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Hoy (miércoles 29 de Julio de 2020), hacia el medio día, se llevará a cabo en el Congreso de los Estados Unidos una sesión algo particular.
Es una audiencia abierta con la presencia (virtual, al parecer) de los CEOs de Facebook, Amazon, Apple y Google. Una audiencia cuya finalidad es comenzar formalmente la discusión sobre si estas compañías tienen, o no, demasiado poder, sobre si sus prácticas de negocio afectan el desarrollo del mercado y si deberían ser desmembradas. Es una sesión anti-monopolio (aunque algunos Congresistas seguramente la usarán para quejarse por el sesgo de las redes sociales de Facebook y Google en contra de las voces conservadoras, lo cual btw es pura carreta).
Es extraño que en un misma sesión vayan a estar Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Tim Cook y Sundar Pichai juntos, cuando tal vez lo único que tienen en común sus negocios es que están basados en tecnología y en la última década han crecido exponencialmente.
¿Qué tanto han crecido? El aumento en la capitalización de mercado de estas 4 compañías en los últimos 5 años es mayor que la capitalización de mercado total del resto de las compañías de consumo masivo. Dele una mirada a esta gráfica de Scott Galloway (quiene tiene un increíble post sobre el tema de la audiencia que le invito a leer).
Peras, Manzanas y demás
Miremos los negocios de las compañías y las razones por las que están siendo citadas:
El negocio de Facebook es la publicidad (o la economía del odio, dependiendo de en qué bando esté usted) y con más de 2.300 millones de usuarios en el mundo ha puesto en aprietos a miles de periódicos y revistas de noticias en el planeta, ha sido materialmente importante para el exterminio de una raza de personas y es el vehículo principal para engañar electores en varios países del mundo.
En publicidad compite de tú a tú con Google, quien es hoy por hoy el líder en la industria de publicidad digital (entre quienes manejan 61% del mercado de publicidad en línea según eMarketer), es el líder en el mercado de dispositivos móviles gracias Android y domina el consumo de video (y la propagación de mentiras y conspiraciones) en el planeta con YouTube.
Amazon, por su parte, aunque tiene un negocio creciente de publicidad, está en el banquillo por su dominio del sector de retail en Estados Unidos, por el “bajo” nivel de impuestos federales que paga y porque el presidente Donald Trump (y sus minions) odian a Jeff Bezos.
Y Apple, cuya presencia en la audiencia se debe al estricto control de su ecosistema, a la imposibilidad de que los usuarios instalen algo en sus iPhone o iPad sin pasar por el AppStore y al margen que cobra a los desarrolladores por las ventas o suscripciones que completen a través de la tienda.
Razones hay
Razones para la audiencia hay. Especialmente cuando uno mira Facebook y Google, quienes tienen sendas investigaciones locales y en Europa por abuso de su posición dominante. Apple, en especial en los últimos meses, ha estado envuelta en algunos escándalos por las quejas de desarrolladores que no quieren “pagar el peaje” y no creen que deberían competir con los servicios propios de la compañía. Y Amazon, bueno, por donde empezar.
Pero una cosa es que haya razones y otra que vaya a haber resultados. Una cosa son las quejas y rumores y el lloriqueo de quienes dependen de estos gigantes para vender sus productos, servicios y aplicaciones y sienten que las comisiones son demasiado onerosas, pero otra muy diferente es que bajo la ley estas compañías hayan o estén haciendo algo ilegal.
Qué son demasiado grandes. Sí. Sin duda. Cada una de ellas ha logrado cosas impensables. Pero esas no es una razón para acabarlas. De pronto para odiarlas, pero no para cerrarlas.
¿Nos afecta esta audiencia?
La pregunta importante es si para nosotros, que no estamos en Estados Unidos, esta audiencia tiene relevancia. Si nos afecta. Si veremos algún impacto.
La respuesta es: sí.
Tiene relevancia porque derivado de esta audiencia seguramente saldrán investigaciones puntuales a cada una de estas compañías. Investigaciones que pueden tener repercusiones para su futuro (piense, por ejemplo, que el Gobierno obliga a Facebook a divestir Instagram o WhatsApp, a Google a hacer una esición de YouTube, a Amazon a separar las operaciones de AWS de la de retail y a Apple ha permitir que la gente pueda instalar aplicaciones en su iPhone no sólo desde el Appstore sino desde donde quiera (como pasa en Android).
Querámoslo o no, buena parte de nosotros somos usuarios de los servicios de estas compañías y este tipo de decisiones puede cambiar la manera en que los usamos, el precio (o la forma en) que pagamos por ellos, la competencia de esos servicios, etc., etc.
Personalmente no creo que esta audiencia sea más que un show. Creo que el haberla programado para que los 4 ejecutivos aparezcan conjuntamente es un error y no creo que de aquí salga mucho. Pero uno nunca sabe. Y el tema es que tanto Republicanos como Demócratas coinciden en que el Big Tech es demasiado poderoso y de pronto terminaremos viendo algo similar a lo que vimos en la década de los 80s con el Big Tobacco.