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El negocio logístico no solo ha resistido a la crisis sanitaria, sino que, según los directivos del sector, se ha revalorizado y se ha convertido en un ámbito “tractor” de la economía. En un escenario que se ha acelerado entre cuatro y cinco años debido al auge del ecommerce, los operadores logísticos aseguran que el futuro del sector es la concentración empresarial: “La tendencia es que haya una mayor especialización de las empresas”, ha explicado el presidente de la patronal logística UNO, Francisco Aranda y destaca que, para ello, “habrá un proceso de fusiones y adquisiciones” que den como resultado empresas de mayor tamaño capaces de llevar a cabo las inversiones tecnológicas que demanda el mercado. Todo apunta a que estas dinámicas se darán en el conjunto de actividades logísticas, pero serán especialmente intensas en aquellas más vinculadas con la última milla y el comercio electrónico.
Entre los retos que el sector tiene por delante, se encuentran, según Aranda, la digitalización y la automatización, así como los procesos de datos, todo dirigido a “obtener una información” que puede aportar “mayor eficiencia”. En este sentido, el director Comercial y de Marketing de ID Logistics Iberia, Alberto García, ha señalado que esta tendencia a la robotización y la automatización no podrá ser posible sin la concentración pues, ha explicado que “hay que tener una capacidad de inversión muy significativa”. En su intervención en una jornada organizada por UNO, Alberto García también ha citado como tendencia la logística colaborativa, así como la omnicanalidad y la “externalización de la cadena logística” por parte de las empresas, lejos aún de la que tienen países europeos como Reino Unido o Alemania.
El directivo de ID Logistics ha asegurado que el proceso de concentración continuará y que cada vez habrá menos compañías y operadores. Ha señalado, además, que sobrevivirán aquellas compañías que sean “flexibles, sólidas y que tengan compromisos a medio y largo plazo, y que desarrollen proyectos rápidos y a medida, con una evolución incierta de volúmenes” ya que, a su juicio, los clientes tampoco tienen claro cómo va a ser su futuro a medio-largo plazo.
Ante la incertidumbre y la volatilidad de este 2021, el director de logística de Venca, Joan Alemany, ha manifestado que las empresas se verán obligadas a “aprovechar las situaciones concretas”, por lo que hay que estar “preparados para subirse a las olas que vienen” y que dependerán de cuestiones como el turismo, el fin de los ERTE o el calendario de vacunación. Todos los actores del sector coinciden, sin embargo, en que la tendencia del ecommerce ha venido para quedarse, lo que, tal y como señala el cofundador de Method, Luis Ángel Florez, ha aumentado la confianza del consumidor online y ha hecho que haya el 77% más de compradores online en 2020 con respecto a 2019: “Han visto que es un producto y un servicio muy seguro y seguirá creciendo”.
Al término del encuentro de UNO, el director general de Alfil Logistics, Jaume Bonavia, ha manifestado que esta tendencia a la concentración se dará en el sector logístico igual que se dio en el aéreo y en el naviero. Sin embargo, lo hará con una “variante sectorial, es decir, concentrando grandes especialistas por sectores”.
INTERÉS DEL ‘PRIVATE EQUITY’ POR EL NEGOCIO LOGÍSTICO
El socio director de Experts for Experts, Santiago Tarín, ha manifestado que la presencia de fondos de inversión y capital riesgo (private equity) va en aumento en el negocio logístico. “La capacidad financiera de los fondos hoy día es altísima”, por lo que las empresas del sector pueden aprovecharlos para generar crecimiento inorgánico.
En todo caso, ha advertido Tarín, en el mercado “hay buenos, regulares y malos fondos”, como sucede en cualquier actividad. Por ello, ha conminado a huir de “los fondos cortoplacistas que encarecen el mercado” y confiar en los ‘family offices’, que son inversores a largo plazo y menos especuladores. También Jaume Bonavia ha abonado la idea de una mayor presencia de fondos en el negocio logístico actualmente, debido a que la logística ha pasado a ser “imprescindible” y a tener incrementos “considerables de volumen con relativa poca inversión en comparación con otros sectores que no se dedican a los servicios, como el automovilístico, el siderúrgico o el de energías”.