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MAR DEL PLATA.- A siete semanas del inicio de la cuarentena, después de 17 casos positivos (incluidos dos fallecimientos), pero sin evidencias de circulación local de
coronavirus,
el intendente de General Pueyrredón,
Guillermo Montenegro,
juega su carta más fuerte para poner a prueba a la ciudad en plena pandemia: anunció que este fin de semana permitirá la
apertura de todo el comercio minorista
a cielo abierto por 48 horas.
Este «plan piloto» también alcanzará a la gastronomía, que hasta el momento se había limitado a los envíos a domicilio y ahora tendrá la posibilidad de vender comidas y bebidas para llevar, modalidad conocida como «take away». Los shoppings permanecerán cerrados.
«Apelo a la responsabilidad de cada uno de los vecinos», advirtió Montenegro frente a esta instancia que pondrá a prueba la respuesta de la comunidad ante la primera oportunidad de tener acceso a la mayor parte de la oferta comercial del distrito. «La cuarentena sigue», aclaró para que no haya confusiones.
La decisión de aplicar esta medida en sábado y domingo tiene que ver con distanciarla de otras actividades que ya fueron habilitadas y se desarrollan con mayor peso durante el resto de la semana. Y siempre con los retenes en las rutas, que impiden el ingreso de turistas.
Mar del Plata tiene más de 500.000 habitantes, por lo que la autorización de nuevos rubros depende del gobierno nacional. También es, dentro de las ciudades de esa escala, de las pocas que no tiene casos nuevos de contagio. El último fue hace casi dos semanas y solo queda una paciente internada, en instancia ya de alcanzar el alta médica.
«No me va a temblar la mano en mandar para atrás la medida», remarcó Montenegro en conferencia de prensa al anunciar esta modalidad que responde a los pedidos de comerciantes, agobiados ya por casi dos meses sin ingresos económicos.
Para su implementación habrá que atender exigencias que tienen que ver con cuidados en el distanciamiento social y cuestiones sanitarias. Los locales deberán disponer de alcohol en gel para sus clientes y se ratifica la obligatoriedad del uso de barbijos o tapabocas.
Sin playas
«¿Se va a poder ir a la costa? Claro que no», resaltó el intendente y recordó que lo que se está buscando es una paulatina reactivación y normalización de la economía, por lo que la recreación llegará en otra etapa. «Va a llegar, pero los tiempos no tienen que ver con cuándo sino con cómo estamos», aclaró.
Utilizó referencias personales para que quede claro a la comunidad cuáles deben ser los límites de esta prueba piloto. «Yo no voy a ir con mis mellizos, no voy a salir con mi mujer embarazada, no voy a llevar a mi papá, que tiene 85 años», destacó sobre cuidados a mantener por los grupos de riesgo en el contexto de este aislamiento preventivo y obligatorio.
Compartió la conferencia de prensa con su jefe de Gabinete, Alejandro Rabinovich; el secretario de Gobierno, Santiago Bonifatti, y de Producción, Fernando Muro. La reapertura de los comercios minoristas -entre ellos las peluquerías- será de 9 a 17 durante las dos jornadas.
«Apelamos a la responsabilidad social para que todos podamos salir a hacer una compra a un local de cercanía, un rato, y que la cuarentena continúe», dijo Rabinovich y aclaró que no hay límite de edad para esas salidas. Insistió que el objetivo es que la economía se empiece a mover.
Mar del Plata registra 17 casos desde el 9 de marzo, cuando se internó al primer paciente con diagnóstico de coronavirus. Durante ese mes se produjeron dos muertes. La mayoría de los contagiados habían estado en el exterior o tuvieron contacto directo con un infectado conocido, como el caso de una enfermera que atendió a uno de ellos.
«Nos van a estar mirando», insistió Montenegro en el llamado a comerciantes y vecinos a respetar todos los cuidados en un contexto de cuarentena. Anunció que los resultados de la experiencia se analizarán el lunes para determinar cómo se continúa en el camino hacia la normalización de la actividad comercial.
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