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Para evitar abusos y acoso innecesarios, existen reglas sobre lo que estos despachos pueden y no pueden hacer.
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Una vez que empiezan los atrasos en los pagos, la entidad prestamista buscará recuperar su dinero y a partir del día 90 de retraso es posible que solicite apoyo de los despachos de cobranza.
Si bien los despachos de cobranza tienen el objetivo de recuperar el capital, en ocasiones llegan a ser invasivos. Para evitar abusos y acoso innecesarios, existen reglas sobre lo que se puede y no se debe hacer. De no acatarlas, el organismo público que se encarga de sancionarlos es el Registro de Despachos de Cobranza (Redeco).
En el primer semestre de 2018 el Redeco inicio 15,109 acciones, según el Informe de Autoevaluación de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
“Si consideras que tus derechos están siendo vulnerados por los despachos de cobranza pide ayuda al Redeco. Antes de hacerlo es importante saber si el despacho de cobranza está procediendo de forma correcta o ha hecho algo que va fuera de sus competencias”, señala Sebastián Medrano, director de Coru.com.
La cobranza extrajudicial ilegítima incluye el uso de la violencia física o verbal, hostigamiento e intimidación, ya sea en persona o por otro medio, para exigir el pago de un crédito o una deuda derivada de una obligación contenida en un contrato, independientemente de quién sea el tenedor de los derechos de cobro al momento de realizar la cobranza.
Etapas de la cobranza
Usualmente se procede en la cobranza en tres fases, dependiendo del tiempo transcurrido desde que se otorgó el crédito:
- Cobranza Administrativa: Se da en la etapa inicial del impago, de 1 a 90 días de atraso o mora. La entidad busca al deudor y trata de obtener el cumplimiento sin éxito, o bien no se respetan los acuerdos de pago pactados.
- Cobranza Extrajudicial: Se da en un plazo de 91 a 120 días de deuda vencida. Se busca la recuperación del crédito con el departamento de cobranza que tenga la propia empresa, o bien mediante despachos externos. En esta etapa se le informa al cliente que, de no lograr una solución, podría turnarse a un departamento legal.
- Cobranza judicial: Buscar la recuperación de la deuda a través de un proceso judicial.
Qué saber de los despachos de cobranza
- Son intermediarios. Actúan como mediadores entre la entidad financiera y el deudor, con el propósito de requerir extrajudicialmente el pago de la deuda o bien negociar y reestructurar los créditos, pero el trato deberá estar avalado por la entidad que otorga el crédito.
- Lo que sí puede hacer el despacho es informarte de tu situación. Toda llamada de cobranza debe realizarse en tono cordial, el representante está obligado a ser respetuoso e identificarse. Informarte sobre el estado de tu deuda y las alternativas de pago son su función principal. El horario permitido es de 7 am a 10 pm. Si no te encuentras disponible tiene la opción de dejar un recado con los datos para que puedas comunicarte pero no puede negociar con alguien más, mucho menos con menores de edad o adultos mayores. En el momento de comunicarse contigo, el representante debe dejarte claro para qué despacho trabaja, así como a qué institución representa.
- Lo que no puede hacer es intimidarte ni a tus conocidos. Los despachos de cobranza no tienen permitido realizar amenazas ni dirigirse a los deudores de forma agresiva. Tampoco tienen autorización para presentarse a nombre de instituciones públicas ni usar nombres o papelería que pueda insinuarlo.
- Una deuda civil no puede llevarte a la cárcel. Sin embargo, en ocasiones se envían documentos que fingen ser órdenes judiciales y esto no está permitido.
- Tampoco es correcto es que te cobren directamente; si llegas a un acuerdo con el despacho de cobranza el pago debe ser directamente a la institución con la que tienes la deuda.
Antes de negociar, verifica a quién le debes
Hay dos grandes casos que puedes enfrentar con los despachos de cobranza. El primero es que un prestamista, por ejemplo un banco, use su área de cobranza o llame a una agencia para recuperar el dinero, pero el banco sea el dueño de la deuda; entonces el despacho solo se dedica a cobrar y ser un intermediario para el banco.
El segundo escenario es que el prestamista, por ejemplo una tienda departamental traspasa o vende la cartera vencida, pasados mínimo tres meses de retraso en los pagos. En este caso, las deudas “cambian de dueño” y hay que confirmar exactamente a quién le debes pagar ahora.
Los nuevos acreedores pueden proponer negociaciones para rebajar o saldar la deuda (quita).
La recomendación de la Condusef es antes, verificar que efectivamente la deuda cambió de dueño. Puedes consultar el nombre de las entidades a las que tú les debes si revisas tu historial crediticio en buró de crédito.
Cómo negociar mejor con un despacho de cobranza
- Recuerda, son intermediarios. Si acuerdas negociar y reestructurar las deudas, préstamos o financiamientos con el despacho de cobranza, hay que formalizar el convenio con la entidad financiera que otorgó el crédito.
- La cobranza puede hacerla tanto una persona física como una moral, pero en ambos casos debe contar con un registro legal. Antes de aceptar cualquier negociación es útil verificar que se trata de un representante autorizado en la página del Redeco. Ahí aparece un listado que se actualiza con los datos básicos quienes están registrados oficialmente para hacer tareas de cobranza.
- Los datos que te ofrece el Redeco, son: Nombre de la entidad financiera para la que trabaja, nombre del despacho, si se trata de una persona física o moral, dirección, teléfono y correo electrónico.
- Si adquiriste una deuda con tu crédito y no fue posible pagar en tiempo y forma, lo mejor es regularizarse, pero si ya empezaron las llamadas de cobranza, no te dejes atemorizar. Pregunta las condiciones de tu deuda y las alternativas.
- Toma una negociación únicamente si estás en condiciones de cumplirla, pero si en el proceso notas algo fuera de lo normal repórtalo. Aún si tienes una gran deuda se deben respetar tus derechos, hazlos valer.