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Trabajadores de varios centros comerciales de Santiago protestaron este martes, exigiendo el cierre de tiendas ante el riesgo de contagios por el nuevo coronavirus, en momentos en que en Chile se registran 201 casos confirmados.
«Cierren el mall» o «Que se vayan pa’ la casa», gritaron varios trabajadores de centros comerciales como el Costanera Center o el Parque Arauco, golpeando las barandas de escaleras, los basureros o las persianas metálicas de las tiendas.
El gobierno recomendó a la población quedarse en casa, suspendió las clases por dos semanas y cerró las fronteras. Igualmente prohibió las reuniones con más de 50 personas y decretó el cierre de varios parques urbanos, pero todavía no ordenaba la clausura del gran comercio.
«Si se supone que es algo tan extremo por qué no cierran el mall ¿Cierran un parque y no cierran un mall?, sobre todo acá el Costanera que vienen muchos turistas», se queja a la AFP Ingrid Vargas, quien aunque señala tener «buena salud» está preocupada por contagiar a los «enfermos crónicos» que hay en su familia.
La mayoría de los trabajadores de centros comerciales -que lucen con muy poca gente en los últimos días- tiene sueldos base bajos que se incrementan según las ventas.
El reclamo de estos trabajadores y también de algunos bancarios, que continúan trabajando con atención al público, es el reflejo de cómo se ha entendido en una mayoría de la población de Chile la importancia de no exponerse al contagio.
«No debería trabajar, porque tengo una hija y lo que lleve se lo trasmito a ella. Un sueldo no vale eso», dice un trabajador venezolano de una cafetería del centro comercial Costanera Center, en el este de Santiago.
Algunos municipios anunciaron el martes que contemplan decretar a partir del miércoles la clausura de los centros comerciales, excluyendo farmacias y supermercados, que en los últimos días se han visto colmados de consumidores haciendo compras frenéticas hasta agotar anaqueles de productos esenciales y no esenciales.
El centro comercial Parque Arauco, uno de los más grandes y atractivo para turistas, aseguró en Twitter que dio «total flexibilidad para que cada tienda en este período decida si abrir o no» o pueda «modificar sus horarios».
Grandes cadenas de supermercados restringieron su horario y decidieron racionalizar las ventas ante un explosivo incremento de la demanda sobre todo de artículos de limpieza y papel higiénico.