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Tras un año de pandemia, los locales comerciales empezaron a contabilizar las secuelas que dejó la caída de la actividad económica. El segundo semestre del año mostró un total de 31.685 m² ofertados en alquiler entre los principales corredores comerciales de la Ciudad de Buenos Aires. Esto implicó un aumento del 15,66% en la vacancia (superficie disponible), respecto del semestre anterior, según el último informe de retail que lanzó la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), junto a la firma Colliers, quienes se autodenominan: “Líder mundial en servicios profesionales diversificados y gestión de inversiones”. Realizan operaciones en 68 países, es una consultoría especializada.
El dato más importante y esperable dada esta crisis sanitaria, económica, social y política, fue el derrumbe del 62% de los precios de renta pretendidos por este tipo de alquileres en el último año. También se desprende de dicho informe que hay un promedio de 9 locales comerciales vacíos por cuadra en el país. La entidad estimó que en 2020 cerraron 90.700 locales a nivel nacional. Es el 15,6% de locales comerciales que se contabilizan en Argentina.
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En cuanto a lo que sucede en la Ciudad de Buenos Aires, “algunos comercios han logrado reabrir sus actividades antes y por eso lentamente comienzan a mejorar sus indicadores, pero otros difícilmente lo logren por las restricciones existentes», explicaron desde la CAC. «Por lo cual, difícilmente se logren datos positivos en el sector de hoteles, restaurantes, transporte y comunicaciones. Tal vez los valores positivos en otros sectores como actividad inmobiliaria, empresarial y comercio mayorista y minorista sean muy bajos y temporales debido a que, hasta el momento, no hay vacuna que garantice la libre movilidad de la sociedad y funcionamiento de las distintas actividades económicas”, agregaron.
Por el lado de la oferta, el informe destaca que la tasa de vacancia se ubicó en 3,49%, representando un aumento del 1,79% con respecto a la registrada durante el segundo semestre de 2019 (1,70%). Esto ocurrió al continuar la tendencia a la liberación de espacios, un comportamiento mostrado durante el primer semestre del año debido a la paralización del sector comercial por las medidas de aislamiento social.
Según estos datos, el 61,16% de la oferta de locales comerciales continúa distribuida entre cuatro corredores: Florida presenta el 17,6%, Córdoba abarca el 15,20%, Santa Fe (Callao), el 16% y Cabildo el 13,6%. Florida sigue ubicándose como el corredor con más superficie disponible (9.759 m²) y el mayor número de locales en alquiler.
Otro de los indicadores de la crisis en este sector es la tasa de rotación de los negocios, es decir, el porcentaje de locales del inventario que debieron cambiar de status: ocupado, alquiler, venta o cerrado, desde la última medición. En este caso, el indicador marcó 3,69%, registrando un aumento del 0,84% con respecto a la última medición, lo que representa un aumento del 0,42% respecto del último año.
Los corredores Santa Fe (Callao) y Córdoba obtuvieron los valores más altos de rotación con un índice promedio de 8,24%, le siguieron Pueyrredón, Florida y Cabildo que oscilan entre los 4,3% a 5%. El resto de los corredores resultaron más consolidados con tasas de rotación menores al 3,5%.
Finalmente, la variable más elocuente que refleja la situación de los inmuebles destinados al comercio fue la abrupta caída de los precios de alquiler. El precio pretendido promedio del mercado de retail se situó en US$ 25,04 por metro cuadrado, pero considerando únicamente los corredores analizados históricamente, promedia los US$ 26,62 por metro cuadrado. En estos últimos se observa un descenso de los valores respecto al año anterior (US$ 43,22 por metro cuadrado), en un 62,35%, lo que consolida la tendencia a la baja presentada desde el 2018.
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Qué pasó con los trabajadores de los locales que cerraron
Existen consecuencias mayores a las que se informan en los diferentes medios con porcentajes fríos sobre la cantidad de cierre de locales: son las familias de trabajadores que quedan en la calle en medio de una pandemia mundial.
Desde el comienzo de la cuarentena cerraron locales, dejando a las y los trabajadores sin ingresos, no pagaron los salarios y mucho menos indemnizaciones, la excusa fue la pandemia. Decían que como no había actividad comercial no tenían la plata para cumplir con sus empleadas/os. Ante el reclamo de los mismos, los gerentes, empresarios, dueños de los diferentes lugares realizaban ofrecimientos miserables y si las y los trabajadores no estaban de acuerdo debían mandar una carta documento. Los que estaban en blanco cobraron el subsidio del Gobierno, y los no se encontraban registrados (en negro), recibían nada.
El estado destinó dinero a los grandes grupos económicos, empresarios como Héctor Magnetto, director ejecutivo del Grupo Clarín, Paolo Rocca, CEO de Techint y otros, olvidándose de los miles de pequeños comercios y de sus trabajadores, a los cuales no les llegó ninguna solución.
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