando se hablaba de rebrote en octubre y parece que ya lo estamos viviendo”. Esteves asegura que la empresa analiza escenarios “semana a semana” y confiesa que, aunque el calendario comercial de septiembre a febrero está planteado con normalidad, la empresa está preparada para hacer cambios en cualquier momento.
“Trabajamos en una base de incertidumbre, pero con algo más de información, y siempre es preferible estar preparados para lo peor”, plantea Esteves. “Es un año de pérdida financiera y comercial, pero nos va a permitir probar y hacer cambios que nos dejarán mejor preparados para el futuro”, reflexiona. “Estamos en un año de construcción: hay procesos que hace años que se tenían que haber cambiado, pero ahora se acelerarán”, agrega.