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La firma no superaría una prueba de estrés de incumplimiento soberano debido a la alta correlación entre sus activos y la economía local, con alrededor de 40% de ellos basados en el país.
Tras la decisión de Standard & Poor’s de rebajar la calificación crediticia de Colombia de BBB- a BB+ y degradar al país a nivel de «bono basura», la agencia pasó a recortar las notas de ocho compañías con operaciones locales, aunque les asignó perspectiva estable.
La firma explicó que “la perspectiva de estas empresas refleja la de Colombia, porque esperamos que las calificaciones de estas entidades se muevan a la par con la del (bono) soberano”.
Entre las empresas que sufrieron correcciones estuvo Grupo Sura (que también cayó a BB+) puesto que no superaría una prueba de estrés de incumplimiento soberano de Colombia debido a la alta correlación entre sus activos y dividendos y la economía local, con alrededor de 40% de ellos basados en el país.
El ajuste afectó además a la eléctrica italiana Enel, que vio caer su calificación a BBB-, al igual que su filial Emgesa, aunque ambas quedaron un peldaño por encima de la calificación de Colombia.
La medida impactó además a la petrolera estatal Ecopetrol, su filial Oleoducto Central (Ocensa), Isagen, Davivienda, Findeter y Financiera de Desarrollo Nacional (FDN).
“Una vez que S&P tomó la decisión de bajar esa nota, todas las compañías son rebajadas de manera automática, por lo cual no hay sorpresa al respecto”, señaló el economista en jefe para la Región Andina de BTG Pactual, Munir Jalil, citado por el medio local La República.
Al igual que en el caso del país, la rebaja de calificación encarecerá el costo de financiamiento para las empresas, especialmente para las emisiones de bonos en dólares.