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El Consejo de Ministros, tras una reunión de más de siete horas, ha aprobado este sábado la declaración de estado de alarma en todo el territorio para contener la pandemia del coronavirus, con medidas de severa restricción al movimiento de personas y la actividad económica, salvo casos de fuerza mayor, a partir del lunes.
El real decreto para contener la propagación del COVID-19 establece limitaciones al movimiento –salvo para ir a trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o personas dependientes- y la actividad comercial, permite al Estado asumir competencias de otras administraciones y disponer de medios sanitarios públicos, privados y militares. Entrará en vigor a las 8 de la mañana del próximo lunes 16 de marzo.
El Estado asumirá la condición de «autoridad competente» en todo el territorio, todas las fuerzas de seguridad del Estado quedarán bajo «las órdenes directas» del ministro de Interior, y todos los medios sanitarios públicos, privados y militares quedarán bajo la dirección del titular de Sanidad.
El decreto de estado de alarma limita los desplazamientos a los casos de fuerza mayor y, para los permitidos, se establece que habrá que evitar aglomeraciones y que debe mantenerse una «distancia de seguridad de al menos un metro» para evitar el contagio.
Los desplazamientos permitidos serán los necesarios para ir a trabajar, retornar al lugar de residencia habitual, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o personas dependientes, y desplazarse a entidades financieras.
En el capítulo dedicado a las «medidas de contención en el ámbito de la actividad comercial», el texto precisa que la permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida -cerrarán los 315.000 establecimientos de restauración y hostelería- deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad».
Y precisa que «se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios».
La asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas, «incluidas las fúnebres», subraya, «se condicionan a la adopción de medidas organizativas» que eviten las aglomeraciones «de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de al menos un metro».
La distancia de seguridad también deberá mantenerse en los medios de transporte, por lo que sólo se podrán poner a la venta un tercio de las plazas máximas disponibles, subraya el decreto.
El presidente del Gobierno ha pedido a los presidentes regionales dejar atrás sus diferencias al margen de ideologías y colores políticos y ha pronosticado «semanas muy difíciles» de «esfuerzos y sacrificios». «La primera victoria» en la lucha contra la pandemia, ha agregado, llegará cuando «la curva» de contagios no suba en forma de «flecha», sino de manera «más lenta».
Las medidas del estado de alarma se han comunicado en una jornada en la que los positivos por coronavirus en España han alcanzado los 5.753 casos, según el balance matinal del Ministerio de Sanidad, aunque posteriormente las administraciones regionales han actualizado los datos con más casos. El balance matinal supone un aumento en 1.522 personas contagiadas respecto a la tarde del viernes.
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El Consejo de Ministros, tras una reunión de más de siete horas, ha aprobado este sábado la declaración de estado de alarma en todo el territorio para contener la pandemia del coronavirus, con medidas de severa restricción al movimiento de personas y la actividad económica, salvo casos de fuerza mayor, a partir del lunes.
El real decreto para contener la propagación del COVID-19 establece limitaciones al movimiento –salvo para ir a trabajar, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o personas dependientes- y la actividad comercial, permite al Estado asumir competencias de otras administraciones y disponer de medios sanitarios públicos, privados y militares. Entrará en vigor a las 8 de la mañana del próximo lunes 16 de marzo.
El Estado asumirá la condición de «autoridad competente» en todo el territorio, todas las fuerzas de seguridad del Estado quedarán bajo «las órdenes directas» del ministro de Interior, y todos los medios sanitarios públicos, privados y militares quedarán bajo la dirección del titular de Sanidad.
El decreto de estado de alarma limita los desplazamientos a los casos de fuerza mayor y, para los permitidos, se establece que habrá que evitar aglomeraciones y que debe mantenerse una «distancia de seguridad de al menos un metro» para evitar el contagio.
Los desplazamientos permitidos serán los necesarios para ir a trabajar, retornar al lugar de residencia habitual, comprar alimentos o medicamentos, acudir a hospitales o cuidar a ancianos o personas dependientes, y desplazarse a entidades financieras.
En el capítulo dedicado a las «medidas de contención en el ámbito de la actividad comercial», el texto precisa que la permanencia en los establecimientos comerciales cuya apertura esté permitida -cerrarán los 315.000 establecimientos de restauración y hostelería- deberá ser la estrictamente necesaria para que los consumidores puedan realizar la adquisición de alimentos y productos de primera necesidad».
Y precisa que «se evitarán aglomeraciones y se controlará que consumidores y empleados mantengan la distancia de seguridad de al menos un metro a fin de evitar posibles contagios».
La asistencia a los lugares de culto y las ceremonias civiles y religiosas, «incluidas las fúnebres», subraya, «se condicionan a la adopción de medidas organizativas» que eviten las aglomeraciones «de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de al menos un metro».
La distancia de seguridad también deberá mantenerse en los medios de transporte, por lo que sólo se podrán poner a la venta un tercio de las plazas máximas disponibles, subraya el decreto.
El presidente del Gobierno ha pedido a los presidentes regionales dejar atrás sus diferencias al margen de ideologías y colores políticos y ha pronosticado «semanas muy difíciles» de «esfuerzos y sacrificios». «La primera victoria» en la lucha contra la pandemia, ha agregado, llegará cuando «la curva» de contagios no suba en forma de «flecha», sino de manera «más lenta».
Las medidas del estado de alarma se han comunicado en una jornada en la que los positivos por coronavirus en España han alcanzado los 5.753 casos, según el balance matinal del Ministerio de Sanidad, aunque posteriormente las administraciones regionales han actualizado los datos con más casos. El balance matinal supone un aumento en 1.522 personas contagiadas respecto a la tarde del viernes.
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