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Si la transición a los pagos digitales era imparable ya antes de la pandemia de coronavirus, esta crisis ha acelerado los cambios en los métodos de pago, en especial, aquellos que conllevan contacto. De hecho, según el estudio “El Futuro de los Pagos 2020” de UniversalPay, el 20% de los usuarios encuestados aseguran que este tipo de tecnología es su opción favorita en las compras diarias.
En este sentido, en el último año casi la mitad de los consumidores consultados, el 46%, afirma haber aumentado su uso con respecto al año anterior, por lo que las transacciones sin contacto se consolidan como una forma de pago habitual entre los compradores.
Lo mismo ocurre con los pagos móviles: casi dos de cada 10 consumidores lo usan ya para pagar en tienda y, de quienes aún no se han animado a utilizarlo, casi un 30% cree que lo hará en los próximos 24 meses.
Por este motivo, los comercios españoles se están adaptando a las tendencias y casi ocho de cada 10 establecimientos aceptan ya este tipo de transacciones. De hecho, la posibilidad de realizar pagos sin contacto y vía móvil son las opciones más valoradas entre los comercios con TPV, ya que casi el 60% de los comercios consideran que son los servicios que aportan más valor añadido a la hora de facilitar los pagos.
Pero además de la consolidación de los pagos sin contacto, la “nueva normalidad” podría traer consigo la implantación de una tendencia que apenas estaba empezando: el voice commerce y los pagos por voz.
Así, el estudio de UniversalPay revela que un 15% de los encuestados tienen previsto adquirir a lo largo de este año dispositivos que permitan los pagos por voz, y seis de cada 10 consumidores ya realizan búsquedas por voz, una fórmula que para la mitad de ellos ya se ha convertido en un hábito. “Aunque de momento se queda solamente en búsquedas, la venta a través de chatbots conversacionales podría experimentar un fuerte impulso debido a la situación actual”, afirman desde esta compañía.
Se trata de un método más seguro aún que los pagos contactless en cuestiones higiénicas, porque se eliminan las herramientas físicas y los compradores solo hacen uso de su voz para efectuar el pago. No obstante, la implementación de este tipo de tecnologías de pago aún está en fase de estudio, pero se podría agilizar dadas las circunstancias.
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