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La venta de teléfonos celulares se derrumbó más del 70% durante el último mes, desde que comenzó la cuarentena, según datos de la consultora Carrier y Asociados. «Sin gente en las calles, con los negocios cerrados y un contexto económico muy complicado», la caída fue generalizada, dijo Enrique Carrier a Clarín. Sin embargo, el especialista destacó que durante el último mes hubo un aumento del 50% en las ventas online de celulares, pero como era una «base baja, no compensa la pérdida de venta» en los canales tradicionales.
Además, los fabricantes de productos de telefonía celular se encuentran con toda la producción paralizada en Tierra del Fuego, porque no fueron considerados un sector «esencial» por el gobierno nacional. Como los distribuidores entregan celulares a cuentagotas, ya que está parada su producción, en general se venden los productos que tienen en stock las tiendas virtuales de los operadores móviles y de las cadenas de retail.
“Si se mantiene paralizada la producción, esto se va a complicar todavía más, porque los fabricantes nos están entregando sólo lo que tenían en stock, pero eso alcanza para un mes”, planteó un directivo de una cadena de electrodomésticos, que vende celulares por delivery desde principios de mes. Y agregó: “Cada vez quedan menos marcas y productos para ofrecer».
Habrá que ver si el Gobierno nacional consigue articular la vuelta a la producción de las fábricas de electrónicos en Tierra del Fuego, con la distribución y venta de esa producción, para poder encauzar los conflictos que tienen las principales empresas del sector con sus trabajadores y que en poco tiempo más no haya desabastecimiento de celulares en el país.
Todo indica que se profundizará la tendencia declinante de los últimos tres años, en un sector que tiene todas sus fábricas cerradas en Tierra del Fuego por la cuarentena del coronavirus y es muy baja la cantidad de terminales que ingresan de otros países. En 2017 se vendieron 13,3 millones de celulares; un año después fueron 9,4 millones; y 7,5 millones el año pasado, apenas por encima de los 7,4 millones de celulares que se vendieron en 2004, según datos de Carrier.
Más allá de esa tendencia, durante el último mes, en el caso de Personal, «la venta de terminales cayó 50%, teniendo en cuenta que el canal presencial era el que mayor volumen de ventas realizaba (aproximadamente un 70%). En tiempos de aislamiento social preventivo y obligatorio, el canal online tuvo un incremento del 33% en este primer mes, reabsorbiendo una proporción de la demanda junto con el canal telefónico», dijeron fuentes de Personal.
En Movistar destacaron que el sector pudo reposicionarse con la venta online, que en su propia tienda virtual creció un 55% respecto a la etapa previa a la cuarentena. «Más allá de las razones de contexto atendibles, ese veloz crecimiento en las transacciones virtuales fue posible gracias tanto al camino de digitalización que la compañía viene transitando desde hace ya algunos años, como a la creciente adopción de patrones de consumo más digitales por parte de la sociedad argentina», señalaron desde Movistar.
«El panorama a futuro no es alentador, ya que una vez pasado el aislamiento (aunque sea parcialmente), quedará una economía muy maltrecha, con gente con poco dinero en los bolsillos», aseguró Carrier. Y otro especialista, que pidió no ser mencionado, dijo que este año podría el sector tener una venta en torno a los 4 millones de celulares, algo que no ocurría desde la gran crisis de 2001, cuando sólo había 8 millones de abonados celulares, frente a las 60 millones de líneas en servicio que hay en la actualidad.
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La venta de teléfonos celulares se derrumbó más del 70% durante el último mes, desde que comenzó la cuarentena, según datos de la consultora Carrier y Asociados. «Sin gente en las calles, con los negocios cerrados y un contexto económico muy complicado», la caída fue generalizada, dijo Enrique Carrier a Clarín. Sin embargo, el especialista destacó que durante el último mes hubo un aumento del 50% en las ventas online de celulares, pero como era una «base baja, no compensa la pérdida de venta» en los canales tradicionales.
Además, los fabricantes de productos de telefonía celular se encuentran con toda la producción paralizada en Tierra del Fuego, porque no fueron considerados un sector «esencial» por el gobierno nacional. Como los distribuidores entregan celulares a cuentagotas, ya que está parada su producción, en general se venden los productos que tienen en stock las tiendas virtuales de los operadores móviles y de las cadenas de retail.
“Si se mantiene paralizada la producción, esto se va a complicar todavía más, porque los fabricantes nos están entregando sólo lo que tenían en stock, pero eso alcanza para un mes”, planteó un directivo de una cadena de electrodomésticos, que vende celulares por delivery desde principios de mes. Y agregó: “Cada vez quedan menos marcas y productos para ofrecer».
Habrá que ver si el Gobierno nacional consigue articular la vuelta a la producción de las fábricas de electrónicos en Tierra del Fuego, con la distribución y venta de esa producción, para poder encauzar los conflictos que tienen las principales empresas del sector con sus trabajadores y que en poco tiempo más no haya desabastecimiento de celulares en el país.
Todo indica que se profundizará la tendencia declinante de los últimos tres años, en un sector que tiene todas sus fábricas cerradas en Tierra del Fuego por la cuarentena del coronavirus y es muy baja la cantidad de terminales que ingresan de otros países. En 2017 se vendieron 13,3 millones de celulares; un año después fueron 9,4 millones; y 7,5 millones el año pasado, apenas por encima de los 7,4 millones de celulares que se vendieron en 2004, según datos de Carrier.
Más allá de esa tendencia, durante el último mes, en el caso de Personal, «la venta de terminales cayó 50%, teniendo en cuenta que el canal presencial era el que mayor volumen de ventas realizaba (aproximadamente un 70%). En tiempos de aislamiento social preventivo y obligatorio, el canal online tuvo un incremento del 33% en este primer mes, reabsorbiendo una proporción de la demanda junto con el canal telefónico», dijeron fuentes de Personal.
En Movistar destacaron que el sector pudo reposicionarse con la venta online, que en su propia tienda virtual creció un 55% respecto a la etapa previa a la cuarentena. «Más allá de las razones de contexto atendibles, ese veloz crecimiento en las transacciones virtuales fue posible gracias tanto al camino de digitalización que la compañía viene transitando desde hace ya algunos años, como a la creciente adopción de patrones de consumo más digitales por parte de la sociedad argentina», señalaron desde Movistar.
«El panorama a futuro no es alentador, ya que una vez pasado el aislamiento (aunque sea parcialmente), quedará una economía muy maltrecha, con gente con poco dinero en los bolsillos», aseguró Carrier. Y otro especialista, que pidió no ser mencionado, dijo que este año podría el sector tener una venta en torno a los 4 millones de celulares, algo que no ocurría desde la gran crisis de 2001, cuando sólo había 8 millones de abonados celulares, frente a las 60 millones de líneas en servicio que hay en la actualidad.