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Personal de tierra, equipos de embarque en los aeropuertos y tripulaciones, todos ellos equipados con batas desechables sobre el uniforme, guantes, mascarillas y viseras de seguridad. Equipaje de mano prohibido a bordo, o comida y bebida en cajas en lugar de ser repartida sobre bandejas. Esto, o algo muy similar, es lo que se avecina en el sector del transporte aéreo ante la esperada vuelta de las operaciones conforme vaya remitiendo la intensidad de la pandemia del Covid-19.
Al menos así está procediendo una de las referencias en el trato al viajero, la aerolínea dubaití Emirates, quien ha hecho un avance de las medidas que están tomando tanto ella como el aeropuerto internacional de Dubai. Es la búsqueda de entornos lo más asépticos posible, con prácticas que podrían generalizarse en todo el planeta.
En ese aeropuerto ya son obligatorios los guantes y mascarillas tanto para los clientes como para los trabajadores. Las instalaciones han sido dotadas con escáneres térmicos para controlar la temperatura de todo el que cruza las puertas de las terminales. Y en ellas también se han colocado indicadores de distancia física tanto en las zonas de espera como en las áreas de facturación y embarque.
En ese importante hub que sirve de puente entre Europa y Asia llaman ya la atención las mamparas protectoras en cada mostrador de facturación.
En España, Aena anunció ayer la creación de un grupo de recuperación operativa en el que se diseñan las medidas de seguridad sanitaria en los aeropuertos, así como la operativa que deberán seguir las compañías aéreas para atender a sus clientes. Se espera que Aena vaya recuperando el tráfico en tres fases, comenzando por los vuelos domésticos, siguiendo por los comunitarios y finalizando con los que van más allá de las fronteras de la UE.
Evitar el contacto con el viajero
Una vez a bordo de los aviones de Emirates, la compañía deja asientos libres entre los viajeros individuales o los grupos familiares, dentro de un protocolo de distanciamiento físico. La firma ha modificado sus servicios en vuelo, evitando en lo posible el contacto con los viajeros, pero manteniendo el reparto de bebidas o alimentos. El avituallamiento va en cajas, en lugar de repartirse en bandejas, y se ha eliminado temporalmente el reparto de prensa en formato de papel.
Los viajeros no pueden subir el equipaje de mano a la cabina, donde el aire se renueva cada pocos minutos para la eliminación de posibles virus. Tan solo se permite viajar con el ordenador portátil, un bolso de mano o maletín, o artículos para el cuidado de bebés. En este caso, Emirates ha decidido ampliar el límite de peso del equipaje facturado para dar cabida a los bultos que suelen viajar en el maletero.
En los últimos días, la asociación de aerolíneas Iata ha abogado por volar, cuando las autoridades sanitarias lo permitan, con límite en dos tercios del aforo. La mayor aereolínea de bajo coste de Europa, Ryanair, ha abogado, por su parte, por permitir el aforo prácticamente completo dotando a los viajeros de mascarillas y tomándoles la temperatura antes de embarcar.