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En un hecho inédito en México, el noticiero estelar de la segunda cadena de televisión más importante del país hizo un llamado abierto a no hacer caso a las instrucciones del Gobierno para contener la epidemia del covid-19.
Un caso que levantó una enorme polémica e indignación, y que además evidenció las tensiones crecientes entre los empresarios dueños de los medios de comunicación y el presidente López Obrador, incluso cuando el desafío provino de la televisora propiedad de uno de los hombres más ricos del país y aliado del Gobierno en turno.
¿Qué sucedió?
El pasado viernes 17 de abril, el noticiero nocturno de Televisión Azteca pidió a la población mexicana no hacer caso de las cifras y recomendaciones del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, el principal encargado del Gobierno mexicano para dirigir la estrategia oficial ante la epidemia de coronavirus.
«Como todas las noches, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, encabezó la conferencia sobre el covid-19 en México. Pero sus cifras y sus conferencias ya se volvieron irrelevantes. Es más, se lo decimos con todas sus palabras: ya no haga caso a Hugo López-Gatell«, dijo el conductor Javier Alatorre.
Como todas las noches, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell encabezó la conferencia sobre el #Covid_19 en México. Pero sus cifras y sus conferencias ya se volvieron irrelevantes. Es más, se lo decimos con todas sus palabras, ya no le haga caso a Hugo López-Gatell. pic.twitter.com/09Zjcyw4Gu
— Azteca Noticias (@AztecaNoticias) April 18, 2020
El mensaje levantó una fuerte indignación y polémica en redes, ya que no existe ningún antecedente de un desafío tan abierto a las autoridades mexicanas por parte de los medios de comunicación. Y menos aún en una situación de emergencia como la que se registra actualmente con la epidemia del covid-19.
Un hecho que provocó que algunos activistas clausuraran simbólicamente algunas estaciones locales de la televisora, mientras otros ciudadanos juntaron más de 250.000 firmas en una plataforma de internet para exigir que se le retirara la concesión a Televisión Azteca.
De acuerdo con el artículo 101 de la Ley Federal de Radio y Televisión en México, se consideran como infracciones a dicha ley «las transmisiones contrarias a la seguridad del Estado, a la integridad nacional, a la paz y al orden públicos». Una causal, que, de acuerdo con la fracción VI del apartado 41 del título de concesión otorgado por el Estado, sería suficiente para revocar el permiso de transmisión a la televisora.
El ataque de un millonario aliado de López Obrador
El llamado a desconocer la autoridad del Gobierno cobra relevancia debido a que proviene de la televisora propiedad del empresario Ricardo Salinas Pliego, uno de los hombres más ricos de México y quien, paradójicamente, ha sido beneficiado por contratos gubernamentales otorgados por la administración de López Obrador.
Salinas Pliego es propietario de Grupo Salinas, un consorcio que cuenta con empresas como Televisión Azteca, Banco Azteca y Elektra, una tienda departamental orientada a sectores populares y que representa el mayor ingreso del grupo.
De acuerdo con el ranking 2020 de multimillonarios, publicado por la revista Forbes, Salinas Pliego es el segundo hombre más rico de México, con una fortuna valuada en 11.700 millones de dólares, ubicado solo detrás del magnate Carlos Slim.
Desde el inicio de la administración de López Obrador, el Banco Azteca fue la principal entidad financiera encargada de distribuir y operar las tarjetas bancarias para que el Gobierno mexicano deposite los apoyos económicos destinados a los programas sociales.
En marzo de 2020, Salinas Pliego fue beneficiado con un contrato millonario otorgado por la Secretaría de Educación Pública (cuyo titular, Esteban Moctezuma, fue empleado de Grupo Salinas antes de asumir el cargo gubernamental). Todo ello a través de un contrato de 969 millones de pesos (39,9 millones de dólares) adjudicado a Seguros Azteca Daños en un caso con un evidente conflicto de interés, dada la estrecha relación del secretario de Educación con el magnate.
Salinas Pliego también forma parte del Consejo Asesor Empresarial del presidente López Obrador.
De ahí que el desafío tan abierto por parte de la televisora al Gobierno federal generara tantas reacciones.
En contra de la cuarentena
La molestia de Salinas Pliego con López-Gatell podría tener que ver con la determinación de extender la cuarentena por la epidemia de covid-19 hasta el 31 de mayo. Una medida que afectaría los ingresos de las empresas de Grupo Salinas, al igual que ocurre con el resto de las compañías del país.
Desde hace semanas atrás, la televisora emitió una campaña informativa en la que invitaba a la gente a salir a la calle pese a que el Gobierno federal hacía un esfuerzo por difundir el eslogan «quédate en casa», para contener los contagios del coronavirus, que hasta el 20 de abril registraba 8.772 casos confirmados y 712 defunciones.
A principios de abril, el presidente mexicano firmó un decreto para ceder a las televisoras espacios oficiales propiedad del Estado, con el objetivo de que los concesionarios pudieran cobrar anuncios publicitarios y obtener más ingresos, luego de que el Gobierno federal retirase buena parte del dinero entregado a los medios de comunicación durante la administración anterior.
«Por ley disponemos de tiempos en la radio y televisión, esos tiempos ya no los vamos a ocupar, entonces pueden comercializarse. Es un apoyo considerable«, dijo López Obrador el pasado 3 de abril. «Un gobierno del pueblo no necesita de propaganda, y la industria de la radio y la televisión está pasando por un mal momento porque han bajado sus ingresos en general y nosotros no podemos darles dinero para publicidad, como era antes», agregó.
Una medida que fue cuestionada por organizaciones civiles y que, sin embargo, no fue suficiente para atemperar la molestia de la televisora.
La atípica respuesta de López Obrador
A pesar de que el continuo enfrentamiento verbal entre López Obrador y medios de comunicación como el periódico Reforma ha sido una constante a lo largo de su mandato, el presidente mexicano difundió un mensaje a través de redes recomendando que no se castigara a la televisora.
El pasado sábado, el mandatario señaló que «su amigo», el periodista Javier Alatorre, «se equivocó» al hacer un llamado a no hacer caso de las recomendaciones del Gobierno. Además, pidió defender la «libertad de expresión» aunque las declaraciones de los medios puedan causar daño a la población.
«No debe haber de ninguna manera linchamiento político por alguien que no comparta nuestro punto de vista, inclusive que pueda decir algo en estos momentos difíciles, que afecte a la colectividad, incluso que pueda ser dañino para los seres humanos», afirmó.
Sin embargo, mientras López Obrador defendía a la televisora, la Secretaría de Gobernación emitió un histórico «apercibimiento» contra Televisión Azteca, amonestando oficialmente al medio y advirtiéndole que, en caso de reincidir, sería sancionado de acuerdo a las leyes mexicanas. Un hecho que no tiene precedente en la historia reciente de México para una televisora.
Pese a la amonestación, el presidente siguió defendiendo a la televisora, y pidió no sancionarla, a pesar de sus reiterados choques verbales con otros sectores de la prensa opositora, a quienes ha acusado de formar parte del grupo «conservador» que sostenía al anterior régimen político.
¿Limar asperezas?
Tras la descalificación de Televisión Azteca contra el subsecretario López-Gatell, el funcionario concedió una entrevista exclusiva a la televisora para aclarar datos sobre los contagios de covid-19 en el país.
Asimismo, el medio de comunicación emitió un mensaje en el que afirma que hizo un llamado a no hacer caso a las cifras del Gobierno, pero que este llamado no aplicaba para las medidas de contingencia. «En ningún momento hicimos un llamado a desobedecer indicaciones específicas del Consejo de Salubridad General respecto a la política de aislamiento», dijo el periodista Javier Alatorre en un mensaje transmitido la noche del lunes 20 de abril.
El caso evidenció la manera en que el Gobierno de López Obrador decidió apoyar a un aliado político como Salinas Pliego, en un contexto donde la difusión de noticias falsas ha cobrado una particular importancia durante el brote de covid-19.
Una muestra de las tensiones políticas que prevalecen en México y han quedado evidenciadas durante la crisis del coronavirus.