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Estas son las principales conclusiones de las pruebas de la tecnología de quinta generación que se realizaron en la sede central del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), con demostraciones en vivo de realidad virtual y realidad aumentada de las firmas Ericsson, Huawei y Nokia.
Mientras que las redes 4G tenían como objetivo principal los teléfonos inteligentes, el abanico del 5G es variado y apunta a industrias donde la robotización es esencial como el agro, la manufactura, el sector automotriz, la salud y la minería, pero su uso también podrá ayudar a dar un salto en la educación, la industria de los videojuegos y los vehículos autónomos.
La latencia, es decir el tiempo en que tardan en transmitirse los datos en la red, pueden llegar a estar debajo del milisegundo. “Eso es imperceptible para el ser humano”, explicó Juan Bonora, Director de Relaciones Públicas de Huawei en Argentina, quien precisó que hasta el momento hay un millón de radiobases instaladas en el mundo y 250 millones de usuarios, pero confió en que la adopción a escala global “será mucho más rápida que con tecnologías anteriores”.
Además, la tecnología 5G permitirá un mayor ancho de banda y una velocidad hasta 100 veces mayor, con la posibilidad de conectar un millón de dispositivos simultáneos por km2 (10 veces más que la 4G).
“Es disruptivo y transformador. Todo tendrá conexión 5G y habrá millones de cosas conectadas”, resumió Guillermo Wichmann, Technology Manager de Nokia Argentina. Según un estudio encargado por la empresa finlandesa, para 2035 el 5G podría representar un plus de u$s302.000 millones para la economía de nuestro país (con fuerte impacto en la manufactura, las tecnologías de la información, la agroindustria, los servicios, el retail y la gestión de gobierno).
Para Pablo Peretti, Country Head de Ericsson Argentina, será un complemento ideal para la educación, una nueva experiencia “atractiva e inmersiva”, que hasta hará posible contar con el holograma de un profesor en el aula del colegio. Pero, por sobre todo, será una herramienta para la «supervivencia empresarial» y un elemento clave para la aparición de “ciudades inteligentes”.
¿Podremos acceder con nuestros smartphones? No con los dispositivos de gama media (los de gama alta sí están preparados), pero los expositores coincidieron en que una vez que la tecnología se masifique comenzarán a aparecer celulares 5G más económicos.
¿Cuándo?
Es una carrera de regularidad más que de velocidad. Además de inversión la puesta en marcha de esta tecnología requiere de asignaciones de bandas del espectro radioeléctrico, tanto en las frecuencias más altas como en las bajas, y el Gobierno quiere tomarse su tiempo ya que considera que el armado de un plan de espectro y de un reglamento es una “decisión estratégica”.
“Hay ansiedad del sector privado y lo entendemos”, dijo el coordinador de Asuntos Técnicos de ENACOM, Sergio D´Uva, “pero debemos encontrar una legislación acorde para tanto potencial. Queremos que tenga impacto en todo el país y no solo en los grandes núcleos económicos”.
Según detalló, “estamos avanzando en la definición de las bandas bajas, medias y altas”. Una vez que todo esté listo, posiblemente en 2022, se hará público el cronograma y se conocerán las fechas y el mecanismo para las adjudicaciones.
En ese punto, los privados ubicaron a la Argentina en un punto medio respecto a los avances del 5G en la región, donde con más y con menos, los vecinos se encuentran en una posición similar a la de nuestro país. Mientras tanto, habrá que seguir reforzando y mejorando la red 4G.
El despliegue de una red 5G consta de una primera fase en la que se utiliza parte de la red 4G como base, en una segunda instancia requiere de gran cantidad de nuevo equipamiento de red para obtener mayores beneficios. De hecho pueden coexistir y los operadores utilizan el espectro existente en uso del 4G para ofrecer acceso a servicios 5G. Sin embargo, lo recomendable es que esa práctica sea solo de modo transitorio, ya que el potencial de la tecnología de quinta generación brilla en las bandas de frecuencia más altas.