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Los restaurantes de los centros comerciales de Catalunya reabren este lunes tras casi seis meses de cierre por las restricciones de la pandemia. Una vuelta a la actividad “agridulce”, tal y como expone Jordi Pasqual, copropietario de la cadena Udon, con once establecimientos en estos recintos. El parón obligatorio ha dejado una profunda herida en estos negocios, que emplean a más de 12.000 personas solo en Catalunya. Los propietarios, el 98% de ellos autónomos con negocio propio o franquicia, han tenido que seguir pagando al menos la mitad del coste del alquiler de los locales, los gastos fijos y una parte de las cotizaciones de los empleados durante este periodo sin apenas ingresos. “Pese a no poder trabajar, hemos aguantado un gasto medio de más de 14.000 euros al mes”, resume Lluïsa Muñoz, portavoz de los restauradores de la Asociación Catalana de Comerciantes de Centros Comerciales. Las ayudas directas, añade, han sido “mínimas” y la mayoría de hosteleros aún no las ha recibido. “Tocamos a unos 15.000 euros por los seis meses, lo que apenas da para cubrir una pequeña porción de los costes”, resume.
Esta situación ha llevado a la insolvencia a una gran parte de negocios. Uno de cada cuatro bares o restaurantes de los centros comerciales no ha resistido el parón. Ya ha cerrado definitivamente o se prepara para hacerlo en las próximas semanas, lamentan desde la Asociación de Comerciantes. “Las administraciones públicas han arruinado muchos negocios y a muchas familias”, sigue Muñoz. El trago más duro, continúa, ha sido ver a compañeros “yendo a buscar comida a oenegés o al banco de los alimentos, porque una familia no puede vivir con los 800 euros al mes del ERTE durante medio año”.
El gasto medio por local ha superado los 14.000 euros al mes pese a estar cerrados; las ayudas aún no han llegado
El cierre se ha vivido como un shock y con un gran enfado. “Nos han discriminado, y ahora, abriendo solo hasta las 17 horas, no podremos recuperar las pérdidas y el dinero invertido para aguantar el cierre, nos hemos endeudado con préstamos ICO… el lunes volvemos pero esto no acaba aquí, queda mucho para recuperarnos”, afirma Pasqual.
Ahora, el daño económico del cierre va camino de llegar a los tribunales. Los hosteleros de los centros comerciales estudian acciones legales contra las administraciones por “discriminación” y para ser compensados “por daños y perjuicios”, explica Lluïsa Muñoz. Cuentan con el asesoramiento legal del Gremi de Restauració y la semana que viene han agendado varias reuniones para poner en marcha la estrategia legal. “Es el último recurso, será largo y difícil, pero no nos podemos quedar de brazos cruzados ante el impacto que nos ha provocado” el cierre impuesto por el Govern de la Generalitat, insisten desde la Asociación de Comerciantes, muy molestos con el departament de Salut y el de Treball. La labor de la conselleria de Empresa, en cambio, ha sido valorada por los hosteleros.
Queda por ver la reacción de los clientes. La restauración sigue muy por debajo de las cifras pre pandemia y la recuperación se prevé lenta, indica el último informe de Aecoc Shopperview sobre el trasvase de consumo de alimentación de fuera a dentro de los hogares. Según los datos de la encuesta, la pandemia ha afectado tanto al gasto como a la frecuencia de consumo en bares y restaurantes: el 72% de los ciudadanos destina ahora menos recursos a la restauración que antes de la pandemia.
El 29% visita estos establecimientos al menos una vez a la semana, un porcentaje 36 puntos por debajo del que se registraba antes de la crisis sanitaria. El consumo en el hogar, en cambio, sigue aumentando.