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Escasez de liquidez, problemas de solvencia, concursos. Este es el escenario que teme hoy gran parte del negocio de la moda en España. Al sector, compuesto en su mayoría por pymes, está crisis le ha pillado en horas bajas, sin pulmón y tras acumular años de caída de ventas y márgenes. La crisis dejará a muchos con sólo dos alternativas: cerrar o vender. En un mercado donde sigue habiendo liquidez, ¿será el coronavirus el detonante para una nueva oleada de operaciones corporativas en la moda española?
Aún sin la reapertura a la vista, el capital ya ha comenzado a moverse y grupos industriales e inversores empiezan a analizar el mercado, explica una fuente del sector. Con financiación barata y un gran número de empresas a precio de saldo, los inversores podrían aprovechar la crisis para tomar posiciones en el sector.
Las medidas de contención de la pandemia mantienen casi todo el parque de tiendas del sector cerrado en todo el mundo. Los ingresos son casi cero, con una pequeña aportación del ecommerce en algunos casos.
Grupos industriales e inversores comienzan ya a analizar el mercado
Pero el problema será reabrir. Ya hoy muchas empresas no pueden hacer frente a pagos de proveedores y caseros y cuando las tiendas vuelvan a abrir los gastos se dispararán: gran parte de la plantilla de tienda, hoy en Ertes, tendrá que regresar, y todos los costes logísticos y de suministros ascenderán de nuevo. En cambio, todo indica que el consumo se recuperará muy lentamente, como ya está ocurriendo en China.
“La pérdida va a ser brutal. Empezaremos a vender con descuentos, estamos en modo supervivencia. Si no hay ayudas, cerraremos”, dice Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Empresarial del Comercio Textil y consejero delegado de Neck&Neck. “El Gobierno dijo que no dejaría a nadie atrás, pero no necesitamos endeudarnos más o aplazamientos, sino condonaciones”, asegura el empresario.
Consultoras y patronales coinciden en que esta crisis arrasará con el tejido empresarial del sector. Las principales asociaciones del comercio de España estimaron la semana pasada que un 50% de las empresas podrían cerrar por el cierre impuesto de establecimientos.
El problema será mayor al abrir, cuando a los gastos actuales se sumen suministros y nóminas
McKinsey cree que nueve de cada diez compañías de moda cotizadas del sector se enfrentarían a problemas financieros si el cierre de tiendas se alargara dos meses. En Reino Unido, el Centro para la Investigación de Retail anticipa el cierre definitivo de 20.000 comercios, y en Hong Kong la crisis arrasará con 5.200 establecimientos, según la Hong Kong Retail Management Association.
También Gap, el mayor grupo estadounidense de moda, ha coincidido en el diagnóstico. “Las compañías de retail que sobrevivan podrán obtener una cuota mayor de un mercado de la moda que probablemente será más pequeño”, explicó Katrina O’Connell, directora financiera de Gap
Ya desde la crisis económica, el sector vive un proceso de polarización: entre los grandes, que se han hecho aún mayores, y un amplio tejido de start ups que buscan hacerse un hueco en el sector. En medio, pymes sin la velocidad y la ligera estructura de los pequeños y sin el pulmón de los mayores.
La moda española es un sector de pymes: el 86% de las empresas tienen diez empleados o menos
A cierre de 2018, sólo el 44% de las empresas del sector creaban valor, es decir, registraban beneficios que superaban el coste estimado de capital, según datos de la consultora McKinsey. En los últimos cinco años, el porcentaje de empresas que destruyen valor se ha casi duplicado. Además, el crecimiento del sector está muy concentrado: unos pocos súper ganadores copan el 177% del beneficio del sector.
En España, el 86% de las empresas del sector, unas 17.600 sociedades, tienen diez empleados o menos. Hay otras 3.000 pymes y apenas 36 grandes, de más de 200 empleados, según los últimos datos del Directorio Central de Empresas (Dirce) del Instituto Nacional de Estadística (INE).
El coronavirus ha paralizado el plan de compras de PVH, que preveía buscar oportunidades de nuevo este año
Las operaciones en ‘stand by’
El coronavirus también ha interrumpido operaciones que ya estaban en marcha. La mayor de todas ellas se gestó en noviembre de 2019, sólo dos meses antes del estallido de la pandemia. LVMH acordó comprar Tiffany por 135 dólares por acción.
El crash de la bolsa de Nueva York del 18 de marzo hundió la acción hasta 111,22 dólares, despertando los rumores de que LVMH podría comprar la empresa en el mercado abierto, aunque el grupo lo desmintió. La operación debería cerrarse en el segundo semestre de este año.
También PVH estaba en noviembre en posición compradora, tras devolver todas las deudas asociadas a las compras de Tommy Hilfiger, Calvin Klein y Warnaco. Pero la crisis del coronavirus obligó al grupo a poner en stand by los planes y recortar gastos e inversiones.
Este tendría que haber sido el año de relanzamiento de Custo Barcelona tras ceder la licencia a Aeffe
En España, la crisis ha congelado la última operación de Nextil, el dueño de Dogi. La empresa había empezado el año pasado negociaciones en exclusiva para hacerse con un proveedor estadounidense. El periodo de exclusividad finalizó en plena crisis del Covid-19, aunque Nextil aseguró que las conversaciones continuaban en marcha.
Este era también el año en el que varios grupos del sector esperaban capitalizar las compras que hicieron en el último año y en las que, en muchos casos, se había ya destinado ya importantes inversiones.
Es el caso, por ejemplo, de Pronovias, que en los últimos años ha acelerado con compras de la mano de BC Partners y se ha hecho con la italiana Nicole y con la holandesa Lady Bird.
Nextil continúa en negociaciones para hacerse con un proveedor de EEUU, aunque ya ha terminado el periodo de exclusividad
La italiana Velmar, propiedad de Aeffe, que el año pasado firmó un acuerdo de licencia con Custo Barcelona. La empresa presentó su primera colección en las semanas de la moda de Nueva York y Milán a principios de año, las últimas que se realizaron antes de la globalización del coronavirus, y había trazado un plan para relanzar la firma este año.
Tampoco Tendam podrá capitalizar por ahora la compra de la marca Intropia, cerrada a finales del año pasado. El grupo madrileño se hizo con las marcas Hoss, Intropia y Hoss Intropia y quería lanzar la primera colección en la temporada otoño-invierno 2020. Además, la empresa se encarrilaba a la bolsa, aunque sin fecha definida, un plan que podría ahora verse truncado.
Ternua Group había fijado 2020 en el calendario como el año para recoger los frutos de su nueva cartera de marcas, tras la incorporación de Loreak Mendian en mayo de 2019. La empresa quería evolucionar de una empresa local de sportswear a un grupo de marcas de moda y deporte con la mirada puesta en 2030.