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El pequeño comercio electrónico español vive con incertidumbre la llegada de julio y no por sus oportunos papeleos con Hacienda, sino porque comienza la nueva regulación del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) correspondiente a este sector que busca hacer la vida más fácil a este tipo de empresas.
Existen opiniones de todo tipo dentro del sector y Anexo Barreiro, partner certificado en Quipu de BV Asesores, lo tiene claro: las pequeñas empresas no están preparadas para este cambio. «Aunque lleva tiempo comentando esto, al final se ha aprobado quince días antes de entrar en vigor. Entiendo la situación política y sanitaria pero al final somos los contribuyentes quienes tenemos que adaptarnos a los cambios deprisa y corriendo», opina el experto, quien añade que este cambio afectará sobre todo a las pymes.
Hasta ahora, las tiendas online tenían que aplicar el IVA de su país de origen si sus ventas anuales fuera del mismo eran inferiores a un determinado importe que variaba según el territorio . En el caso de España, esta cantidad era de 35.000 euros. En caso de superarla el vendedor estaba obligado a darse de alta en el país al que suministraba los productos y tributar los impuestos del mismo. Con la nueva regulación, este umbral se ha reducido a 10.000 euros, por lo que muchas empresas que hasta ahora no se preocupaban de los impuestos de los países vecinos ahora tendrán que conocer los diferentes tipos de IVA existentes en cada país. Ahora bien, la nueva normativa, de 15 de junio, libera de la obligación de tener que crear un CIF (Código de Identificación Fiscal) en los demás países.
«Las grandes compañías estaban acostumbradas porque ya superaban con creces este nuevo umbral. El problema lo tienen las pequeñas y medianas empresas, que no están preparadas ni de lejos», asegura Barreiro. Ahora, este tipo de compañías han de tener registros exhaustivos de lo acumulado y estar pendientes de si superan o no este umbral, ya que si el foco de clientes está en un país con un IVA por encima del nuestro será perjudicial para su cuenta de resultados. Un ejemplo que pone el asesor fiscal es el caso de Portugal, «si no me doy cuenta de que tiene un 23% de IVA y no modifico los precios estoy perdiendo un 2% de margen, ya que en España está en un 21%».
La ventaja del ‘marketplace’
Estas pequeñas tiendas online tienen un punto a favor y es el uso de plataformas como Amazon o Ebay, ya que uno de los cambios más relevantes es que los marketplace pasan de ser considerados intermediarios a vendedores. Esto quiere decir que serán estas plataformas las responsables de gestionar los IVA cuando una empresa usuaria no pertenezca a la Unión Europea e importe vienes a la misma.
«Si una empresa de Brasil vende su producto a un cliente de España a través de un marketplace, es este último el que deberá hacerse responsable de tributar el IVA de ese artículo a la Agencia Tributaria Española», explica Xavier Capellades, CEO de NOMO, que al contrario de Barreiro, cree que estas pequeñas empresas lo tendrán todo listo para la próxima semana. «Son compañías tecnológicas que están acostumbradas al cambio constante. Además, las pymes suelen contar con gestores a los que delegar el proceso de adaptación a esta nueva normativa”, añade el consejero delegado de esta herramienta que integra servicios financieros y de gestión de negocios para autónomos, pequeñas y medianas empresas.
Un ejemplo de la adaptación de este tipo de negocios es Northweek, donde lo único que han gestionado ha sido la formación de sus equipos financieros y comerciales. Para Alex Huertas, cofundador de la startup de ecommerce de gafas de sol, una de las ventajas de este nuevo sistema es la posibilidad de liquidar los impuestos generados por las ventas en todos los países de Europa a través de un solo proceso. Esto «nos reduce los costes operativos a nosotros y a muchas nuevas compañías emergentes», añade.
Esta simplificación de la gestión será posible gracias a la Ventanilla Única, un portal web a través del cual se declara y paga el IVA de forma electrónica y que, además de facilitar los trámites burocráticos y eliminar las complicaciones con el idioma, evita fraudes dentro del comercio online que hasta ahora vivía una situación de «injusticia contributiva», apunta Eduardo Abad, secretario general de UPTA .
Por su parte, Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, cree que evitará que las exenciones de IVA en los productos de escaso valor penalicen a las empresas nacionales en la venta online transfronteriza, ya que la nueva norma establece que cualquier importación que se lleve a cabo desde un país situado fuera de la Unión Europea esté sujeta al impuesto del estado miembro de destino, independientemente del valor de la importación.