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La entrevista es distinta, como todo lo que está sucediendo en estos tiempos. Del otro lado de la pantalla, con auriculares, Claudio Drescher conversa con El Cronista. Como histórico empresario del negocio textil, conoce el rubro como pocos y preside la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Y, como todo lo que sucede en estos días, la charla, que había comenzado el jueves, tuvo que tener un segundo llamado, luego que el sábado a la noche el Gobierno diera el visto bueno al pedido de los comercios de poder realizar venta online.
«Andamos muy mal», había iniciado la conversación el jueves el empresario que no solo vive en carne propia las penurias del sector sino que, como número uno de la cámara, escucha día a día a cientos de empresarios de uno de los sectores más afectados por la crisis sanitaria y económica. Hoy, tienen cierto alivio.
-¿En qué situación está la moda?
-Andamos mal. Y, cuando digo indumentaria, digo toda la cadena de valor: hilado, textiles, los que tiñen, los talleres de confección, el diseño, la marca y la comercialización. Esa es la cadena de valor de la moda, exactamente, 1 millón de personas.
Hay una discusión entre lo esencial y lo no esencial. Hay industrias que se consideran esenciales y es obvio que tengan prioridad. Lo único que digo es que, en la cadena de valor de la moda, donde está calzado también, hay 1 millón de trabajadores que dependen de que esto empiece a funcionar.
En el caso de las marcas, si no tienen ventas, no tienen ingresos. Y al tener cero ingresos no podemos dar trabajo al hilandero, ni al taller de confección ni a nuestro personal, ni a nuestras vendedoras. O sea, se rompe la cadena de pagos de todo el sector.
-¿Por eso la importancia de que se les habilite el e-commerce?
-Exacto. Estoy a favor de privilegiar el tema de la salud y lo compartimos 100 por ciento. Sabemos que, todavía, acá no llegó la ola más difícil, la gente está tomando conciencia relativamente de lo que se avecina. Va a ser duro, con lo cual estamos cien por cien de acuerdo con que la política que está desarrollando el Gobierno es correcta.
La dicotomía economía y salud es totalmente falsa: un descontrol sanitario en el país tiene un impacto económico enorme. Entonces, para los que dicen que el problema es la economía, todavía, no entendieron contra qué estamos lidiando. Si nosotros vamos a trabajar normalmente y se empieza a infectar la gente, va a dejar de ir. Se va a romper la economía igual, con la diferencia que va a producir un nivel de enfrentamiento entre sindicatos, trabajadores, empresas… Va a ser incontrolable.
-Pero esta flexibilización para la indumentaria era indispensable…
-Sí, es una noticia muy positiva. No estábamos pidiendo que abran los centros comerciales. Yo, como presidente de la cámara y por mi propia marca, tener los shoppings cerrados es como cortarme las piernas, no existo sin los locales. Pero consideramos que el método de entrega a domicilio es el más idóneo y el más saludable. Yo uso sistemas de entrega, justo hace un rato acaba de llegar el repartidor, tocó el timbre de mi departamento, no ingresó, dejó las cosas en el suelo, le di mi número de documento y se fue. Ahora yo tomó esa caja, la higienizo y la puedo abrir. En el caso de la indumentaria, con cuatro personas en un depósito, habilito la preparación de paquetería, cumpliendo las medidas de seguridad. Esa gente prepara los paquetes y los entrega a la empresa de logística con la cual trabaje.
-¿Y eso ya implica un gran alivio para cada empresa?
-Por supuesto, si bien el e-commerce representa en todas las marcas de indumentaria, del 100% de nuestra facturación global (locales, exportación, venta mayorista), solo el 10%. Si se tiene en cuenta solo el retail, es algo más del 20, un 23%.
-¿Pero en este tiempo podría pasar a ser el 15%?
-Posiblemente. Y me sirve para pagar salarios, obra social, retenciones. Todos los impuestos que estoy obligado. Hay muchos en los que estamos exceptuados.
-¿El lunes -por hoy- ya podrían vender online?
El lunes vamos a proceder al paso organizativo y tomar todas las medidas de seguridad e higiene. En nuestro caso, hemos hecho una capacitación online. La Cámara ha sugerido que estando en sus casas, las personas que van a manipular las cajas y hacer los envíos ya online hagan la capacitación. Todos los uniformes de seguridad ya están entregados. Mañana va a ser un día de adaptación. En los depósitos, va a haber un enfermero que va a tomar la fiebre a las personas antes de ingresar. Los turnos van a ser más cortos, y cada uno va a tener menos gente trabajando. Y cada vez que termina un turno se higieniza el lugar. Lo estamos haciendo con una enorme responsabilidad para que esto sea el primero paso paulatino para empezar a normalizar la economía.
-¿Que pasa el día después?
-Una característica de este momento histórico es que no tenemos fecha. Por eso, no sé si sirva cualquier plan que podamos hacer, aunque, por supuesto los estamos haciendo. En este momento, estamos comprando tela para el invierno 2021. Si frenamos, nos estamos suicidando.
-Pero, por supuesto, con cálculos a la baja…
-¡Obviamente! Estamos pensando en una caída del sector del 30%, 40% en cantidad de unidades. La economía se rompió y el Gobierno tiene que desarrollar una economía mucho más audaz de salvataje de la industria nacional. Si no se toman, y entiendo que lleva tiempo, sabemos que van a quedar muchísimas empresas en el camino. Y lo que va a suceder es una extranjerización de la industria.