Crédito: fuente
La logística vinculada al ecommerce ha experimentado con la pandemia un ‘boom’ que, previsiblemente, seguirá haciendo crecer sus ingresos de forma notable en el corto y medio plazo. La prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución vinculados con este sector ha generado una facturación de 2.300 millones de euros en 2020, el 24,3% más interanual, según el último estudio del Observatorio Sectorial DBK de Informa. Este incremento de 450 millones se ha producido tras la ya notable tendencia al alza que el ecommerce venía registrando, pues en los tres ejercicios precedentes los incrementos fueron aproximadamente del 19% anual. En este sentido, las restricciones para combatir la pandemia, que aún se aplican en la primera mitad de 2021, así como los cambios de hábitos de los consumidores derivados de la actual coyuntura sanitaria, hacen augurar un futuro prometedor a los operadores.
El crecimiento ha incentivado las inversiones en tecnología e infraestructura
De esta forma, los confinamientos y cierre de establecimientos comerciales ha fortalecido el dinamismo del comercio electrónico y la demanda de servicios logísticos asociada. Por ejemplo, el volumen de negocio de empresas a consumidores (B2C) superaron los 50.000 millones de euros en 2019, tras aumentar el 25%, y los datos apuntan a que en 2020 el porcentaje es cercano al 30%. Destaca el incremento de la demanda vinculada a productos para el hogar, alimentación, ropa, material deportivo, productos de salud y belleza, material de oficina e informática o artículos de bricolaje.
En concreto, las cinco principales empresas logísticas en España han sumado el 49,5% de la concentración del mercado, en cuanto a cuota de facturación conjunta se refiere. Se trata de una cifra que asciende al 63% al tener en cuenta el top 10 del volumen de negocio. Este crecimiento ha impulsado la entrada de nuevos operadores en el mercado y ha incentivado las inversiones en tecnología e infraestructura, así como en servicios de última milla y en el establecimiento de redes de puntos de entrega, buzones o taquillas automáticas.
Crédito: fuente
La logística vinculada al ecommerce ha experimentado con la pandemia un ‘boom’ que, previsiblemente, seguirá haciendo crecer sus ingresos de forma notable en el corto y medio plazo. La prestación de servicios de almacenamiento, transporte y distribución vinculados con este sector ha generado una facturación de 2.300 millones de euros en 2020, el 24,3% más interanual, según el último estudio del Observatorio Sectorial DBK de Informa. Este incremento de 450 millones se ha producido tras la ya notable tendencia al alza que el ecommerce venía registrando, pues en los tres ejercicios precedentes los incrementos fueron aproximadamente del 19% anual. En este sentido, las restricciones para combatir la pandemia, que aún se aplican en la primera mitad de 2021, así como los cambios de hábitos de los consumidores derivados de la actual coyuntura sanitaria, hacen augurar un futuro prometedor a los operadores.
El crecimiento ha incentivado las inversiones en tecnología e infraestructura
De esta forma, los confinamientos y cierre de establecimientos comerciales ha fortalecido el dinamismo del comercio electrónico y la demanda de servicios logísticos asociada. Por ejemplo, el volumen de negocio de empresas a consumidores (B2C) superaron los 50.000 millones de euros en 2019, tras aumentar el 25%, y los datos apuntan a que en 2020 el porcentaje es cercano al 30%. Destaca el incremento de la demanda vinculada a productos para el hogar, alimentación, ropa, material deportivo, productos de salud y belleza, material de oficina e informática o artículos de bricolaje.
En concreto, las cinco principales empresas logísticas en España han sumado el 49,5% de la concentración del mercado, en cuanto a cuota de facturación conjunta se refiere. Se trata de una cifra que asciende al 63% al tener en cuenta el top 10 del volumen de negocio. Este crecimiento ha impulsado la entrada de nuevos operadores en el mercado y ha incentivado las inversiones en tecnología e infraestructura, así como en servicios de última milla y en el establecimiento de redes de puntos de entrega, buzones o taquillas automáticas.