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La industria turca de la moda toma posiciones en España. El país ha sido uno de los ganadores del baile de sillas en el aprovisionamiento en el año de la pandemia, y ahora una de sus mayores compañías, Domino Tekstil, acaba de abrir filial en el mercado español para acercarse a los grandes retailers.
El pasado lunes, el Registro Mercantil recogió la constitución de la sociedad Bonitu Design Clothing Sourcing Foreign Trade, cuyo objeto social es “actividades y servicios en el mercado textil y de prendas de vestir en España y a nivel mundial”. La empresa tiene su sede en el número 463 de la Avenida Diagonal de Barcelona.
Como consejero delegado de la sociedad figura Berk Taktas, miembro del consejo de administración y responsable de márketing y estrategia de Domino. Como consejeros figuran también Neval Akgun, presidente de la compañía, y Tuna Oran, esposa del fundador y propietario de Domino, Umut Oran.
Domino trabaja para grupos como Inditex, H&M o Marks&Spencer
Oran es uno de los empresarios del textil más conocidos de Turquía. Durante su trayectoria ha sido presidente de la Federación Internacional de la Confección y ha desarrollado también carrera en política como diputado por el Partido Republicano del Pueblo y presidente de la Internacional Socialista entre 2014 y 2018. Con su entrada en política, abandonó la gestión diaria en Domino y cedió el relevo a Akgun.
Domino echó a andar en 1992 como un grupo especializado en la producción de prenda. La empresa cuenta con una fábrica de 10.000 metros cuadrados en la localidad de Bolu, donde trabajan 340 personas, además de un centro de diseño e I+D en Estambul.
Actualmente, la compañía ya cuenta con dos oficinas de diseño en España, en Madrid y Barcelona, abiertas en 2015 y 2019, respectivamente, aunque hasta ahora no operaba con filial directa.
La empresa trabaja denim, pantalones, camisetas y chaquetas para hombre y para mujer y tiene una capacidad de más de 350.000 prendas al mes, con lead times de entre seis y ocho semanas. Entre sus clientes se encuentran H&M, Inditex, Next, Marks&Spencer o la turca LC Waikiki, según figura en su página web.
La compañía reitera en su plataforma online su carácter sostenible y socialmente responsable: cuenta con certificados como el Organic Content Standard, Global Recycled Standard y está vinculado a proyectos sociales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La compañía no comunica su facturación.
Turquía, polo al alza
La proximidad, la capacidad productiva y la flexibilidad de Turquía han convertido a la industria del país en la gran ganadora del sourcing en el año del Covid-19. Mientras otros polos en proximidad como Portugal y, sobre todo, Marruecos perdían peso, Turquía pudo capitalizar el auge de la demanda de producción rápida y en cercanía.
Las exportaciones de ropa de Turquía crecieron en ocho de los doce meses del año y coparon más del 10% de las exportaciones totales del país. Para 2021, la Asamblea de Exportadores Turcos (TIM, en sus siglas en turco) prevé que las ventas al extranjero de ropa superen los 20.000 millones de dólares. Además, el país ha continuado siendo también muy competitivo en precios gracias al desplome de la lira turca, que se depreció más de un 30% en 2020.
En el mapa de proveedores de la Unión Europea, Turquía ha pasado de ser el décimo mayor socio al octavo, con compras por valor de 10.807 millones de euros en 2020, frente a los 12.032 millones de euros del año anterior, empatando con Bangladesh. En el caso de España, Turquía es el tercer mayor proveedor de moda del país, sólo por detrás de China y Bangladesh, con importaciones por valor de 2.220 millones de euros el año pasado.