Crédito: fuente
Madrid, 8 may (EFE).- Impulso de la digitalización y del teletrabajo, pero también reconfiguración de la globalización y toma de conciencia de nuestra vulnerabilidad: estos son algunas de las repercusiones que dejará la crisis del coronavirus, según una treintena de figuras destacadas de la economía española.
Efe ha preguntado a directivos de grandes empresas, agentes sociales, presidentes de patronales sectoriales y economistas de prestigio cómo ven el mundo tras la crisis. Estas son sus respuestas:
José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia
Es difícil anticiparlo, pero existe el peligro de que se acentúen los movimientos proteccionistas y antiglobalización, lo que sería muy negativo para el bienestar.
Me gustaría quedarme con dos cambios positivos que creo que ya se han instalado en nuestra sociedad:
El primero es un avance notable en la digitalización. Creo que esta crisis ha puesto de manifiesto que las infraestructuras digitales de nuestro país son muy robustas.
En segundo lugar, el cambio en las formas de trabajar. Hoy, el teletrabajo es una realidad en muchas empresas españolas, y, hace solo dos meses, era una mera utopía. Estoy seguro de que los aspectos positivos del teletrabajo serán aprovechados en términos de productividad, así como en mejoras de la calidad de vida de las personas.
Ignacio Galán, presidente de Iberdrola
Como toda crisis, se van a crear oportunidades y cambios positivos para nosotros, como personas y como sociedad. La UE tiene la oportunidad de consolidarse como el mejor proyecto para los ciudadanos de España y de Europa. Un proyecto basado en valores comunes, en un profundo sentido de la solidaridad y en un enorme potencial de generación de riqueza sostenible e inclusiva.
La Comisión Europea ha identificado el Pacto Verde Europeo como catalizador del crecimiento. El Parlamento Europeo y la mayoría de los gobiernos están siguiendo esta misma línea. Podemos y debemos salir de esta crisis apostando por una Europa más fuerte, más unida, más competitiva y más sostenible.
Meinrad Spenger, consejero delegado (CEO) de MásMóvil
Aumento relevante del paro, muchas personas con dificultades y eso va a aumentar la demanda de empresas con impacto social positivo, con conciencia social. En cuanto al sector de las telecomunicaciones, ha aumentado la necesidad por la conectividad, por tener internet en casa.
Olga Sánchez, CEO de AXA España
Creo que el mundo es hoy más consciente de nuestra vulnerabilidad. La pandemia nos ha recordado, de la manera más dolorosa, la necesidad de tener un plan de resiliencia como sociedad. Somos más conscientes de nuestras vulnerabilidades y eso debe hacernos más fuertes en el futuro.
Francisco J. Riberas, presidente de Gestamp y del Instituto de Empresa familiar
En lo positivo, creo que ha puesto en valor el papel de la empresa en la creación de empleo y en el compromiso social. Por otro lado, el ejemplo de esfuerzo entre todos ha sido encomiable. En España siempre somos muy individualistas, pero hemos respondido bien a un reto colectivo. En lo negativo, debemos aprender de nuestros errores para preparar a la sociedad para disrupciones globales, anticipando escenarios y tomando medidas de prevención.
Gabriel Escarrer Jaume, vicepresidente y consejero delegado de Meliá Hotels International
Creo que nada volverá a ser realmente igual. La sociedad está cambiando y a partir de ahora seremos más conscientes de temas como la seguridad y la sostenibilidad. Incluso es posible que valores como la solidaridad y la autenticidad, la familia y el esfuerzo salgan fortalecidos de esta disrupción y del sufrimiento que como sociedad estamos compartiendo.
En el sector turístico creo que se reforzará el lado más humano de la hospitalidad, la conexión emocional con nuestros clientes, y se pondrá en valor el viaje doméstico, el llamado “slow travel” y las experiencias auténticas.
Desde el punto de vista empresarial, el entorno competitivo se habrá endurecido, habrá menos gasto disponible y viviremos unos meses con fuerte presión de oferta; pero creo que las empresas que logremos superar esta fase (que espero seamos muchas) saldremos fortalecidas, más responsables y más digitales y competitivas.
Ramón Aragonés, CEO de NH Hotel Group
Esta crisis ha puesto de manifiesto ciertas debilidades sobre las que se debe reflexionar e incitar a los actores políticos a la búsqueda de consensos que permitan dar respuestas globales a retos globales, con celeridad y de forma unificada. Debería ser una oportunidad de reconstruir el concepto de globalización con un gran pacto para la cooperación mundial.
Por otro lado, la sociedad ha demostrado una alta capacidad de adaptabilidad y las empresas que sepan entender los cambios serán las que logren el éxito. Lo hemos podido comprobar en cuestiones como la digitalización, el comercio electrónico o el teletrabajo, que han visto acelerado su proceso de consolidación. Pero también habrá cosas que no cambien. Es evidente que la gente volverá a viajar por la necesidad de interrelacionarse.
Raúl González, CEO de Barceló Hotels Group
La falta de confianza y garantía de seguridad conllevará un aumento de la sensación de vulnerabilidad y mayor preocupación por la salud. El temor a la profundización de la crisis económica por la paralización de toda actividad por la pandemia llevará a incrementar el nivel de ahorro. El sector turístico será uno de los más perjudicados por las restricciones a la movilidad y por la crisis por lo que se reducirán los viajes tanto de ocio como por negocio. Como consecuencia, algunas empresas tendrán serias dificultades para su continuidad y se producirán concentraciones empresariales.
Óscar López, presidente de Paradores
Viviremos dos etapas. Una antes y otra después de la vacuna. La posterior a la vacuna será más parecida a la vida tal y como la entendíamos antes de la pandemia. Hasta que eso ocurra, el sector público y el sector privado deben colaborar en el diseño de esa “nueva normalidad”.
Jaime Guardiola, CEO del Banco Sabadell
La crisis sanitaria está abriendo un periodo de incertidumbre y encaramos un entorno económico complejo. Pero también vemos que está provocando cambios en positivo.
Uno de ellos es la transformación cultural con una rápida adopción de nuevas formas de trabajar, como por ejemplo la consolidación del teletrabajo. Otro aspecto positivo relevante es la aceleración de la digitalización con el refuerzo de los canales remotos y de la automatización de procesos.
Sebastián Albella, presidente de la CNMV
Las principales enseñanzas han sido dos, la importancia del conocimiento experto y la importancia de actuar con mirada de largo plazo, de no ser cortoplacistas. Estoy seguro de que ambas han calado y van a influir positivamente en nuestro futuro.
En términos más prácticos, está claro que la crisis ha acelerado extraordinariamente el proceso de digitalización y que va a impulsar enormemente fenómenos como el teletrabajo y el comercio digital.
Por otra parte, nos ha hecho reflexionar y creo que a la mayoría nos va a hacer valorar más lo que teníamos, que era más frágil de lo que creíamos.
Juan José Brugera, presidente de Colonial
Como aspecto positivo a destacar está la capacidad que Europa está mostrando para generar una respuesta conjunta. No obstante, hay que estar muy atentos porque la parte negativa también emana de Europa, si se muestra frágil y dubitativa. Esta crisis evidencia que Europa no tiene suficiente con una política monetaria única y que debe avanzar en una actuación fiscal compartida.
La situación vivida está agudizando la polarización de la economía mundial en bloques y Europa tendrá que dar una respuesta potente, con una fortaleza que sólo encontraremos configurados como un Estado con una clara política propia.
Jaume Miquel, presidente del grupo Tendam
A nivel social, sin duda iniciaremos un periodo de consumo más responsable, donde el concepto de sostenibilidad y vida sana van a cobrar mucha más relevancia. Tardaremos más en viajar, habremos descubierto la ventaja del teletrabajo y que muchos viajes de negocios pueden ser eliminados, aumentando también el uso eficiente del tiempo, y claro… el boom del canal digital. El canal on-line ha sido la ventana al mundo laboral, social y de consumo en estos meses de confinamiento y va a acelerar nuestros hábitos de consumo digitales. Este proceso generará oportunidades, pero también riesgos en sectores altamente empleadores como el retail.
Petra Axdorff, directora general de Ikea en España
Esperamos un incremento significativo de los valores. Hoy somos más solidarios, colaborativos y flexibles, como ha sido palpable durante el COVID, siendo testigos de impresionantes actos de heroísmo de todo tipo de personas y creemos que estos actos van a continuar ocurriendo en un escenario postcrisis.
Kike Sarasola, presidente de Room Mate Hotels
Va a haber muchísimos cambios positivos, creo que esta crisis nos ha humanizado, nos ha ayudado a valorar las cosas buenas y, por ejemplo, se ha potenciado el teletrabajo. También nos puede servir para recordarnos que debemos sonreír más, tratar mejor a las personas que visitan España. El cambio más importante es que debemos cuidar la sanidad, no hacer recortes, para así poder estar preparados para otras posibles pandemias u otras situaciones graves.
Mikel García-Prieto, director general de Triodos Bank España
Esta crisis nos está reconectando con el sentido de interdependencia mayúsculo entre las personas y con el planeta, y nos recuerda que somos uno. Estoy convencido de que el tipo de sociedad que saldrá de esta emergencia está en las manos de cada persona y su contribución a una sociedad nueva.
Sacha Michaud, cofundador de Glovo
La innovación y el desarrollo de las compañías debe continuar tras la crisis del COVID-19, pero también deben extenderse las actividades solidarias, sostenibles y medioambientales. Solo así evitaremos un segundo desastre.
Antonio Garamendi, presidente de la CEOE
La realidad es que me encantaría decir que no va a pasar nada, que cuando se levante el estado de alarma ya está, pero lo vamos a pasar mal. El propio Gobierno y nosotros estamos evaluando que el paro pueda llegar al 20 %, eso es una tristeza y no es ninguna buena noticia.
¿Cuál es la parte positiva?, la solidaridad. Nos estamos sintiendo todos muy unidos, muy juntos, estamos sufriendo entre todos con lo que pasa. Ese aspecto, esa solidaridad de ver los balcones, las empresas con sus RSC, cómo se han volcado en crear riqueza, empleo y también ayudar.
Unai Sordo, secretario general de CCOO
El cambio positivo debería tener que ver con la valorización que se ha dado del trabajo como actividad esencial y particularmente de los trabajos que hasta no hace mucho eran considerados de baja cualificación o de escaso valor añadido y que se han demostrado fundamentales para aguantar la sociedad; y por la puesta en valor de los servicios públicos de carácter universal, particularmente los que tienen que ver con la sanidad.
¿Y lo peor? La falta de altura en determinadas estrategias políticas que ni se podían pensar.
Pepe Álvarez, secretario general de UGT
Hasta ahora solo cambios negativos. Los positivos depende. Si hemos aprendido la lección traerá cambios positivos importantes en el comportamiento de la gente, en el valor que tenemos que dar a los servicios públicos.
Eduardo Abad, secretario general de UPTA
Las cosas buenas que ha traído esta crisis es que se va a dar un salto inexcusable en la digitalización del trabajo autónomo. Y por otro lado, pone de relieve las carencias de nuestro colectivo, puesto que esas carencias hacen que no sea competitivo.
Lorenzo Amor, presidente de ATA
Destacaría que entre todos hemos aprendido el valor que tienen tanto empresas, como autónomos y trabajadores, la importancia que tiene nuestro sistema sanitario, nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el sentido de solidaridad de empresas, autónomos y de la sociedad en general. También la importancia del teletrabajo y de la nueva era digital. En el ámbito negativo, ha faltado mucho diálogo y acuerdos.
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de España
Esta crisis va a traer cambios profundos y algunos de ellos parten de lo que se ha hecho en la gestión actual. En el aspecto negativo, destacaría tres ámbitos. El político, la manera en la que se ha enfocado la crisis va a conducir a una desafección importante de los ciudadanos y a críticas realmente radicales. En el aspecto social, destacaría la deplorable gestión del tema de las residencias de mayores. Se plantearía una nueva revisión del estado del bienestar, por ejemplo, la sanidad pasará a ser un tema prioritario. En el aspecto económico, quedará en evidencia la postergación de la empresa en la solución de la crisis.
En los aspectos positivos, destacaría la solidaridad, la capacidad de resiliencia, de entrega y de compromiso de los ciudadanos españoles que se han portado con mucha disciplina y sobre todo, de algunos grupos como los sanitarios, Fuerzas de Seguridad del Estado, Ejército, sector alimentario, distribución, transporte. En segundo término, hay que hablar de que ha irrumpido ya de una manera consistente la manera virtual de contacto.
Raymond Torres, director de Coyuntura y Análisis Internacional de Funcas
El principal va a ser una reconfiguración de la globalización de la economía. Se va a producir una aceleración por el necesario acercamiento de las cadenas de valor, evitar una fragmentación excesiva de los sistemas productivos. Hemos visto que hemos dependido en exceso de suministros vulnerables.
Va a cambiar también la identificación de sectores estratégicos, que esperemos se produzca a nivel europeo, porque creo que es la escala adecuada para pensar en estos sectores, como puede ser el sanitario.
Otro de los cambios importantes va a ser la gestión de la deuda pública. Puede agravarse la situación por las respuestas a la crisis y también porque va a ser difícil articular una respuesta europea entre el BCE, Europa como tal y cada país para evitar que el incremento de deuda se convierta en una losa que pese en exceso sobre nuestro crecimiento en el futuro.
Rafael Pampillón, profesor del IE Business School
Lo que tenemos que aprender y aceptar es que va a haber otras crisis económicas que pueden ser crisis cibernéticas, crisis generadas por armamento nuclear, por precipitaciones o catástrofes naturales… crisis que pueden venir de la mano de la economía. Para eso hay que estar preparado y hay que actuar con rapidez.
Toni Roldán, director del Esade Center for Economic Policy & Political Economy
Además del virus sanitario, tenemos un virus político. Es el virus de la demagogia, del populismo y nacionalismo. Hay una esperanza de que dado lo que estamos viendo en los diferentes países que tienen líderes populistas en la reacción del virus, que haya algún tipo de penalización política.
Veo también otra tendencia. Y es que no siempre los hechos se traducen en posiciones políticas determinadas. La interpretación de los hechos depende muchas veces de los sesgos ideológicos de cada uno y estamos viendo que el valle entre los de un lado y los del otro está profundizando en vez de minimizando.
José María Roldán, presidente de la Asociación Española de Banca
Desde una perspectiva positiva, va a traer, lo está haciendo ya, una aceleración del proceso de digitalización de la economía en general. Hemos aprendido más en estos 50 días de confinamiento acerca de conexiones, videoconferencias y teletrabajo que en muchos años anteriores. También va a impulsar una actividad económica más sostenible y unas relaciones sociales más justas y equilibradas, pues la pandemia nos ha enseñado que todos estamos en el mismo barco y que solo remando juntos podemos superar esta catástrofe.
Julián Núñez, presidente de SEOPAN
Una crisis global de estas proporciones permite identificar la vulnerabilidad de nuestro modelo de bienestar, promoviendo con ello la adopción de decisiones y medidas correctoras que, a futuro, eviten o limiten impactos devastadores similares.
Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa
La presente situación nos deja un buen puñado de lecciones. Una de las más palpables es que el riesgo existe. La humanidad ha alcanzado en el siglo XXI el mayor grado de desarrollo social y bienestar material que jamás ha conocido. Pero esta simple crisis sanitaria ha puesto de relieve que la historia no es lineal, que el desarrollo ganado se puede perder si uno no lo cuida y que, por seguro que uno crea que es su mundo, siempre hay un punto débil que lo hace peligrar.
Alicia Richart, directora general de DigitalES
Veremos cambios en patrones de conducta en el turismo, el retail, la movilidad o todo aquello relacionado con las grandes concentraciones de personas… En cuanto al sector tecnológico, ya hay estudios que señalan que el confinamiento podría haber adelantado la digitalización de la sociedad en una década. Sean cinco o diez, lo que está claro es que no hay marcha atrás tras el enorme salto que hemos dado en el proceso de digitalización. Muy ligado a este proceso está el teletrabajo, otro de los cambios que hemos vivido. La tecnología y el análisis de datos serán también protagonistas.
Pedro Mier, presidente de AMETIC
La primera es la conciencia de vulnerabilidad y la humildad intelectual que hay que aplicar a partir de ahora. Ser conscientes de lo frágiles que somos. La segunda, la conciencia de especie. Este ha sido un riesgo asumido a la vez por toda la especie humana, no es una cuestión entre países como en épocas pasadas, sino que todos a la vez tenemos que hacer frente a un enemigo común. La tercera es aprender el riesgo de la dependencia industrial y tecnológica. Hay que aspirar a la interdependencia entre países, no a la dependencia de uno o varios países y eso sólo se consigue con capacidad industrial e innovación. El cuarto es el papel decisivo que tienen y van a tener las tecnologías digitales.
Gerardo Pérez, presidente de Faconauto
Entre consecuencias negativas, la principal va a ser una destrucción del tejido empresarial muy importante que se podría haber acotado y que probablemente estemos a tiempo todavía de trabajar para que sea menor. Por otra parte, hemos perdido la confianza del consumidor y la confianza en nuestra economía.
En la parte positiva podemos hablar de la digitalización, que se ha acelerado de una manera exponencial en nuestra economía. Pero también la solidaridad, y quiero destacar la solidaridad social, de unos con otros, de empresas con empresas.
José López-Tafall, director general de Anfac
Esta crisis nos ha demostrado que en los momentos más difíciles, la sociedad española responde de forma unánime y solidaria. Se ha visto una gran empatía social y un compromiso por parte de todos.
Por otra parte, el COVID-19 y la necesaria implantación de medidas sanitarias, como es el distanciamiento social, va a repercutir que, a corto plazo, haya un cambio de tendencias y hábitos por parte de la sociedad. Es el caso de la movilidad, donde ya se está debatiendo al respecto de un repunte del uso del vehículo privado para garantizar las medidas de seguridad y sanitarias frente al transporte público.
Juan A. Santamera, presidente del Colegio de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos
El cambio positivo o la lección que debemos aprender es valorar lo que tenemos, como el sistema público de salud, que debe ser potenciado; lo mismo que la importancia de sectores vinculados a la innovación, la transformación digital y la capacidad para impulsar laboratorios de ideas.
Carlos Garrido de la Cierva, presidente de la Confederación de Agencias de Viajes (CEAV)
En nuestro sector van a producirse muchos cambios, desde los hábitos y comportamientos en la forma de viajar hasta los tipos de viajes; y tenemos claro que va a cambiar también la forma de reservar porque los clientes y los proveedores se han dado cuenta de las ventajas que tiene reservar en agencias de viajes frente a la venta directa.
Pedro Campo, presidente de la Confederación Española del Comercio (CEC)
Nos vamos a replantear las cosas y nos haremos más humanos. De cara al comercio se va a revalorizar el de proximidad, donde el trato personal y la experiencia de compra son su eje fundamental. El comercio tendrá que adaptarse a los nuevos consumidores, potenciar aun más la atención al público y apostar por la sostenibilidad. Los pequeños comercios deberán dar un impulso en su digitalización.
Federico Ruiz, responsable del Observatorio Nacional 5G
Es también un deseo, que veamos sociedades más formadas, más prevenidas. Porque ahora sabemos que las crisis ocurren, y ninguna es igual a la anterior. EFE
eco/ltm