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El Tribunal General de la Unión Europea ha desestimado este miércoles el recurso presentado por la división ibérica del grupo Bimbo para anular el permiso que la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE (EUIPO) había concedido a la empresa valenciana Dulcesol para registrar la marca Donas, utilizada desde hace años para comercializar los populares ‘donuts’.
Bimbo se había opuesto en 2018 al registro de la marca Donas Dulcesol por parte de su competidora -ahora conocida como Vicky Foods- alegando que la enseña Donas había sido de su propiedad desde que se registró en España en 1966, pero la agencia europea rechazó su recurso en 2020.
La EUIPO consideró que Bimbo había probado el uso de la marca Donas para «piezas esponjosas de repostería con forma de bolas glaseadas o cubiertas de chocolate», pero rechazó que este producto pudiese incluirse en las categorías de «productos de panificación» o «pastas alimenticias» que estaban protegidas por esta marca anterior.
Bimbo -la mayor empresa panificadora a nivel mundial- acudió entonces al Tribunal General de la UE, que hoy ha desestimado su recurso y dado la razón a la EUIPO.
LA CLAVE: SU PERTENENCIA A LA CATEGORÍA DE PASTELERÍA
La corte argumenta en su sentencia que estos dulces pertenecen a la categoría de «pastelería», que no está amparada por la marca anterior, y no a la de panes o pastas alimenticias como defiende la empresa, aunque se fabriquen con ingredientes similares.
Añade que en uno de los embalajes aportados por Bimbo figura la marca anterior Donas junto a la descripción como «producto de bollería» y rechaza la alegación presentada por la empresa con los resultados de una búsqueda en Internet de imágenes de «productos de panificación» que mostraban bollos y pasteles junto a todo tipo de panes.
El grupo Bimbo -controlado por la familia mexicana Servitje, de orígenes catalanes- utiliza la marca Donuts en España desde que en 2016 adquiriera Panrico; de hecho, en otros países comercializa el mismo tipo de bollos glaseados bajo la denominación Donas y Donitas.
Al fabricante aún le queda la posibilidad de recurrir la sentencia en casación ante el Tribunal de Justicia de la UE, la máxima instancia judicial comunitaria.